Capítulo 12

118 17 0
                                    


Desperté justo a las seis de la mañana listo para otro día de clases. Pareciera que fuera el único que le gusta ir al instituto y estudiar, pues en el futuro eso es lo que nos quedará, todo lo que hemos aprendido, eso será nuestro sustento y lo que nos ayudará a sobrevivir. Mi padre trabaja en el gobierno y si no fuera por haber ido a la universidad no fuera lo que hoy en día es; y mi madre es una gran odontologa que estudió en una de las mejores universidades del país, y mi sueño es llegar a ser como ellos, estudiar en una gran universidad y ser una gran persona en el futuro.

Me vestí y baje a la cocina en donde se encontraba mi madre y mi hermana, me senté en la mesa junto a ellas y vi que mi tazón con cereales estaba servido.

—Buenos días —dije sonriendo mientras metía una cucharada a mi boca.

—Buenos días —dijeron ambas al unísono.

—Hoy te llevaré al instituto — mencionó Sarah untándole mantequilla a su tostada.

—Esta bien —ella sonrió y siguió aplicándole mantequilla a sus dos tostadas casi quemadas.

Terminamos de comer y salimos de la casa, nos montamos en la camioneta negra de mi hermana y ella arrancó. En menos de cinco minutos llegamos y me baje del auto pero antes de seguir caminando ella me llamo.

—¡Cameron! —se asomo por la ventanilla.

—¿Si? —fruncí el ceño.

—¿Te vengo a buscar después de clases? —preguntó sonriente y yo asentí, ella cerro la ventanilla y se fue colina arriba.

Entré al instituto y esta vez menos guardias estaban vigilando la zona, camine hasta mi casillero y lo abrí para buscar mi libro de biología.

—Hey — escuche a Carter detrás mío, me voltee y lo vi con una sonrisa de lado— ¿Cómo estas? —Pasó su mano por su cabello castaño.

—Bien — subí los hombros y el bajó la cabeza —¿Y tu?.

—Lo siento —soltó rápido y me sorprendió su disculpa.

—¿Por qué te disculpas? —pregunté confundido.

—Por haberte obligado a hablar con Jade —rasco su nuca incomodo, yo sonreí.

—Tranquilo, no paso nada —respire y seguí—Todo esta bien, algún día tenía que hacerlo.

—Bueno — sonó el timbre y ambos nos dirigimos a nuestros respectivos salones.

La clase fue divertida, hicimos un experimento nuevo y me salió muy bien. Es típico hacer un experimento raro cada dos semanas y eso me agrada, aunque el último que hicimos fue asqueroso ya que tuvimos que abrir un corazón de vaca.

Tres clases después terminamos y todos se despidieron felices y salieron del instituto, yo me quedé afuera esperando a mi hermana mientras jugaba con mis dedos, pasaban los minutos como horas y ella no llegaba.

—¡Hola! —subí la cabeza y vi a mi querida hermana enfrente mío.

—Al fin llegaste —sonreí aliviado, odiaba quedarme solo esperando.

—Siento la tardanza —sonrió de lado.

—Vayámonos — dije caminando y ella se colocó a mi lado derecho, pude ver a Jade en la parada del bus con la mirada pérdida, se veía bella con el viento moviendo su largo cabello.

—¿Por qué te paraste? —mi hermana me saco de mis pensamientos, me miró frunciendo el ceño.

—¿Qué? —levante una ceja pero luego me di cuenta que estaba parado a unos metros detrás de mi hermana—Oh... nada —reaccioné y seguí caminando pero voltee a ver a Jade y mi hermana me dio un pequeño codazo.

Mente RetorcidaWhere stories live. Discover now