Yo soy tu ángel y único protector [MikaYuu/ReCus/KimiYoi] |Resubiendo|

→ Cuatro

Yoichi dejó salir un muy ligero grito cuando sintió que alguien lo había jalado del cuello de la camisa para evitar que un camión le pasara por encima; pero al voltearse para agradecer a aquella persona por salvarlo, no encontró a nadie.

Entonces simplemente hizo un gesto de confusión mientras esperaba que la señal cambiara para poder cruzar, pero esta vez, guardó su teléfono en su bolsillo para prestar atención a su alrededor; y retomó su camino a casa, teniendo detrás de él a un ángel pelirrosa.

—Deberías ser más cuidadoso —suspiró el de lentes—. ¿Qué haré contigo, pequeño?

El ojioliva caminaba tranquilamente y ya más pendiente de su entorno, pensaba sobre su novio a la par que sonreía; y fue cuando alguien lo abrazó sorpresivamente, ¿un violador? ¿un secuestrador? ¿un loco que...? Ah, no, solo era Narumi, su novio.

—Hola, amorcito —saludó el castaño mayor.

El de lentes hizo una mueca de desagrado.

—H-Hola, Narumi —sonrió el ojioliva.

—De verdad eres un excelente actor —se burló sarcasticamente el ángel—. Y pensar que luces tan inocente y cuando piensas en ese horrible ser humano por las noches, enloqueces.

Kimizuki hizo cara de asco cuando les vio besarse y caminar hacia la cafetería en donde se suponía que iban a reunirse; odiaba a aquel hombre, y mucho más porque lo estaba acompañando una diablilla.

—Aún siguen con esa relación y es asqueroso —rió la diablilla de nombre Chess.

—Eso es porque tú no dejas de tentarlo diciéndole idioteces sobre Yoichi —defendió el poste.

—Y tú con celos de que el enano esté con mi humano y no contigo —la diablilla le mostró la lengua para luego desaparecer envuelta en flamas.

—¿Celoso yo? ¿de ese idiota? Ya quisiera esa loca que así fuera —renegó.

Kimizuki era uno de los ángeles "invisibles", aquellos a los que, aunque eran enviados a cuidar a una persona, no les era necesario "introducirse demasiado" en su vida; esos que cuidaban desde lejos a su humano, que los ayudaban desde las sombras, ocultándose.

Como por ejemplo cuando el de lentes salvó a Yoichi de ser atropellado por un camión; y es que su humano era torpe.

Aunque quizá "torpe" no era la mejor palabra para describirlo, simplemente era un chico complejo, tan solo eso podía decir siendo que siempre estaba a su lado y sabía casi todo de él; había descubierto mucho de su humano y el hecho de pensar que ese pequeño de ojos verde oliva ni siquiera sabía de su existencia le revolvía el estomago.

Con vuelo presuroso, y al darse cuenta de que se había entretenido discutiendo con la diablilla, se encaminó hacia la supuesta cafetería en donde se suponía que esos dos iban a estar, pero no los encontró; aquello le hizo chasquear la lengua totalmente enojado.

—Scarlett —llamó en voz alta.

"¿Sucede algo?"; preguntó ella amablemente, haciendo eco con su voz en su cerebro.