IX

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Hola, les escribía esto para informar a mis lectores de Hunter que he editado la novela en Litnet, todo va a ser muy diferente y no es el estilo que utiliza Laurann Dohner, de hecho para los que leyeron el spinn of de slayer and death ya saben que esta es mi propia saga pero decidí adaptarla a las nuevas especies así que por este motivo no voy a borrar Hunter de aquí pero quería invitarlos a leer como era antes de la adapcion, espero que lo disfruten.

aquí les dejo el link y en los comentarios: https://litnet.com/es/book/luna-de-hielo-b98514

Lo prometido es deuda, hoy es viernes y mi cuerpo lo sabe xd.

¡2.3k, son un amor!

El corazón latía acelerado, Tabbee miraba hacia atrás jadeando de cansancio y miedo, las piernas temblaban mientras corría y las lágrimas no tardaron en correr por su fino rostro.Pronto soltó todo el aire contenido de golpe al chocar contra un firme cuerpo que la sostuvo.
Tabbee dejó escapar un par de sollozos al ver la cara del sujeto a la vez que se removía tratando de liberarse de su agarre.
A continuación el miedo se intensificó cuando el se acercó a su oído y susurró.
-Te tengo, gatita.

***

Hunter abrió los ojos sintiendo un infernal dolor de cabeza pero eso era lo que menos le importaba, pronto recordó a Tabbitha y soltando un gruñido furioso se levantó de su antigua cama.
Vio la hora en el reloj de la encimera y agradeció, 12:30 am.
Probablemente casi todos estarían durmiendo en esos momentos, caminó hacia dónde guardaba sus camisas y cubrió su torso descubierto, no sabía cómo pero encontraría a Tabbitha, ella era su compañera, no podía estar sin ella.
Abrió la puerta de la habitación y salió no sin antes fijarse que no había nadie en la sala, al llegar afuera el viento azotó su despeinado cabello, la noche estaba fría y eso le preocupó aún más. ¿Cómo estaría ella? ¿Lo necesitaría tanto como él lo hacía? Quiso creer que sí entonces aceleró el paso tratando de esconderse por la oscuridad hasta que finalmente llegó a los muros lejanos de la entrada, en ese lugar hacía muchísimos años junto con su hermano y sus amigos habían hecho una salida, al ser adolescentes querían saber cómo era la vida afuera de los muros del Homeland y lo habían conseguido, escapaban de vez en cuando a escondidas de sus padres, nunca habían tenido problemas, nadie se había enterado de esa salida.
Antes de salir un gran cuerpo apareció dejándose caer al lado de él, el intruso lo había estado esperando en una de las ramas del árbol y no fue hasta que llegó al lugar cuando se dejó ver.
Hunter le mostró los dientes antes de gruñirle con fiereza sin embargo el sujeto no se inmutó, lo miró con sospecha desde el sitio antes de cruzarse de brazos ninguno de los dos habló por unos segundos entonces Hunter se cansó y trató de acercarse a su vía de escape pero fue detenido.
Nuevamente le gruñó mientras trataba de golpearlo pero antes de que su golpe se acercara él lo esquivó por completo.
—Apartate Danger o realmente golpearé tu culo y no me detendré sólo porque eres mi hermano.
El aludido le devolvió el gruñido anterior para después mirarlo con una ceja arqueada.
Sino fuera por la corta diferencia de edades parecería que fueran gemelos, eran casi idénticos.

—¿Vas a escapar por ella? ¿Has perdido la razón Hunter? Las hembras humanas no traen más que problemas, ¿Quieres que te recuerde a Dashed? Él cayó por una mujer, ella lo sedujo para llevarlo fuera del Homeland y fue ella la causante de su muerte, en los humanos no podemos fiarnos y menos si es una mujer, no quiero que te lastimen eres mi hermano, joder.
Hunter relajó la mandíbula que palpitaba y los puños apretados, él respetaba la opinión de su hermano sin embargo no la compartía, no todos los humanos son iguales.
Él comenzaba a sentirse desesperado por la ausencia de ella.
—No podría dejarla nunca así eso cause mi muerte, ella es mi mujer, mi compañera, quien llevará algún día mis cachorros en su vientre, mi todo, vendería mi alma al mismísimo diablo sólo si con eso obtuviera una simple mirada, si ella me sonriera alguna vez mi corazón no cabría en mi pecho de la dicha pero si ella me amara Danger, si ella me amara yo sería el hombre más feliz del planeta joder, tu no lo entiendes pero... Realmente la amo y esto no se ira nunca.
Danger sintió como su pecho dolía de envidia, aunque nunca lo dijera él quería sentirse de ese modo, quería ser ciego en el amor y darlo todo pero no podía, él nunca sería amado y no iba a arriesgarse a amar a nadie.
Sin decirle nada más a su hermano se retiró de su camino y dejó que él se fuera, por dentro sintió miedo que a su hermano le ocurriera algo pero él se lo había buscado si así fuese.

