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Querido diario:

Realmente no creí que iba a suceder algo como esto, pero los Fuentes me han invitado a su hogar y es obvio que he accedido luego de escucharlos suplicar por mi presencia. ¿Seré aquel hijo mayor que siempre han deseado? Espero que no sea nada de eso y lo digo porque si es así como ellos me ven lamentablemente están cometiendo un horrible error. Aunque sospecho que la verdadera razón por la cual me invitan a su hogar varias veces a la semana, es que pretenden que me convierta en el amigo de Alessia y es algo evidente al observar que desde que ellos están aquí, no he visto a ningún adolescente visitarla.

Supongo que están desesperados por lograr que su hija obtenga, al menos un amigo.

De todas formas, ella no me desagrada del todo. Sí, tiene sus cosas raras y creo que podría ser una de esos adolescentes que ahogan sus penas en alcohol y drogas, hasta puede que también sea del tipo que corta sus muslos o muñecas, pero entiendo que nadie es perfecto y verdaderamente no me desagrada. Desde que pasa tiempo conmigo, me ha confesado que luego de tener varias experiencias malas en su antiguo instituto, dónde era el blanco de las bromas crueles de sus compañeras, se ha vuelto una antisocial que es malísima a la hora de hacer amigos y es por eso que odia relacionarse tanto con chicos y chicas. Sin embargo, también me ha confesado que a pesar de ser un tipo algo extraño con visibles problemas de ira, no le desagrada la idea de poder formar una amistad conmigo.

¿Sabes? No entiendo como a una chica tan simpática como ella que, incluso se ríe de mis pésimas bromas y chistes, haya sido seleccionado como el blanco de aquellos actos tan despiadados de los que los adolescentes son expertos y mientras escucho cada cosa que le han hecho o dicho, no puedo dejar de pensar que quizás somos iguales, ya que también he sido tanto el blanco de bromas como el saco de boxeo de media escuela. ¿Y sabes qué? Me gustaría comenzar a creer que tenemos varias o demasiadas cosas en común, pero aún no hemos mantenido una conversación de varias horas y si algo me ha enseñado el mundo, es que no puedes fiarte de nadie que comparte un dolor igual al tuyo.

Los seres humanos somos demasiado buenos en manipular para nuestro beneficio... somos la peor basura que tiene la abominable fortuna de habitar el planeta y nunca me cansaré de decir que espero que un maldito meteorito o nuestra propia idiotez nos aniquile de una vez y para siempre.

Como sea, antes de marcharme, Alessia me ha permitido entrar en su habitación y como era de esperar, fue ella quien se ha quedado con la habitación de Samanta. Sin embargo, ha volcado todo su estilo en las paredes y al estar en la habitación siento como si estuviera en otro lugar, pero algo que me ha dejado maravillado es el encantador aroma a vainilla que invade cada rincón de la habitación.

Es simplemente maravilloso.

Creo que me he enamorado. [Completa]Where stories live. Discover now