The Negan's Origin.

25.

No sé como lo hicieron pero mis hombres lograron meterme en el coche, en el camino a El Santuario ( Así nombramos a la fábrica en la que vivíamos) no paré de pensar en ella...no pude ni despedirme, Dios, lo estábamos arreglando, estábamos... regresando a ser lo que eramos..

Llegamos y todos bajaron del coche, yo fui el ultimo en hacerlo, salí del coche y a paso rápido me dirigí a mi habitación. Al llegar cerré la puerta de un golpe y me senté en la cama.

Esto no era posible, ella no puede estar muerta..no no no, tiene que..haber una explicación... ella está viva sí...

Me prometí a mi mismo no llorar, pero no pude aguantar más, llevé una mano a mi boca y las lágrimas caían y caían.

Recuerdos de nosotros dos juntos pasaron por mi mente, esto no es posible, ella no puede estar muerta..

Me pasé toda la noche llorando y bebiendo alcohol, esto no se quedaría así, Hilltop me lo iba a pagar, Gregory...me iba pagar haber matado a mi pequeña.

Narradora.

Desde ese día Negan cambió, supo que al no tenerla a su lado su vida no sería lo mismo, se propuso ser más duro, más preciso, más inteligente, más observador, no soportaba las traiciones y Hilltop lo había traicionado, para Negan esa fue la oportunidad de darse a conocer, de que sepan con quien se metieron.  Un nuevo Negan infundiría terror a los habitantes de Hilltop, y estos no tenían ni idea de en que lío se metieron.

Negan.

4 dias después.

- ¿Estas seguro de que quieres volver?- Preguntó Roger.

- Sí, esta vez iremos más, tendremos más cuidado...- Dije serio.- Hoy no permitiré que ningún salvador muera.

Los hombres que estaban sentados en la gran mesa me escuchaban atentos.

- Hoy nos vengaremos...No saben con quien se metieron.- Sonreí.- Preparar los coches, saldremos dentro de media hora.

....

Abrimos por nuestra cuenta las puertas de Hilltop, sus habitantes miraron asustados a nuestra dirección.

- Gregory!!!- Grité.- Quiero a Gregory!!

Este salió de su casa y vino hacia mi.

- Ne..gan.

- Quiero que reúnas a todos los habitantes de Hilltop.

- ¿Para qué...?

- A TODOS!!- Grité.- Y como me entere que hay alguno escondido...- Hice una mueca.- No me hará mucha gracia, Gregory. ¿Sabes? Lucille tiene ganas de jugar. No la hagas esperar y reúne a todo tu puto pueblo.

Asintió y se fue llamando casa por casa a la gente para que salieran.

Al rededor de 50 o 65 personas estaban de pie delante de mis ojos.

- ARRODILLAROS!!- Grité. Mis hombres estaban a sus espaldas con armas apuntándoles a las cabezas.- Bien.- Comencé desde la izquierda a observar bien a las personas, la primera era una señora, muy fea por cierto.

Seguí con mis ojos la gran fila de habitantes y vi a la primera mujer que merecía la pena.

- Roger, llevatela.- Señalé a la mujer y este hizo lo que le mandé.

Y así fue con 8 mujeres más.

Mi mirada cayó en la de Gregory y sonreí, a su lado estaba su mujer Amanda, y al lado de esta su hija, Helen.

- No sé a quien matar, o a ti.- Señalé con Lucille a Gregory.- A ti.- Señalé a Amanda.- O...a ti.- La ultima fue la pequeña Helen.- Gregory...por tu culpa..perdí algo, algo que era mío.- Grité.- Mejor dicho...alguien.- Recordé a mi pequeña.- No me parece justo que yo pierda algo y tú no.

- Lo siento mucho...yo...

- Shhhh.- Lo callé.- Sabes...yo tengo mis reglas, entre ellas..no matar mujeres ni niños.- Me toqué el rostro pensativo.- Pero estamos en un puto apocalipsis, ¿Quién sigue las reglas?- Levanté a Lucille y en un rápido movimiento cayó sobre el cráneo de Amanda, di uno, dos, tres, cuatro golpes y su cuerpo quedó en el suelo. Miré a Gregory y este estaba llorando.- Que pena..tu mujer era hermosa.- Comenté mirando sus sesos en el suelo.- Ey pequeña ven aquí conmigo.- Llamé a la pequeña de 3 años.

- Por favor...no le hagas nada.- Dijo Gregory sollozando.

-¿Eres Helen, no?- La pequeña asintió y miró al suelo.- Tranquila, tu mami ahora está en un lugar mejor.- Mandé a los demás habitantes de Hilltop que se fueran a sus casas, menos a Gregory y a Helen.

- No la mates, por favor te lo pido, no a ella...- Lloró.

- Pequeña ¿quieres venirte conmigo a mi casa?- Dije ignorando a Gregory, la niña negó con la cabeza y lágrimas empezaron a caer de su rostro.- Bien...- Besé su cabeza.- Camina a paso lento en dirección a tu padre.

Ella hizo lo que le pedí, y cuando estaba a punto de llegar a los brazos de Gregory, saqué mi pistola y disparé en la cabeza de la niña.

- NOOOOO!!!- Gritó sujetando el cadáver de su hija entre los brazos.

- Dentro de una semana vendré a por mis cosas, no volváis a intentar nada...ya sabes como acaban las cosas.- Señalé a los dos cuerpos. Sin despedirme me di la vuelta y caminé hacia mi coche, mis hombres me siguieron y cada uno se subió a su vehículo, y así nos encaminamos de vuelta a casa.