The Negan's Origin.

14.

- Noooo, la mano derecha abajo, si...así muy bien.- Dije a George, un chico que no sabía coger bien el arma.- Ya que al fin todos sabéis sujetar un arma, os enseñaremos a como defenderos con ella en casa de que no tengáis munición.- Roger, San y yo hicimos los gestos con las pistolas.- Este.- Señalé un lugar en mi cabeza.- Es el punto que tenéis que golpear para dejar inconsciente a tu enemigo.

Todos empezaron a practicar mientras otros intentaban matar caminantes con cuchillos.

- Vamos, no es tan difícil, vigilar bien vuestras manos, tenéis que estar atentos siempre. Esto no es como un juego en el que tienes 3 vidas, recordarlo, solo hay 1 vida, no podeis desperdiciarla.

- Negan.- Me llamó Roger.- Encontramos una casa, habían medicinas, latas de comida, y unas cuantas cajas de cigarrillos.- Mmm.. cigarrillos, hace mucho que no fumaba...

- Bien, dame una caja, y ofreceles una a los chavales, se están esforzando...- Escuchamos grito a nuestras espaldas.

Fuimos corriendo y eran unos tres caminantes los que asustaron a los chicos, nos acercamos y los matamos.

- No estoy seguro...- Dije cuando matamos a los caminantes y miré hacia los hombres. - Creo...creo que escuché ¿gritos?

Todos callaron y solo se dedicaron a seguirme con la mirada.

- ¿Un grito?- Pregunté burlón.- Wow, estamos en un puto apocalipsis y seguís...¿ gritando como niñas pequeñas?- Comenté con una sonrisa.- Que sea última vez que escuche gritos..sois hombres, creo que ya todos tenéis pelos allá abajo.- Señalé con mi bate sus miembros.- No.Más.Gritos- Dije finalizando todo.

Volvimos a Woodbury cuando ya estaba anocheciendo. Cogí una cigarrillo y lo metí en mi boca, una vez encidido sentí su humo recorriendo mi boca y pulmones.

- Roger ven a mi oficina.

- Claro.- Se despidió de una chica con la que hablaba.

- ¿Nuevo ligue?- Dije mientras entrábamos.

Asintió y se sentó delante de mi escritorio, le ofrecí un cigarrillo y lo aceptó.

- Todo nos va muy bien...pero, ¿ que pasará cuando los alimentos acaben? Oh cuando no hayan suficientes medicinas...Aqui hay muchas bocas que alimentar, y muchos traseros que mantener a salvo.- Él asintió dándome la razón.- Lo que pensé fue...¿Y si para cuando llegue ese día, nosotros ya estamos preparados? Ya sabes...Tenemos alimentos asegurados en algún lugar.

- ¿ A que te refieres? ¿Esconder comida en alguna casa abandonada?- Dijo dudando.

- No, hombre, no- Reí.- Saquear.- Sonreí.- Saquear otras comunidades, dentro de pocos meses seguro que se unirán muchas personas...Seremos muuchos más. Mi propósito de las salidas es que los habitantes de Woodbury aptendan a sobrevivir, pero también... que estén preparados para cuando vayamos a saquear a otras personas.- Él asintió.- Por ahora no nos hará falta la búsqueda de alimentos. Pondré a alguien para que tenga la contabilidad y racione bien la comida, todos llevaremos la misma cantidad. ¿ Es justo, no?

- Sí..me parece buena idea.- Me levanté y dí un ligero apretón en su hombro.

- Sabía que podría contar contigo, eres mi ojito derecho- Le guiñé el ojo sonriendo.- Puedes irte.

Se despidió chocando los puños conmigo, escuché la puerta sonar indicando que alguien quería pasar.

- Hola- Apareció Stalin por la puerta, tan radiante como siempre.- ¿ Qué tal os fue?

- Ven aquí pequeña..- Indiqué que se sentara en mis piernas, ella lo hizo y quedamos a pocos centímetros el uno del otro.

Stalin.

Pude observar bien su rostro de cerca, toqué su barba con las yemas de mis dedos y sentí que me tocaba la espalda baja.

- Hoy nos fue..genial.- Dijo sonriendome.

- Me alegro.- Mostré una media sonrisa.- Negan..yo quería decirte si, bueno, ¿podría ayudar en algo? No quiero sentirme una inútil en este lugar, necesito..distraerme.

-¿De qué te gustaría encangarte?- Comentó después de dar una calada a su cigarrillo.

- Proteger los muros, estar allí arriba con Martinez y Tom.

- No creo que sea buena idea..

- Por favor, así mejoraré mi puntería, ahí arriba no correré ningún peligro.

Lo vi pensandoselo y asintió no muy convencido con la cabeza.

- Bien!!- Lo abrazé. Besé sus labios los cuales ahora tenían sabor a tabaco.- ¿Hacemos algo hoy?

- Dormir, estoy muy cansado cielo.- Dijo tocándose la frente.

- Oh..lo entiendo, claro vamos a dormir.- Le mostré una pequeña sonrisa mientras me levantaba.

- Te traje ropa..- Comentó.- Te quedará muy bien.- Dijo mirándome de arriba a abajo.

Asentí y subí a nuestra habitación, esperando que mañana sea un día no tan aburrido como el de hoy.