XII

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Hola, les escribía esto para informar a mis lectores de Hunter que he editado la novela en Litnet, todo va a ser muy diferente y no es el estilo que utiliza Laurann Dohner, de hecho para los que leyeron el spinn of de slayer and death ya saben que esta es mi propia saga pero decidí adaptarla a las nuevas especies así que por este motivo no voy a borrar Hunter de aquí pero quería invitarlos a leer como era antes de la adapcion, espero que lo disfruten.

aquí les dejo el link y en los comentarios: https://litnet.com/es/book/luna-de-hielo-b98514

Hunter la vio removerse entre sueños, no la había soltado desde que Tabbee le contó lo ocurrido en su pasado, durante el próximo día debían mantenerse en ese lugar hasta que Danger o su padre los rastrearan. Hunter sabía que desde que era un bebé Justice había puesto un rastreador en él y en su hermano por ello se sentía tranquilo junto a su compañera sin embargo no podía evitar pensar en todo el daño que le había hecho justo allí en el lecho donde ambos descansaban.

Por el momento no podía hacer nada salvo esperar el ataque de las nuevas especies, su padre estaría histérico pero muy poco le importaba, lo único verdaderamente esencial era sacar a Tabbee de ese infierno.
Quería vengarse por sus lágrimas derramadas y por sobre todo quería mantenerla a salvo, cuando los liberaran el padre de Tabbitha tenía que pagar, lo obligaría a hacer la cura a su enfermedad, Tabbee no dependería nunca más de él y le demostraría que las nuevas especies no eran unas jodidas bestias como ella creía, se dedicaría a amarla por el resto de su vida.
La apretó más hacia su pecho, quería sentirla cerca, su nariz aspiró el dulce aroma a coco de su pelo y Hunter no pudo evitar dejar salir un ronroneo.
¿Tenía ella idea de lo que le provocaba?
Hunter trazó con deleite el contorno de sus labios entre abiertos pensando en lo maravilloso que era besarla, instintivamente dejándose llevar por su olor apoyó su nariz en la curva de su cuello para luego dejar suaves besos por el mismo, debajo de la sabana Tabbee estaba desnuda por lo que sin pensarlo Hunter bajó la sabana y su boca buscó la gloria en su pecho derecho, con la lengua dio rústicos lametazos que hicieron que Tabbee se moviera levemente aún sin despertarse. Su gran mano se detuvo en la abertura de sus piernas entonces comenzó su dulce tortura.
¿Por qué no podía contenerse con Tabbitha? Era completamente exquisita como ninguna pero no era solo aquello, Tabbitha tenía algo que lo hacía arder nada más al verla, la necesitaba y no solo era en el ámbito sexual.
Tabbee suspiró deleitada sintiendo la húmeda lengua del macho en sus pechos y los empujes sin previo aviso de sus gruesos dedos en su entrepierna ¿Había muerto e ido al cielo? Aún sin abrir los ojos se aferró a su espalda desnuda dando arañazos en la misma.
Sus caderas se movieron casi automáticamente en un vaivén que no se detendría con facilidad, necesitaba a Hunter, sólo a él podría entregarse de ese modo tan deliberado.
Él gruñó al sentirla tan rendida ante sus caricias, quería dominarla pero no parecer salvaje ante sus ojos él no era una bestia como ella innumerables veces había dicho.
Dejó caer su boca por su abdomen hasta llegar al lugar anhelado, su paraíso.
Sin evitarlo Tabbee gimió complacida por la exploración a fondo de Hunter, su traviesa lengua succionó con embeleso su clitoris y uno de sus dedos jugueteó con su entrada, Tabbee maldijo entre dientes por la descarga de excitación que la golpeó, si Hunter seguía de ese modo ella no podría contenerse en absoluto, extasiada se arqueó contra su boca buscando más de él entonces sus pequeñas manos se deslizaron a los fuertes hombros desnudos de Hunter y después de acariciarlos se dirigió hasta su cabello cenizo tirando de él.
—Dios, sí —gimió cuando lo sintió ronronear—.
Sumida en aquel placer que sólo él podía darle se movió aún más buscando su liberación.
Un empuje más de su áspera lengua en su centro y Tabbee se dejó ir maravillada ante tantas sensaciones juntas.
Hunter nunca la había tratado como nadie, él era dulce pero salvaje y Tabbee casi pudo jurar que entre sus brazos se sintió amada, las inmensas ganas de llorar la golpearon otra vez haciéndola sentir débil pero antes de lo previsto la puerta se abrió y Hunter cubrió su cuerpo desnudo con el de él saltando un gruñido.
Tabbitha alzó la cabeza y pudo ver a su padre sonriendo burlón ante la posesividad del nueva especie.
—Basta de juegos previos animal, quiero que la sueltes en este instante, debo examinarla.
Los fuertes brazos de Hunter se ciñeron más a su cuerpo y aunque ella no lo pudo ver supo que él estaba furioso con su progenitor.
—No te la llevarás.
—No te estoy pidiendo permiso, bestia a demás mi querida Tabbitha no quiere estar contigo ¿No es cierto bebé?
El rostro de Hunter automáticamente giró en su dirección quedando sólo a centímetros de su cara, sus ojos le pedían una respuesta pero ella no podía darle la que tanto ansiaba escuchar.
Apartó la vista de él mirando a su padre.
—Sueltame Hunter.
Aunque no lo planeó su voz sonó dura y demasiado fría entonces sintió las grandes manos de Hunter atrayendo su cara, Tabbee vio el dolor en sus ojos azules y se le encogió el corazón, ¿Realmente él la consideraba su compañera? ¿Qué era para las nuevas especies una compañera? Quizo preguntar pero supo que no era el momento.
—¿En serio piensas que soy una bestia como él dice Tabbee? —La agonía se reflejó en sus fracciones—, ¡No lo mires, mirame a mi Tabbee!
Él es el monstruo que te ha hecho esto, ¡Estás aquí por él!
Tabbitha negó con lágrimas en los ojos.
—Estoy aquí porque quiero, él es mi padre.
—¡Eso no es verdad! ¡Es un maldito bastardo que te usa, es él el verdadero animal! No yo Tabbee.
—Sueltame Hunter —Repitió apartando su atormentada mirada—.
—Ya la oíste bestia.
Hunter no quiso verla más, estaba furioso, no quería perderla de vista, el sabía que la ONE vendría pronto y quería mantenerla a salvo pero ella aun creía que él era como esos nueva especie que le habían hecho daño, sus palabras y desprecios dolían demasiado.
Se apartó de ella y Tabbee tomó su ropa colocándosela con rapidez para irse con su padre.
—Lo siento —susurró cuando pasó por su lado—.
Fue algo casi imperceptible que de no ser por su oído agudo no hubiese escuchado.
Ella en verdad lo sentía y esperaba que Hunter lo supiera.

¡Feliz año nuevo! (Otra vez xd)
5.5k de vistos, me hace muy feliz que la gente me lea y vote de verdad.
Espero que el curso que está tomando la historia les guste.
¡Saludos!

HUNTER (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora