Bésame

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William abrió la carta.

-Esto es para ti, mamá.- susurró.

"Para la mujer más preciosa y tierna que he conocido. Mi Anne.

Tal vez muchos me piensen loco, porque me he enamorado de una persona imperfecta y alejada de lo normal.
Pero, ¿qué más puedo hacer si ella me ha ofrecido todo su amor?, ¿por qué no debería perdonarle sus errores?

Todo lo que le dije, es real. Ella es mi mayor sueño, mi mayor anhelo, mi mayor todo. Sin ella, no soy nadie.
Es la pieza de mi rompecabezas que hacía falta.

Y sin importar nada, quiero estar con ella.

Solo con ella.

Todos cometemos errores. Unos peores que otros. ¿Y qué hacemos al respecto?, ¿juzgar a las personas por sus fallas?, ¿y sus buenas acciones?

Un solo error es capaz de opacar a diez mil acciones buenas.

Y no debería ser así. Debería ser lo contrario.

Debemos amar. Amar a esa persona como si se tratara de nuestra vida misma, sin importar el pasado.
Porque el pasado son solamente páginas en donde se encuentra nuestra vida de antes, que no tiene relevancia en las páginas que ahora se están escribiendo.

El presente es ahora.
Mi presente es Anne.
La Anne que conozco, no la Anne que fue.

Con la Anne de ahora me casaré y formaré una familia; no con la Anne de antes.

De tanto reflexionar, he decidido volver. Cualquiera que lea esto, necesita saber que ahora mismo volveré a Anne, antes de que piense que la he abandonado.
Porque nunca la abandonaré.

La amo como a nada en el universo.

Y ahora voy por ella.

Voy por ti Anne.

Espérame.