Capítulo 26 - Final

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Dos meses, han pasado dos meces desde que encerraron a la asesina de la ciudad. Liberaron a la Natalie Cooper otra víctima de la asesina, usada para hacerla pasar por ella.

Ahora sí, todo ha acabado y ya podemos andar libres en las calles sin temer por nuestras vidas. Toda esta pesadilla ha terminado, no hay más miedo.

Ahora puedo decir que todos aquellos que han muerto, incluyendo a mi hermana, han sido vengados, no han muerto en vano. Ahora pueden estar en paz del otro lado, sabiendo que sus seres queridos pueden vivir a salvo.

No es fácil saber que la asesina era una chica cualquiera, que asistía al mismo instituto que tú y sobre todo, que estabas enamorado de ella, enamorado de un monstruo.

Pero ya todo eso está en el pasado, en el olvido. Ya ese monstruo está encerrado en su jaula hasta el día de su muerte. Y todos estamos felices de eso, a excepción de algunos, que están decepcionados y tristes por saber que una persona a la que alguna vez quisieron, era la asesina.

La madre de Jade está aún en shock, no puede creer que la niña que creció con ella, a la que crió supuestamente bien, podía ser la asesina. Y ni hablar de Madison, una amiga que siempre estuvo a su lado, ella esta devastada, Jade le arrebato a su novio y también rompió su corazón.

¿Y yo? Que puedo decir, perdí años de mi vida fijándome en una chica asesina, perdí mi tiempo indagando cuales eran sus gustos, sus hobbies y nunca me percaté que su mayor deseo era asesinar. Me siento mal, claro que sí, pero no puedo dejar que ella siga tomando mi tiempo, no puedo dejar que siga merodeando su recuerdo en mi mente. Debo dejarla ir.

Y claro que no pensaba poder salir vivo ese día, pero los días pasaban y Jade nunca venía. Hasta que al fin llegó el domingo, las horas pasaron mientras yo miraba la puerta atentamente esperando a que venga mi muerte. Pero no me hubiera imaginado que la persona que atravesaría esa puerta no sería la asesina sino un hombre alto y robusto, vestido con un traje elegante y sosteniendo una biblia.

Él era mi salvación, y al verme amarrado de esa manera el no dudo en desatarme. Yo no emitía ningún sonido por la alegría que sentía al saber que ese día no moriría y que podría vivir muchos años más. Le conté a ese hombre todo lo que había sucedido e inmediatamente llamo a la policía, las personas en la iglesia se preocuparon por mí, en cómo estaba y cómo me sentía. Pero yo los ignoraba, también ignoraba lo seca que estaba mi garganta y el sonido que emitía mi estomago por el hambre que tenía.

Yo solo quería ver como arrestaban a Jade y la encerraban en la cárcel de por vida. Y así sucedió, al fin lo hicieron.

Al fin me siento libre, me siento bien. Ahora podré comenzar de nuevo, sin mirar atrás y seguir hacia adelante con la frente en alto, sabiendo que encerré a la asesina y vengué a mi hermana.


Dos meses antes

Estaba sentada en la parte trasera de la patrulla mirando por la venta, las gotas de lluvia empezaron a chocar contra el vidrio y las personas de las calles entraban en los locales más cercanos para no mojarse.

Cerré mis ojos y respiré profundo recordando cómo ha sido toda mi vida, nunca pensé que así sería mi final. Estaba siendo llevada a la cárcel, en donde pasaría el resto de mi vida y todo por culpa de ese niño mocoso llamado Cameron. Él ha arruinado mi vida en tan solo unas semanas. Y ya no tengo escapatoria, mi destino ya está sellado.

Llegamos a la comisaria, un policía me abre la puerta y me saca tirándome del brazo haciendo que sintiera un dolor en este, lo miro con desprecio. Al entrar divisé cientos de policías mirándome con odio, rodé lo ojos y seguí caminando con el hombre que me llevaba a una habitación.

Ahí me quitaron todas mis pertenencias, incluyendo mi bolso en el que llevaba mi querido cuchillo. Me hicieron la toma de fotografías, huellas digitales y tomaron mi información personal. Luego de todo eso me metieron en una celda en donde tenía que esperar al día siguiente para ser llevada ante un juez.

A la mañana siguiente dos policías me colocaron de nuevo las esposas y me llevaron a una patrulla. Veinte minutos después ya estaba en frente del juez.

—Jade Anderson —dijo leyendo unos papeles que sostenía—Se le acusa por múltiples asesinatos y un secuestro —logro escuchar unos susurros detrás mío, volteo y veo a las personas presentes hablar entre ellas y al fondo logro ver a mi madre. Su mirada expresaba dolor y decepción, no me importó y voltee de nuevo para ver de nuevo al juez.

—Con sinceridad, nunca pensé que al fin tendría en frente a la asesina de la ciudad —esbozó una sonrisa—Ahora, necesito escuchar con tus propias palabras que tu asesinaste a todas esas personas inocentes, incluyendo a... mi hermano bajó la mirada un momento y luego me miro molesto.

Sonreí de lado y ladee la cabeza—Si, yo asesine a sangre fría a todas esas personas —reí—Y lo haría de nuevo si tuviera la oportunidad.

El juez sonrío un poco y negó con la cabeza—Señorita Anderson, está condenada a cadena perpetua. A partir de hoy continuará sus días encerrada tras las rejas—tomó su mazo de madera y lo hizo sonar.

Mis manos temblaban y mi respiración se aceleraba, caminaba acompañada de dos guardias en un pasillo oscuro hasta llegar a mi celda, ahí me empujaron hacia dentro y me encerraron, corrí hacia las barras y las tomé con fuerza.

—¡No me pueden dejar aquí! —grite—¡Voy a salir de aquí, ya verán! —dije gritando más fuerte mientras jalaba las barras.

Me volteé desesperada y me senté en esa pequeña y asquerosa cama. Jale mi cabello y golpee mi pierna.

—¡Voy a salir de aquí y te matare Cameron Williams!, ¡tenlo por seguro! —grité mirando el techo y luego reí, reí sin parar.



Mente RetorcidaWhere stories live. Discover now