***

Tabbee despertó con una tela en los ojos negra cubriéndolos sin embargo no le dio importancia al sentir su cuerpo pesado y dolorido, podía jurar que estaba en un lugar lleno de humedad por el olor, el miedo la llenó de golpe cuando recordó aquella voz y sus palabras, apretó su mandíbula y tironeó de sus brazos pero no consiguió más que lastimarse por las cadenas que los sujetaban, dejando escapar un gemido lastimero de sus labios, pronto dejó de hacer lo que hacía rindiéndose, estaba cansada, dolorida y sedienta sumándole el horrible miedo que sentía, Tabbee sabía que pronto llegaría el desgraciado que la mantenía de esa forma entonces intentó hacer un plan pero en esos momentos su cabeza estaba en blanco.

De un momento a otro se escuchó la puerta abrirse, nadie habló y ella solo pudo percibir los pasos  del sujeto cada vez que se acercaba más a ella, temió pero se obligó a ser fuerte después de todo ella había esperado aquello, sabía que si salía del Homeland ese sería su destino, ese siempre había sido su destino desde que era una niña.
Un par de grandes manos se posaron en su rostro sobresaltandola y supo que el sujeto se había acercado por la calidez de su respiración en su cuello ocasionando también un irrefrenable temor, sus manos dejaron sus mejillas y quitaron de un tirón lo que le impedía ver.
Al alzar la vista Tabbitha lo vio congelándose en su sitio.
Eran los mismos rasgos, sus ojos grises, su mandíbula cuadrada, su rostro, todo en absoluto. Tabbee tenía a su pesadilla justo frente a ella.
Pero él estaba muerto, ¿Cómo es qué estaba tan campante frente a ella?
—No llores mi amor —sus manos otra vez la tocaron y ella no pudo evitar encogerse sin embargo él no prestó atención a su reacción y detuvo sus lágrimas con un beso—, estoy aquí, ahora estamos juntos otra vez Tabbitha.
Ella negó con violencia retorciéndose entre ese par de brazos que la enjaulaban, necesitaba escapar, ella no lo quería cerca de ella, él le había causado mucho daño, no quería volver al pasado otra vez.
—¿Qué haces aquí 135, dónde está mi padre? —preguntó ella haciendo todo lo posible para no llorar pero aquello era algo casi imposible —.
—Está allá arriba preparando unos experimentos, ¿Me extrañaste Tabbitha?
—Sueltame.
Él la miró dolido para después negar con la cabeza.
—No puedo Tabbitha, lo sabes, me alejarían de ti.
Ella apretó su mandíbula fulminándolo con los ojos, lo primero que haría al soltarse sería abofetearlo, lo odiaba más que a nadie.
—¡No me llames Tabbitha, sabes que lo odio!
—¡Basta! Llamarás su atención, quise cerciorarme que estabas bien, ahora me iré.
Él se acercó para besarla no obstante la morena movió su cara para que sus labios no tocaran su boca y en su lugar tocaran su mejilla pero 135 no estuvo conforme entonces tomó su rostro fino con sus manos y dejó un delicado beso en donde antes quería.
Al soltarla caminó hacia la puerta sin mirar atrás nuevamente.
—¿Por qué estás haciendo esto? ¿Por qué te unes a ellos en contra de los tuyos?
135 detuvo sus pasos pero no se dio la vuelta, Tabbee apreció su espalda tensa y supo que la pregunta lo había tomado desprevenido.
—Quizás ellos sean como yo pero no considero a nadie como los míos más que a ti, tu si eres mía Tabbitha y te juro por Dios que te protegeré contra todos, te juro que...
—No soy tuya, no hay esperanza entre nosotros 135, ya no más.
Ella no lo pudo ver pero los ojos del nueva especie se llenaron de lágrimas de impotencia, ella era su compañera, la madre de su cachorro ¿Cómo podía negarlo?
Él no dijo nada, salió de la habitación dando un portazo de furia, pronto la haría cambiar de opinión.
Tabbee suspiró aliviada cuando lo vio irse, 135 nunca la había llamado suya y es que nunca antes habían tenido una conversación tan estrecha, su relación consistía en... Tabbitha cerró los ojos apartando su mente del pasado sin embargo no pudo estar tranquila por mucho rato ya que un par de minutos después la puerta se abrió una vez más pero esta vez no era 135 sino un hombre alto con el cabello canoso que ella conocía perfectamente.
La boca de él se arqueó mostrando una asquerosa sonrisa sádica que ella odio.
—Mi niña está nuevamente en casa, ¿Extrañaste a papá, bebé?

¡Hola a todas! Gracias por leer, comentar y votar una vez más espero que les haya gustado este nuevo capítulo de revelaciones, sean pacientes que actualizo los viernes.<3

HUNTER (1)Where stories live. Discover now