[ dos ]

10.8K 770 106
                                    

Desde siempre, Lyra había detestado los duelos o retos que el colegio les proponía, y el que, en tercer año, durante la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras (D. C. A. O.), al llegar su turno, el Boggart, criatura que representaba el mayor miedo del espectador, hubiera tomado su forma idéntica no dejaba de atormentarla. Durante los siguientes años se había gastado en las muchas explicaciones e interpretaciones, pero sentía que la idea estaba aún incompleta. Probablemente porque, de alguna forma, esperaba que acabar con sus pesadillas fuera tan fácil como acabar con un Boggart. Pero no, los sueños no era algo que estuviera en las manos de los demás, y aunque pudieran presentarle una solución, eso probablemente invadiría su privacidad de manera increíblemente incomoda.

La constante imagen de aquella criatura funcionando como un espejo, reflejándola tal y como era, la había vuelto loca, y tras todo un año comenzó a dibujar. Se dibujaba a si misma. Una y otra vez. Y forzaba su mente para recordar aquella imagen, decidida a dibujarse con sus manos temblando y escalofríos recorriendo su espalda.

Ni siquiera estaba segura de si era por la creencia de que había hecho algo malo y merecía un castigo.

Y bajo su cama estaban escondidos todos aquellos dibujos.

Porque de alguna retorcida manera, que ni ella acababa de entender, tal sufrimiento, tal dolor, el estar agonizando, le producía un extraño placer y satisfacción.

Al despertar de una pesadilla siempre temblaba de miedo, atormentada por esas horrorosas imágenes y una sensación de malestar. Pero con el tiempo se había dado cuenta de que en realidad no temía a nada. Nada más que su propia mente, que parecía jugar y apostar en contra de ella todo el tiempo. Un juego sin reglas e injusto, alto en manipulación y técnicas de tortura, una apuesta que no podía ganar.

Y ninguna de sus amigas podría comprenderla nunca. Sus miedos, sus pesadillas, no eran nada comparadas con las que Lyra tenía. Tal vez soñaban con la muerte, en noches oscuras, y despertaban acaloradas, el sudor pegándoles el cabello a la espalda. Pero Lyra vivía en una constante oscuridad, donde nunca parecía amanecer, donde el sol no era mas que una estrella insignificante, y la noche era tan patente, que aquellos puntos brillantes parecían ahogarse en la penumbra.

Si habían ciertas personas que podrían comprenderla, Zabini, Theodore Nott, y Draco Malfoy, obsesionados con la sangre pura.

Casi inalcanzables.

Insomnio [Theodore Nott fanfic]Where stories live. Discover now