Intimidad

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Cómo no volverse locos de tanta pasión

El bóxer de Fher estaba perdido en el desorden que quedó en aquel cuarto tras la arremetida de Igal

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El bóxer de Fher estaba perdido en el desorden que quedó en aquel cuarto tras la arremetida de Igal. Es que apenas ingresaron al departamento, e incluso antes de colocar dos vueltas de llave a la puerta de entrada, el mayor, ansioso y excitado, besó frenéticamente la boca del más joven y, de un solo manotazo, le arrancó la remera negra que vestía. Lo llevó a volandas, sin dejar de besarlo y el ragazzo, sabiendo lo que debía hacer, se enredó con las piernas a la altura de la cadera de su acosador, quedando fijo en esa altura, abrazándolo para no caer.

Gracias por acompañarme con la lectura. Te comento que el libro ya ha sido publicado y está a la venta en librerías de todo el mundo tanto en su versión impresa (por demanda) como digital.

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¡Muchas gracias!

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Esto se ha puesto muy cachondo, ¿no les parece?

No esperaba quererte de esta forma #HomoAmantes 2Where stories live. Discover now