54

11.1K 1.1K 17
                                    

Nuestro amor fue correspondido y me llevó a vivir con él en su hermosa casa en los suburbios.

Decía que nunca había conocido a nadie como yo. Al principio me parecía demasiado bueno para ser real. Ya sabes lo que dicen, al principio todo es rosa y miel, pero luego se muestra la verdadera cara de la persona...

Pues no fue así. Me amó todos los días de mi vida como una mujer debe ser amada. Conocí sus mejores virtudes y sus peores defectos, y así seguimos enamorados.

No pensaba en mi pasado, y él tampoco preguntó por eso. Se lo agradecía que confiara ciegamente en mí, y Alexander sólo me respondía con muchos besos. Besos reales de amor.

Entonces la culpa comenzó a atormentarme. Soñaba con Señor Conejo, y con todas mis víctimas.
La culpa comenzó a destruirme.

¿Sabes?, hay errores con los que uno puede vivir. Errores que podemos olvidar y de los que solamente pasamos página y seguimos sin mirar atrás. Pero lo que yo hice... Era imperdonable. Un pecado mortal para los católicos, una ofensa para la humanidad, una aberración para el mundo. Yo era un tumor en el mundo. Y Alexander no se merecía eso.

BésameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora