VI

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Hola, les escribía esto para informar a mis lectores de Hunter que he editado la novela en Litnet, todo va a ser muy diferente y no es el estilo que utiliza Laurann Dohner, de hecho para los que leyeron el spinn of de slayer and death ya saben que esta es mi propia saga pero decidí adaptarla a las nuevas especies así que por este motivo no voy a borrar Hunter de aquí pero quería invitarlos a leer como era antes de la adapcion, espero que lo disfruten.

aquí les dejo el link y en los comentarios: https://litnet.com/es/book/luna-de-hielo-b98514

—¿Te gusta esto?

Su voz ronca chocando contra los risos de su nuca la hizo estremecer, entonces comenzó a sentir como la despojaba de su ropa con lentitud casi como si saboreara el momento y cuando se encontró desnuda se sonrojó ferozmente.
—¿Piensas violarme? —preguntó con altanería.
Pero Hunter supo que al final su voz había temblado demostrándole el miedo que la carcomía.
—Si lo disfrutas no será violación y te juro que te haré disfrutar.
Sin más se lanzó a por su cuello saboreándola, sintiéndola como había querido desde el primer momento.
Tenerla debajo de él desnuda era lo más precioso que había visto, Tabbee era dura ante él pero no era inmune, podía oler su excitación pero también su duda.
Hunter supo que no debía dejar que ella pensara por el bien de ambos, quería arrancar su cordura y que se entregara a él por completo.

Sus manos grandes se deslizaron por su piel de seda hasta detenerse en la curva de su trasero respingón el cual acarició sin vergüenza.
Ella en su lugar se removió incomoda y Hunter no pudo contener un gruñido de excitación, ver su culo moviéndose no era cosa fácil.
Hunter pronto acunó con una mano el seno derecho de Tabbee y con la otra masajeó el núcleo mojado de ella haciéndola gemir, él ronroneó en aceptación escuchándola por primera vez de esa forma, entonces juró que no sería la última.
—¿Lo vez? Estas mojada por mi gatita.
Tabbitha no pudo protestar cuando sintió la intrusa lengua de Hunter adentrarse en los cimientos calientes de su sexo y una vez más no pudo evitar gemir de gusto. Con su áspera lengua en su centro no era capaz de pensar racionalmente lo único que sabía que quería era tenerlo más profundo contra ella, quería tocarlo, halar su cabello, se sintió desinhibida.

Después de acariciar su seno sin dejar de probar su húmedo sexo con su lengua Hunter ahora deslizó ambas manos llevándolas hasta donde latía su necesidad, un grueso dedo se adentró en la cavidad mientras que su lengua daba vueltas gozosas sobre el botón erguido de su pezón y otro dedo hacía su magia en el clitoris la tiente, Tabbitha se sentía en el cielo bajo su toque, nunca antes se había sentido igual y eso la aterraba.

—¿Habías hecho esto antes? Digo, atar a una humana y dejarla a tu merced para abusar de ella.
Tabbee lo vio sonreír de lado pero nunca pensó que aquella sonrisa le afectaría tanto.
—Digamos que contigo me pongo un poco creativo.
—No podemos hacer esto Hunter, en serio.
Pero él pareció no oírla por lo que siguió en lo suyo, la lamía con alevosía como si fuese un niño que devoraba el más delicioso dulce pero fue cuando lo sintió ronronear en su centro que perdió la cordura y toda la tensión que sentía se esfumó por completo, lo ansiaba, lo necesitaba como a nadie. Pronto se encontró moviendo la cintura entorno a él, la longitud de su lengua ahora se desplazó hasta su entrada la cual penetró sin previo aviso.
Tabbee gimió arqueando la espalda levantando más su trasero a la vez que se movía al tiempo de las embestidas.
—¿En serio quieres detenerte preciosa?
Preguntó al tiempo que introducía uno de sus dedos en ella para que después la lengua dibujara espirales imaginarias en su clitoris.
—¿Quieres que pare Tabbee?
—No —Pudo decir a penas por un jadeo.
—Entonces ¿Qué quieres Tabbitha?
—Dios santo, a ti Hunter, te necesito ahora.
Y Hunter podía olerlo, su necesidad.
Con violencia casi desgarró sus pantalones quedando por fin desnudo detrás de ella.
Tabbitha miró por encima de su hombro y lo vio levantarse sin apartar la mirada de sus piernas abiertas hasta que sus ojos se toparon con los de ella, sonrió al verla tan perdida en el placer.
Hunter se posicionó sobre ella y enseguida se fundió de una embestida en su interior, él se sintió como en la gloria, estar dentro de Tabbitha era donde él pertenecía.
Una de sus grandes manos se aferró a su cintura y ambos se movieron al mismo tiempo jadeando.
Tabbitha se encontraba impresionada, nunca había mantenido un encuentro sexual tan placentero como el que estaba teniendo con Hunter en esos momentos, debía admitir que aquello era increíblemente bueno sin embargo quería que la tomara cara a cara, quería verlo frente a ella, aferrarse a sus amplios hombros, mirarlo a los ojos.
Se encontró perdida entre el placer y las palabras dulces que salían de sus labios.
Entonces Hunter después de un intenso vaivén aceleró sus embestidas y todo se nubló dejando entrar un efervescente delirio que la hizo arquearse totalmente siendo seguida por él quien se dejó ir en su interior.
Tabbee nunca se había sentido más satisfecha en la vida y se mordió el labio para no agradecerle a él por el increíble suceso.
Pronto dejó que un poco de su peso cayera a la espalda de Tabbee para después besar el hombro de la misma.
—Mía.
Fue allí que ella reaccionó, estaba aterrada por lo que acababa de ocurrir ¿Cómo es qué no se había resistido? Tabbitha se sintió enferma, se acababa de acostar con un animal, se había convertido en algo que juró no ser, ¿Era ahora igual a su madre?
Palideció visiblemente, no, aquello no podía permitirlo.
—Sueltame Hunter.
Sin decir nada él rompió las bragas en sus manos y se apartó de ella sintiendo su tensión.
—Esto fue...
—Un error —cortó ella.
Debía encontrar la manera de huir o perdería la cabeza por ese macho.
Tabbitha lo vio fruncir el ceño furioso pero no hizo mucho caso, se levantó de la cama y empezó a buscar su ropa. Cuando cruzara su puerta evitaría a toda costa volver a ver a Hunter, él era un peligro para ella, Tabbee no pensaba con coherencia cuando se trataba de Hunter.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó visiblemente molesto.
Ella ni siquiera lo miró y dobló sus rodilla para tomar su ropa que fue arrancada de sus manos en un segundo.
—¿Qué te pasa? —preguntó molesto.
—¡Te dije que te alejaras de mi! ¡Entonces termino atada a la cama siendo poseída por un animal!
¡Alejate de mí, no quiero Nada contigo! ¡No soy tuya!
La expresión de Hunter cambio a furiosa en unos segundos pero por dentro se sentía dolido de que su compañera le dijera todo aquello.
—¿Eso es lo qué piensas? Muy bien, este animal no se acercará más a ti.
Él solo tomó su pantalón el cual se colocó rapidamente y salió como alma que lleva el diablo de la habitación.
Tabbee se dejó caer en la cama entonces sollozó por lo que había hecho, y por el dolor repentino que estrujaba su pecho.

Gracias a todas las chicas que me leen, espero les guste.

HUNTER (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora