Capitulo 30: Estrellitas

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Lo de mi “romance” con Gerard lo sabían: Ray, Angel y…exactamente nadie más.

Ella me pidió detalles de todo, pero de TODO. Me hizo contarle la historia como diez veces para asegurarse de que no se había perdido nada pero, en cambio, Ray solo me pidió que tuviera cuidado. No me quería ver llorando por su culpa nuevamente.

-Oye, oye…- Angel estaba recostada en mi cama mientras yo ordenaba mi habitación.

-¿Quép?

-¿Cómo se supone que vas a mantener una relación secreta con Gerard si no tienes un teléfono celular?

-Eh…

-Digo, eres la persona más anticuada que conozco y está bien, es parte de tu esencia pero ¡vamos! Esto es el siglo XXI, necesitas un móvil.

- Tú tienes una relación con Ray y no tienes celular.

-Te equivocas – metió la mano en su bolsillo y sacó un aparato color rosa – sí tengo. Siempre he tenido uno hasta tu hermana tiene.

-Nunca…nunca me había percatado.

-Sophie, querida, debes ser la única que no utiliza uno

-¿Gerard tendrá?

-Claro, está en mis contactos pero su teléfono siempre está apagado – frunció el ceño – es tan anticuado como tú.

-Sí, como yo.

-¡Dioos! ¡Por favor, quita esa cara de…idiota!

-Lo siento, pero no puedo evitarlo.

-Tonta – me lanzó un cojín - ahora que lo pienso, creo que tengo un celular por ahí. No es muy tecnológico así que creo que estaría bien para ti. Espérame iré por él.

Angel regresó a los cinco minutos con u aparatito plomo en las manos. Un celular.

Lo tomé y comencé a revisarlo, no me agradaba mucho la idea de usar uno de estos, podría perderlo en cualquier instante.

-Ahí puedes escuchar música, esos son los juegos…

-Sí entiendo, no soy tonta – me quejé – que no me gusten no significa que no pueda manejarlo.

-Bueno, bueno. – ella me miró entrecerrando los ojos - ¿Hoy verás a Gerard?

-No lo sé – suspiré – Jane está todo el tiempo encima de él.

-Jane, mmm…le pediré que me acompañe a comprar y que tengamos un día de chicas.

-¿Harías eso?

-¡Claro! ¿Cuánto llevas sin ver a Gerard?

-Como cinco días…

-¡Mucho tiempo! Ya, iré a buscarla. Además es temprano, me la llevaré a almorzar y no sé, algo inventaré.

Angel era la mejor amiga del mundo.

Siempre le encontraba solución a todo y si no encontraba la solución, la inventaba.

Extrañaba mucho a Gerard, había pasado casi un mes desde lo de New York pero aún no podía terminar con Jane. Ella era muy persistente.

Dejé pasar una hora y luego, con cierto temor me dirigí a la casa de los Way. Rogaba a todos los cielos porque Mikey no estuviera ni la Sra. Way.

Toqué el timbre con los nervios de punta ¿y si Jane no se había ido? ¿Si Angel estaba en la pensión buscándome para advertirme? Ay, un dolorcito de estómago me alertó de mis nervios ya casi hecho pedazos.

Cenizas parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora