Capitulo 49

13.3K 642 60
                                    

Abro los ojos lentamente, no sé dónde estoy.

_Anastasia, al fin despiertas. — Dice un Christian preocupado, demacrado, con los ojos rojos de haber llorado.

¿Cuánto tiempo llebo dormida?, no lo sé, pero parece que ha sido mucho tiempo, y aún así, estoy bastante cansada, me duele todo el cuerpo.

_¿Christian?. — Digo con la voz apenas audible.

_Si pequeña, soy yo, dios mío, pensé que te perdía. — Dice Christian destrozado. No me gusta verle así.

_¿Y mi bebé?, ¿y Mía?. — Pregunto ansiosa por saber.

_Nuestro bebé está con mi madre, el pobre no ha parado de llorar, te hechaba de menos, al igual que yo Anastasia, no vuelvas a hacerme esto. — Dice Christian y aprieta mi mano con fuerza.

_Lo siento, no sabía que hacer.
— Logro decir. Me encuentro muy débil y apenas me salen las palabras.

_Joder Ana, pensé que no despertarías, cuando te ví inconsciente tirada en el suelo, quisé morirme, no quiero más sustos pequeña. — Dice Christian y me abraza.

Al fin siento su calor, lo hechaba demasiado de menos, no se cuanto tiempo llevo aquí, pero por fin estoy con él, y eso me tranquiliza, por un momento pensé que no volvería a ver a mi familia.

_¿Y Elena?. — Pregunto aún con miedo.

_En la cárcel Ana, al fin sé ha hecho justicia. — Dice Christian más tranquilo.

Grace aparece con nuestro pequeño en brazos y al verme despierta me entrega a mi bebé, mi pequeño está llorando, lo cojo entre mis brazos y se calma.

_Tranquilo Teddy, mami está bien.
— Dice Christian y acaricia a nuestro bebé con ternura.

Grace se marcha y nos deja solos

_Al fin Teddy está tranquilo pequeña, eres el pilar de esta familia, si te hubiese pasado algo me muero, te necesito, te necesitamos. — Dice Christian mientras una lágrima resbala por su mejilla.

No puedo evitar emocionarme, todo esto fué inesperado, Christian y yo nos unimos por este angelito que está entre mis brazos, pero el amor se ha encargado del resto, yo le necesito a él, y él me necesita a mi, eso es obvio.

_Ana, esto que ha pasado, no quiero que se repita, he sentido miedo de verdad, pensé que no volvería a abrazarte, a besarte, a tocarte...no sabes cuanto te necesito, es por eso que quiero que seas mía para siempre. — Dice Christian y deja de abrazarme para sacar algo del bolsillo de su abrigo.

_Soy tuya Christian, no lo dudes nunca, y jamás me vas a perder. — Digo tratando de tranquilizarle.

_Pequeña, estoy locamente enamorado de ti, desde aquella noche en la que concebimos a este angelito que duerme en tus brazos, me quedé prendado de ti, de tus ojos azules, es que te miro y me pierdo, es por eso que me gustaría que fueses la señora Grey. — Dice Christian y de pronto saca una cajita color azul de su bolsillo.

Oh dios mio, ¿es lo que creo?. Miles de lágrimas inundan mis ojos pero está vez es de felicidad.

Christian se acerca con la cajita y de ella saca un precioso anillo. Si, mi sueño se ha hecho realidad, no hay nada que desee más que ser de Christian para siempre.

_Pequeña sé que mereces algo mejor que esto, pero aún así, te lo voy a preguntar ya porque estoy ansioso por que me des una respuesta. — Dice Christian poniéndome más nerviosa

Me llevo las manos a mi boca, ya que siento que en cualquier momento gritaré de felicidad.

_Anastasia Rose Steele, ¿me harías el honor de ser mi esposa, y unirte a mi para siempre?. — Pregunta Christian nervioso, el pobre está temblando.

