The Negan's Origin.

37.

- Yo...iba al baño.- Susurré nerviosa.- No le digas nada a Negan por favor. Dwight sabes que me cortará la cabeza....

- No le diré nada..- Sonrió.- Pero vuelve a tu habitación.

- Quiero verle.

- No puedes.

- No me iré de aquí sin verle, Dwight...

- Ahora corres mucho peligro, espera un tiempo y te diré dónde está, pero no te quiero ver por aquí, ¿entendido?

- Gracias, gracias, gracias.- Abrazé a Dwight, con él cual cogí mucha confianza últimamente.- Tratalo bien, por favor.

- De acuerdo.- Se apartó de mi y se fue.

Sabía que podía confiar en la palabra de Dwight, a pesar de que fuera uno de los hombres de confianza de Negan, también era mi amigo, y sabia que no me traicionaría.

Volví a mi habitación y esta vez fui capaz de dormir.

Al día siguiente.

Negan.

Llegué al cuarto en el que teníamos encerrado al arquero, el cual me dijeron se llamaba Daryl. Abrí la cerradura de la puerta y entré, este se encontraba en la esquina del lugar tapándose los oídos, le pusimos toda la noche una canción insoportable para torturarlo.

- Traigo tu comida, perro asqueroso.

Le ofrecí el bocadillo que le hice relleno de comida para perros.

- Cogelo.- Ordené. No hizo caso así que tiré el alimento al suelo.- Bien, como tú quieras.- Salí y puse otra vez aquella canción.

Subí a la habitación de Stalin y abrí la puerta.

La encontré colocándose su camiseta blanca ajustada que le queda tan bien, silbé y ella se asustó.

Di unos cuantos pasos dentro de la habitación y acerqué nuestros cuerpos, la cogí de la cintura y la besé. Ella al principio intentó apartarse pero después siguió el beso. Levanté su cuerpo y lo llevé a su cama, su espalda tocó el colchón y yo me coloqué entre sus piernas.

- Negan...no.- Dijo posando sus manos en mi pecho para apartarme. Seguí besándola y saqué su camiseta.- Negan!!!- Gritó.

Con ayuda de mis manos bajé sus pantalones dejándola en ropa interior, besé su cuello y oí pequeños sollozos procedentes de ella.

- No..por favor.- Lágrimas caían de sus ojos y dejé de besarla. Me separé de ella y la miré.

Lucía tan..inocente, tan...

Se puso la ropa de nuevo entre lágrimas y sollozos. Mientras yo estaba sentado en su cama, con mis codos apoyados en mis rodillas.

- Stalin...

- Sí. Ya sé lo que dirás...- Dijo difícilmente.- Que lo sientes...no lo volverás a hacer...Negan..es la segunda vez que me intentas...

- No quería hacerlo...

Miré sus ojos llorosos y aparté la mirada. Me levanté y salí de su habitación.

Stalin.

No quería estar ni un día más en este lugar, cuando Negan me besó sentí que volvería a ser el mismo de antes..pero me equivoqué.

Salí de mi habitación cuando me calmé, estuve fuera de la fabrica observando cómo algunos de los sirvientes de Negan estaba en el campo de los caminantes, un campo él cual estaba lleno de esos seres.

Entre los hombres que habían allí vi una figura familiar, acerqué mi cuerpo a la valla que separaba él campo de la fábrica y pude ver bien, era él, Daryl era uno de los sirvientes de Negan.