Capítulo 28: Destrucción.

669 40 12
                                    

POV Dimitri


-Brigitte.-

Miré a mi suegro y hallé en sus ojos el mismo temor que había en los míos. Habían logrado pasar las defensas. Todos nuestros amigos y aliados se percataron del giro inesperado pero ninguno aflojó ni un ápice en su lucha, si acaso comenzaron a pelear con más ahínco. Me apresuré a subir de nuevo hasta las habitaciones con Abe pisándome los talones, lo último que vi de la batalla en la planta baja fue a Karp de rodillas frente a Brigitte.

En el camino no encontramos a nadie, ni strigoi, moroi o dhampir. Tal vez sólo unos pocos lograron subir pero si lograron derrotar a Brigitte entonces eran más que peligrosos, además no podía visualizar ni a Mark ni a Oksana ni a mi madre.

En cuanto llegamos a la habitación principal todas mis dudas se disiparon. Un strigoi combatía cuerpo a cuerpo con mi madre, mi abuela y mi Roza, que se notaba fatigada pero totalmente determinada a acabar con ese monstruo. Un moroi al que reconocí como Nathan Ivashkov peleaba contra Oksana. Y más cerca de la cama, sobre la que se encontraban mis hijos, la reina intentaba contener a otro moroi, no podía creer de quién se trataba. Robert Doru, él era el responsable, debí imaginarlo.

Me lancé contra el strigoi, él me vio antes de que llegara y detuvo mi ataque pero no fue lo suficientemente rápido como para detener la estaca que Roza le clavó con una furia que jamás había visto en ella. Una vez terminada la amenaza más latente, cambié mi posición para atacar a Ivashkov pero no hubo necesidad de intervenir pues Abe ya le había clavado su propia daga en el cuello.

El único que quedaba era Doru, había creado un tipo de campo de fuerza con Espíritu pero ya no peleaba sólo contra Lissa. En cuanto Ivashkov murió, Oksana también empezó a atacarlo. Robert era poderoso, demasiado pero no lo suficiente como para soportar el peso de 2 usuarios de Espíritu en su contra. Comenzó a disminuir la fuerza de su escudo, terminaría igual que sus 2 cómplices, él lo sabía y, sin embargo, tenía puesta en su cara una enorme sonrisa de satisfacción.

-Bien, sabemos cómo acabará esto.-

-Entonces entrégate Doru y podemos darte el privilegio de ser juzgado.-

-Muy ecuánime de su parte el ofrecérmelo, mi Reina, pero yo no seré juzgado por una tanda de idiotas.-

-Es la única manera en que podrás salir vivo de aquí, si insistes en luchar no nos dejarás otra opción que acabar contigo. Entiende, querías herir a Rose pero no podrás hacerlo, tu plan se fue al drenaje. Ríndete.-

Su risa resonó por todo el cuarto y me provocó escalofríos.

-Vasilissa, tú eres la que no lo has entendido, nunca pretendí salir vivo de aquí y mi intención jamás ha sido herir a Rose.-

Cambió la dirección de su mirada. Vio directamente a los ojos de Roza.

-La muerte es demasiado simple, no quiero matarte. Rosemarie Hathaway, yo voy a destruirte.-

Robert alzó una de sus manos y provocó una ola de energía que nos tambaleó a todos. Hizo una floritura en el aire que creó un hilo púrpura que voló por la habitación y golpeó a Roza directo en el pecho. Lissa tomó la estaca de Roza que estaba sobre la cama y se la clavó a Robert directo en el corazón. Murió instantáneamente y con la sonrisa de complacencia adornándole los labios.

Respiré con algo de tranquilidad, al menos mis hijos y el amor de mi vida volvían a estar a salvo.

-No, Rose.-

La voz de Oksana hizo que virara de golpe. Roza, mi Roza estaba tumbada en el piso con los ojos en blanco, abrazando sus rodillas contra su pecho, llorando y meciéndose de atrás para adelante. Corrí a su lado.

-¿Qué está pasando? ¿Qué fue lo que le hizo?-

-No lo sé. Lissa, ven. Trata de entrar a su mente para ver lo que ocurre.-

Lissa se apresuró a ponerse frente a Roza, colocó sus manos sobre sus hombros y pude sentir cómo usaba Espíritu. Después de un par de minutos, Lissa se alejó completamente horrorizada y empezó a llorar.

-¿Qué es? ¿Qué está ocurriendo?-

Lissa tomó varias bocanadas de aire e intentó calmarse.

.-Es... es... Por San Vladimir...-

-Lissa, por favor, ¿qué le ocurre a Roza?-

-Es como una visión, de lo que hubiera ocurrido si Robert, Nathan y el strigoi hubieran ganado. Es horrible. Es como si Rose estuviera viendo su peor pesadilla convertirse en realidad sólo que no tiene idea que es eso, sólo una pesadilla, y se repite una y otra vez. Está atrapada y no tengo idea de cómo sacarla.-

"Yo voy a destruirte" esas palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez. Maldito seas Robert Doru. Me acerqué a Roza y la llevé al sofá que había en uno de los extremos de la recámara. Ella seguía en la misma posición. Tomé su barbilla y besé su frente.

-Resiste Roza, por favor, sólo un poco más. Voy a traerte de vuelta, te lo juro.-

Claro que antes había una guerra que debía terminar.

-Cuiden de ella lo mejor que puedan esto debe terminar.-

Abe vino de nuevo conmigo y mamá y la abuela se quedaron fuera de la habitación montando guardia.

Llegué a la planta baja y esta vez no me detuve a observar, no podía perder un solo segundo. Pasé de strigoi a moroi y de moroi a dhampir enemigo con tanta rapidez que ni siquiera me percaté del instante justo en el que no quedó nadie más a quien vencer. Lo habíamos conseguido, por fin, todo acabó. Llamé a Karp y en el camino a dónde estaba mi familia le expliqué lo que ocurría. Aun con toda la prisa que tenía pude notar que Brigitte era una de las que estaba ayudando a los heridos y que Mark nos seguía a Sonya y a mí, asumí que estaba muerto pues no lo vi en la habitación cuando pasó lo de Robert, me alegraba saber que estaba bien.

Sabía que debía detenerme a ayudar a los heridos y, sobre todo, a lamentar las pérdidas que tuvimos pero ya tendría el resto de mi vida para ello y había suficientes personas para cubrirme. Por ahora mi única prioridad era cumplir el juramento que le hice a la mujer que más que mi vida, era mi alma entera.







Perdón por haberlos asustado el capítulo pasado, ya ven, no soy tan mala como para darles ese final a estos personajes. Gracias a los que siguen pendientes de las actualizaciones y lamento si no he podido responder a sus comentarios pero, en serio, no me da la vida jajaja, eso no significa que no los lea y los tome en cuenta. Ya sólo quedan 2 o máximo 3 capítulos más para que esto se acabe, espero les guste el final. Saludos y espero impaciente sus comentarios, dudas, quejas, etc. Los quiero.

Nada es eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora