Capítulo 54

5.1K 417 37
                                    

A petición del árbitro, descendemos lentamente. En cuanto mis pies tocan el suelo, veo cómo Kratos se dirige a nosotros:

-¡Ese es mi equipo! Os tenéis merecida una buena fiesta. ¡Invitaremos a todo el mundo!

Los chicos gritan, y Megara rueda los ojos. Se ve que es algo común.

Saludamos a los ingleses, pero estoy un poco más con Oliver. Me pongo a bailar por la victoria y sonrío, mientras él se ríe:

-Los tejones ganamos, cachorrito.

-Intenta defender los tres aros a la vez.

-Intenta marcar mientras tres cazadores y dos pelotas de hierro te persiguen.

-Touché.

Nos quedamos en silencio unos segundos, para luego fundirnos en un abrazo:

-Enhorabuena, merecéis ganar.

-Pero no os desaniméis tampoco, sois lo mejor de Inglaterra.

Nos separamos:

-Tenemos que vernos más a menudo.

Asiento:

-Ya sabes donde estoy.

-¡¡Emily!! -grita mi entrenador.

-¡¡Voy!! Adiós Oliver.

-Adiós -sonríe.

Corro hacia mi equipo, que ya está hablando sobre la fiesta. Comenzamos a caminar, y yo le susurro a Megara:

-No van a... emborracharse como cubas, ¿verdad? No me gustaría estar en medio de todo eso...

-No puedo prometerte nada, pero yo tampoco beberé, tranquila.

Sonrío, algo más aliviada.

(...)

No conozco a nadie, y hace rato que me he sentado en una esquina. Todos parecen pasárselo bien, y me han ofrecido alcohol, pero me he negado.

Lo llevan bastante bien, pero a mí no me apetece. Tengo ganas de escribir unas cuantas cartas, aunque sé que no es el momento.

Megara ha desaparecido de mi campo de visión, por lo que echo de menos más que nunca mi MP3:

-Hola, eres Emily Dunne, ¿verdad?

Levanto la vista, encontrándome con un chico de ojos castaños y pelo blanquecino.

Sonrío, por fin quitando mi atención del vaso de plástico que sostengo con ambas manos:

-Así es ¿te conozco?

-Ojalá -ríe- Me llamo Parrish.

Alza su mano, que estrecho con amabilidad:

-Es extraño que no estés bailando con los demás -exclama.

-Podría decirte lo mismo.

-Ya, pero yo no pertenezco a los Nundus.

Sonrío:

-Digamos que no soy muy de fiestas.

Doy un sorbo de la coca-cola, mientras observo cómo Kratos canta el himno de Bulgaria:

-Y tampoco soy muy partidaria de tener lagunas de memoria.

-Eso ya lo veo.

-¿Por qué te has acercado a mí? -pregunto llena de curiosidad.

-Eres famosa.

-Ya, vale, ahora la auténtica razón -río.

Él rueda los ojos, y se rasca la nuca:

-Soy fan tuyo.

Suelto una carcajada inevitablemente:

-No sé por qué. Soy de las peores del equipo.

-Y de las más jóvenes.

-¿Ves? No has dicho que no soy mala.

-Desde luego eres temeraria.

-Eso intento -digo mientras guiño un ojo- Si eres predecible puedes darte por muerto, pero intento ir siempre un paso por delante.

-Se nota.

Levanto mi comisura derecha:

-¿No te preocupa que algún día te pueda pasar algo? Estoy seguro de que alguna vez te has roto el brazo, como mínimo.

Pues más o menos, no te lo voy a negar. Sin embargo, tengo claros los motivos de mi calma ante los partidos, en lo que a peligro se refiere:

-Preocuparse, es sufrir dos veces, ¿no?

Él abre la boca, pero no dice nada. Después de un rato, parece haber sopesado una respuesta:

-Supongo que tienes razón.

Nos quedamos en silencio, viendo cómo el resto celebran la victoria. Entonces una pregunta cruza mi cabeza:

-¿Por qué estás en la fiesta? ¿Eres familiar de alguien?

-En realidad... sí...

Fruzo el ceño, notando su cambio de tono:

-¿He dicho algo malo?

-No, es sólo que... soy hijo de Kratos.

-Oh Dios mío...

-Sí...

-¿Cómo has sobrevivido tanto tiempo? -río.

-Haciendo los deberes... o al menos no diciendo que no los había hecho.

Sonrío mientras sacudo la cabeza:

-Últimamente no para de hablar de ti.

Le miro, sorprendida:

-Pues será para decirte cómo "me dejo llevar demasiado por mis sentimientos".

-Sí -ríe-. Pero también me explica cómo cree que puedes llegar a ser de los mejores jugadores del siglo.

Aprieto los labios:

-Igual se ha pasado un poco...

-Entonces debe de ser otra Emily Dunne de la que habla -bromea- Vamos, marcaste 100 puntos de 200, y ¡encima luego Víktor consiguió la snitch!

Miro hacia otro lado:

-Ya... Pero no soy una heroína precisamente...

*Flashback*

-¡Deberíamos repetir el partido! ¡Su buscador se ha herido por motivos ajenos! ¡Es una victoria injusta!

Kratos se acerca a mí, y me agarra los hombros:

-¡Emily! ¡Por Merlín cállate!

-¿De verdad quieres que lleguemos a los cuartos de final por literalmente un "golpe de suerte"?

-Esto es así. No es la primera vez que sucede algo así.

-¡Me da igual! ¡Que haya pasado toda la vida no significa que esté bien!

-Si no paras de gritar, tendré que tomar medidas, y no te van a gustar.

Frunzo el ceño, y me muerdo la lengua.

Aprieto los párpados ante un recuerdo de Cedric... Él también intentó anular el partido en el que Harry se cayó por los dementores...

Alguien toca mi hombro, así que salgo de mi trance y me giro. Sorprendida, veo que tengo delante al capitán del equipo egipcio:

-Gracias por intentarlo, pero tu entrenador tiene razón. Las cosas no van a cambiar tan fácil.

-Lo siento... de verdad que lo siento.

Él sonríe, y estrechamos las manos, como iguales.

*Fin del flashback*

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Where stories live. Discover now