Estoy en shock, no me salen las palabras, esto es tan inesperado...bueno, como todo lo que he pasado con Christian.

_Pequeña, di algo por favor. — Dice Christian más nervioso aún.

_Christian, esto...no me lo esperaba, esto es demasiado, yo...claro que quiero casarme contigo. — Respondo emocionada, y al instante ya siento sus labios juntarse con los míos. Parece que está historia tan inesperada, acaba con un felices por siempre.

Christian no para de abrazarme emocionado.

Dos meses después...

Estoy muy nerviosa, hoy por fin seré la Señora Grey, ¿podría ser más feliz?

Me miro al espejo, y veo a una mujer vestida de blanco, una mujer capaz de cualquier cosa, ya nada queda de esa joven inocente, ya no hay miedos, ya no hay obstáculos que me impidan ser feliz.

_Estas preciosa hija. — Dice mi madre emocionada.

Al ver llorar a mi madre, la abrazo y juntas lloramos de felicidad, este día está siendo perfecto.

Mi padrino de bodas, que es Bob, mi padrastro, ya que mi padre está en un psiquiátrico, me informa de que el novio está muy impaciente y que salga ya o le va a dar un infarto

Me miro por última vez y sé que ya estoy lista para salir ahí fuera y casarme con el hombre de mi vida

Salgo de la mano de Bob, que me guía hasta el altar, donde se encuentra Christian más que nervioso

Christian está especialmente guapo, sus ojos grises brillan más que nunca, y me sonrojo al sentir su mirada clavada en mi, me encanta que me mire así, me encanta la idea de ser suya para siempre.

Llego al altar y miro a Christian embobada, mi hombre es todo un dios griego, no podría haber escogido a un hombre mejor con el que pasar el resto de mi vida.

_Estas preciosa pequeña. — Dice Christian con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

_Tu si que estas guapo Christian.
— Contesto mirándole fijamente.

Nuestras miradas se cruzan una vez más, gris con azul, diciéndonoslo todo con la mirada.

_Anastasia Rose Steele, ¿aceptas a Christian como tu legítimo esposo para amarlo, respetarlo, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?. — Me pregunta el cura.

_Si, si quiero. — Contesto perdiéndome en sus ojos grises una vez más.

_Christian Trevelyan Grey, ¿aceptas a Anastasia como tu legítima esposa, para amarla, respetarla, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?. — Vuelve a formular la pregunta el cura

_Si, claro que quiero, estaría loco si no quisiera. — Dice Christian perdiéndose en mis ojos azules, que ahora mismo brillan más que nunca.

_Dicho esto, yo os declaro marido y mujer, Christian, puedes besar a la novia. — Dice el cura al fin.

Christian me atrae hasta él y besa mis labios como nunca me había besado, este es nuestro primer beso como marido y mujer, aun no me creo que todo esto esté pasando.

Nos separamos de un largo e intenso beso y los invitados comienzan a tirarnos arroz y a gritar ¡que vivan los novios!

Grace nos entrega a nuestro bebé, que está guapísimo, y los tres posamos para una foto.

Soy la mujer más afortunada del mundo, tengo una familia a la que amo con locura, ¿que más podría pedirle a la vida?.

Christian vuelve a entregarle nuestro bebé a Grace. Es hora de subir a la limusina e irnos de luna de miel.

Subimos a la limusina y Christian besa mis labios ansioso, yo obviamente le correspondo el beso.

¿Felices por siempre?. — Dice Christian emocionado.

_Felices por siempre. — Respondo yo también emocionada.

Nuestros labios vuelven a juntarse, ya no hay nada ni nadie, que pueda separarnos.

Fin.

Buenas noches, espero les haya gustado el capítulo.

Gracias por leer, votar y comentar.

Nos leemos pronto.

Besoos

Embarazo inesperado (Terminada)Onde histórias criam vida. Descubra agora