¡Ya no esta!

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El viaje de regreso fue tranquilo, ninguno de los dos dijo algo inapropiado, nos comportamos como lo que eramos, solo conocidos. Miré fijamente a Mark mientras apuntaba cosas en su laptop. ¿Casi pierdo mi virginidad con alguien que no conocía?

Si... Casi...

Suspire profundo pero sin que Mark lo notara, o sino preguntaría. No me sentía una triunfadora, la verdad me sentía una completa estúpida. Nunca me he enamorado, no soy romántica y no suelo expresar sentimientos, soy como una pared o muro, no puedo expresar cuanto quiero a alguien con facilidad. Pero ahora tenía que hacerlo, casi un mes para enterarme que deseaba a un hombre solo superficialmente.

Y me enamoré de uno en menos de dos semanas. Era algo que solo en las películas o novelas pasaba, por eso no quería admitirlo. Si hubiera sido inteligente, y no una estúpida virgen con lujuria, le hubiera dicho de inmediato si a Dylan cuando propuso que fuera su novia. No ahora, cuando casi tuve sexo con su padre.

-¿Que pasa Simone? -Pregunto Mark sin mover su cabeza, seguía viendo la pantalla de su laptop -Estas preocupada ¿cierto?

¡Por Dios, claro que si! Casi tengo sexo contigo, siendo mi primera vez y recalcando que tiene que ser especial.. Además estoy enamorada de tu hijo, y eso me hace ver lo mal que estoy... ¡No puedo verlo a la cara!

-No, claro que no. Solo... Cansada, por el viaje. Ya pasará.

Mark al fin fijo su atención en mi, posando una mirada entre cerrada, como si supiera lo que pensara o al menos intentara saber.

-Bien, confiaré en ti -Diciendo esto, regreso a su trabajo.

-Bien.

Nada bien.

Después de un viaje agotador, al fin estaba en casa. Como siempre, las luces estaban apagadas, eso quería decir que Barby salió con Guillermo. Mark estacionó el auto, y me ayudó con la maleta, la cual pesaba un infierno.

-Tranquila, no pasó nada Simone. Nunca me tocaste, o tuviste algo serio conmigo. Lo nuestro se basó en miradas, indirectas y un leve coqueteo que intentaste hacer en el bar. Eso no significa nada.

Miré con asombro su cara, por que al parecer no fue como yo lo imaginé.

-Pensé que estaba siendo totalmente descarada y ofrecida -Dije con confusión y una risa algo irónica.

-Lo intentaste, pero todo fue forzado. La verdadera Simone no lo quería hacer.

Mi lujuriosa interior no estaba realmente deseosa esa noche al parecer...

-Eso es nuevo. Pero me alegra.

-Y eso me alegra a mi. Hasta luego Simone, descansa.

-Adiós y gracias -Dije algo entraña al agredecerle.

Mark solo alzó su brazo e hizo una pequeña seña con su mano para despedirse. Subió a su auto y desapareció, al menos por ese día, de mi vista.

Ahora empieza lo difícil...

Quería tomar el teléfono, marcar de inmediato el número de Dylan y morir derretida con su voz, pero no era lo que tenía que hacer. Verdaderamente lo que casi hago no tiene perdón.

Romances color vino (Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora