Bésame

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-A veces me entraba la nostalgia.
Extrañaba a mi bebé. Me preguntaba cómo hubiera sido el cuidarlo, el verlo crecer... Mi vida se sentía vacía, algo faltaba. Había dejado escapar mi felicidad.
Entonces, me arrepentí, y busqué el orfanato donde mi hijo había ido a parar.

-¿Y qué sucedió?

-Ya había sido adoptado. No se me podía dar información de los padres. Solo supe que eran una pareja joven, en busca de una criatura a la cual amar, ya que no podían concebir por ellos mismos.

-Anne, no llores por favor...

-Ahora debe ser mayor. Mi hijo debe ser grande, debe ser padre de familia. Oficial, por favor encuéntralo.

-No creo poder hacer eso, Anne. No sabría ni cómo empezar.

-¡Te lo suplico!, no me dejes morir en la ignorancia. Sólo quiero saber si es feliz. Solo eso.

-Anne, no voy a hacer eso.

-¡Por favor!, quiero saber de él antes de morir. Sé cuál será el veredicto.

-No sabes eso aún.

-Van a matarme, oficial. Es obvio. Lo veo venir. Y quiero saber de mi hijo. Ayúdeme. Por favor.

-Yo... Veré si puedo averiguar algo.