Capítulo 3

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—¡Cameron! —Escuche que me llamaban desde el primer piso, me acomode la camiseta y baje las escaleras, me dirigí a la sala.

—¿Si?, ¿Qué pasa? —Fruncí el ceño, mi hermana me vio molesta y me mostró un brazalete roto.

—¿Tu lo rompiste? —Estaba molesta, yo negué con la cabeza y ella miro el brazalete con tristeza.

—Esta bien —Me vio un poco triste, yo la abrace y ella me correspondió el abrazo, nos separamos y tomé mis cosas.

Mi hermana es una gran chica, ella es tres años mayor que yo, y la quiero con todo mi ser, ella es mi mejor amiga, mi consejera, mi compañera de todos mis momentos felices. Sin ella no se que haría, y verla triste me entristece a mi.

Borre mis pensamientos y me dirigí a la puerta para salir, abrí la puerta pero al abrirla vi una fuerte lluvia caer y el viento chocar en mi rostro, cerré la puerta y subí a mi cuarto, empecé a buscar mi paraguas y no lo encontraba, me agache y revise debajo de la cama... nada, abrí el armario y otra vez nada. Suspiré y pase mi mano por mi cabello ¿Donde está?, llevé mi mirada hasta la puerta de la habitación y me acerque, ahí estaba, detrás de la puerta, la tome y baje de nuevo, abrí el paraguas y luego la puerta salí corriendo a la cafetería que quedaba cerca.

Amaba ir y tomarme un café caliente, y ahora que está lloviendo es aún mejor.

Camine con calma bajando la colina mientras miraba todas las casas al mi alrededor, camine una cuadra más y me paré enfrente de una casa, la casa de los Anderson. Ahí vive la chica más bella que mis ojos han visto, Jade Anderson, una chica misteriosa, callada, pero fuerte, me encanta. Su habitación daba a la calle y pude ver que las cortinas estaban cerradas, tal ves aún seguía durmiendo.

Sentí algunas gotas de lluvia chocar contra mi rostro, así que apresuré mi paso y poco después llegué, entré y sacudí mi paraguas para quitarle un poco el agua y no mojar la cafetería, cerré el paraguas y entré por completo, al mirar dentro de la cafetería mis ojos se encontraron con los de ella... Jade. Una alegría se formó en mi y también los nervios me atacaron, camine hasta una mesa justo enfrente de ella, no podía quitar mi mirada de sus bellos ojos.

Puede sonar tonto pero nunca he hablado con ella, nunca nos hemos saludado y dudo que al menos sepa quien soy yo. Pero cuando entré al primer día de clases en el instituto hace unos años, me enamore de inmediato de ella, su sonrisa sarcástica, sus bellos ojos, su todo. Nunca me atreví a hablarle por miedo, mi mejor amigo, Carter,  siempre me ayuda y me aconseja pero cada ves que me acerco a ella mi corazón late con fuerza y me devuelvo. Y ahora que el verano va a terminar la veré aún más seguido y eso me alegra demasiado.

Cuando me senté en la silla pude verla ¿incomoda? No lo sé, pero se veía molesta o algo así, pero no le tome importancia. Pedí mi café y esperé mientras miraba la lluvia caer, minutos después la camarera me lo sirvió bien caliente, amaba el olor a café. No pasaron ni 15 minutos y Jade salió de la cafetería muy rápido, tal vez tenia algún compromiso pero quería que estuviera ahí. Tome el ultimo sorbo de café y pedí la cuenta.

Pague con efectivo y lo deje a un lado, y la chica lo retiro con una gran sonrisa en su rostro sabiendo que le había dejado un poco de propina. Me quede sentado un poco más hasta que se detuviera la lluvia y cuando lo hizo me levante y salí de la cafetería. Camine unos pasos pero luego me pare en seco, de inmediato recordé lo que paso en mi casa antes de salir así que ¿por que no comprarle un nuevo brazalete a mi hermana?.

Me dirigí a la parada de bus y esperé a que viniera uno que me lleve al centro de la ciudad, podía ir por mi auto pero no quería subir la colina así que tome el camino fácil. Cinco, diez, quince minutos después llegó un bus y me monte, vi que casi no había nadie así que me senté en uno de los primeros asientos cerca de la ventanilla y pude ver que el cielo estaba azul de nuevo y el sol estaba a su altura máxima. Cerré los ojos un poco y sin darme cuenta ya había llegado.

—¡El centro! —Gritó el conductor, me levante y baje del bus, camine hasta una plaza en donde habían muchas tiendas y en el centro una gran fuente con bancos de madera a su alrededor para poder sentarse y conversar o a leer un buen libro. Entré en una tienda en donde creo que vendían accesorios y efectivamente los vendían.

Empecé a caminar por toda la tienda en busca de un lindo brazalete, encontré uno color azul con adornos plateados y dorados, era perfecto. Me acerqué a la caja y esperé mi turno, cuando llegue con la cajera le di el brazalete.

—¿Es para tu novia? —La cajera pregunta con tono coqueto, sonrío de lado y ella coloca un mechón de su cabello detrás de su oreja.

—No, para mi hermana —Le entregué el dinero.

—Que afortunada por un tener a un hermano como tu —Rió suave. Colocó el brazalete en una bolsa pequeña y me la entrego —Que tengas un lindo día—Me guiño el ojo y me fui.

Salí de la tienda y reí, no podía creer lo que me acababa de pasar. Regrese a mi casa y mientras subía la colina me detuve de nuevo a ver la casa de los Anderson, las cortinas de la habitación de Jade estaban abiertas, una sonrisa se formó en mi rostro. Seguí caminando y al llegar saque mis llaves y entre, cerré la puerta y empece a buscar a mi hermana.

—¿Sarah? —Grite y no escuche ninguna respuesta, camine hasta la sala y repetí —Sarah, ¿estas aquí? —Todavía no obtenía ninguna respuesta, subí al segundo piso y me dirigí a su habitación, toque la puerta y unos segundos después ella me abrió, entre y cerré la puerta detrás mio.

—Pensé que no estabas en casa —Me senté en su cama.

—¿Me estabas llamando? No te escuche —Se sentó a mi lado.

—Te compré algo —Saque la pequeña bolsa del bolsillo de mi pantalón, saque el brazalete y los ojos de Sarah se iluminaron.

—¡Aw!, Cameron no debiste —La tomó de mi mano.

—Claro que si, no podía verte triste —Tome el brazalete, lo desabroche y se lo coloque en la muñeca, ella sonrió de oreja a oreja y me abrazo fuerte, le correspondí el abrazo y me separe —Bueno, te dejo —Me levante y salí de la habitación, entre en la mía y me recosté en la cama, enseguida Jade vino a mi mente y una gran sonrisa se dibujo en mi rostro, definitivamente ella me alegró el día.


***

Hola! Aquí tienen otro capitulo, espero les guste y que hayan conocido a nuestro lindo Cameron.

¡Ah! Y para aclarar cualquier duda, todo lo que sucedió en este capitulo fue el mismo día que el del capitulo anterior sólo que este fue narrado por Cameron. Es solo para aclarar XD.

Por cierto ¿Que opinan del encuentro de él y de Jade?

¡Comenten y voten!.

Nos leemos pronto, adiós!!

A.C

Mente RetorcidaWhere stories live. Discover now