Capítulo 33

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La Navidad amaneció blanca, fría y apacible. Los copos de nieve decoraban la ciudad cayendo tranquila pero incesantemente; la decoración navideña aún adornaba las calles por donde la gente se apresuraba a buscar refugio en el acogedor interior de algún café o tienda. Era uno de esos días perfectos para flojear hasta tarde en la cama, remoloneando bajo las cálidas mantas.

Tooru remoloneaba, sí, pero bajo un cálido brazo, en su caso. Abrió los ojos teniendo la misma sonrisa alelada con la que se durmió, ya muy entrada la madrugada. Iwaizumi no había usado el futón para dormir y ambos habían compartido la cama, a pesar de ser individual, en una maraña de extremidades entrelazadas. Era cerca del mediodía e Iwaizumi estaba dormido boca abajo con su brazo atravesado sobre el pecho de Oikawa, respirando acompasadamente. Tooru trató de no moverse durante un buen rato para saborear el momento, pero cuando giró a penas la cabeza para observar la plácida y durmiente expresión de su compañero, se encontró con que Hajime tenía los ojos bien abiertos, y lo estaba observando a su vez.

—Buen día —saludó Oikawa sin dejar de sonreír.

—... Mmmh —murmuró Iwaizumi, bostezando mientras frotaba la frente contra el hombro de Tooru.— ¿Qué hora es?

—Pasadas las doce.

—Mmmh... —se incorporó un poco para mirarlo bien.— ¿Como te sientes?

Él preguntaba por su estado físico, pero ese era el menor de los detalles para Tooru.

—¡Como un niño en la mañana de Navidad! —repuso alegremente. A este paso le llegaría la Noche Buena del próximo año con la sonrisa aún pegada a la cara.

—Pues ya no es de mañana —repuso Hajime tratando, sin mucho éxito, de disimular una sonrisa complacida.

—Pero sigue siendo Navidad —apuntó Tooru con expresión juguetona.— Es hora de revisar mis regalos, así que tendré que abrir el "paquete".

Iwaizumi largó un sonido ronco mitad risa y mitad gruñido cuando la mano de Oikawa reptó debajo de las mantas, hacia zonas más privadas.

—¿No te fue suficiente con lo de anoche? —preguntó Iwaizumi mientras lo abrazaba estrechamente y le besaba el cuello.

—Ya tuve mi "Noche Buena" —asintió Oikawa, abrazándolo a su vez.— Ahora quiero mi "Feliz Navidad".

Sin embargo, solo tontearon un rato más en la cama, entre cariños remolones y frases sueltas, pues finalmente el hambre los venció y tuvieron que levantarse. Se bañaron juntos (y por eso mismo se demoraron), y luego Iwaizumi preparó algo de comida mientras Tooru terminaba de envolver unos regalos para los chicos. Mientras comían charlaron sobre sus planes. Iwaizumi había dejado todo arreglado para poder estar libre hasta que terminara el receso invernal de Año Nuevo; si Oikawa no quería volver a Miyagi durante las breves vacaciones, pues se quedaría con él en Tokio hasta que el receso terminara. No obstante, Tooru había soltado esa idea de no volver a su casa en vacaciones solo por su disputa con Iwaizumi. Pero ahora que todo había vuelto a su cauce, sentía que sería bueno regresar unos días a su lugar natal.

Después de comer Tooru propuso ir a visitar a sus amigos, pues tenían planeado reunirse en la tarde de Navidad para intercambiar regalos.

—¿Qué sucede? —preguntó Iwaizumi, detenido detrás de Oikawa mientras éste se quedaba parado frente al departamento de Kuroo y Bokuto, sin decidirse a entrar ni llamar a la puerta.

—Tengo miedo —repuso Tooru en voz baja.

—¿Miedo? —repitió Hajime muy extrañado.— ¿De qué?

El Club de los 5 - Haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora