III. Dos meses

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No sentía nada en específico que hubiese cambiado, la verdad. Tal vez le haya crecido un poco el estómago, pero no se notaba demasiado. Seguía llendo a clases normalmente. Nadie se burlaba de él por «subir de peso» o cosas así.

No volvió a hablar con el platinado. Ni siquiera lo veía. Ni pensaba en él. Yuri sabía que evitandolo poco a poco lo aliviaría, le quitaría el dolor y el amor. O eso pensaba.

Sin embargo, el odio hacia él crecía cada día más.

Siempre lo veía con Mizuki. Él intentaba alejarse, pero el platinado lo negaba, obligándolo a quedarse con él para causarle celos al menor. Pero ya no funcionaba. Si él quería estar con Mizuki, bien, a Yuri no le importaba. Le daba gracia cómo él se encargaba de llamarle la atención, sin lograrlo. En ocasiones reía.

Le encantaba cómo se frustraba. Incluso ignoraba a Mizuki.

En álgebra, éste se acercó a Yuri, para pedir que salieran en forma de disculpa. Yuri negó con la cabeza. Entonces, aprovechó para preguntarle:

—¿Estás saliendo con él?

El chico no respondió.

—¿Qué quieres decir?

—¿Son novios?

Al chico se le ruborizaron las mejillas. Fue bastante tierno. Entonces, asintió. Yuri rió de forma burlona.

—No sabes en lo que te has metido.

Salió del salón.

Mizuki sólo lo miró.

Más tarde lo pudo ver acostado en una banca con la cabeza recargada en las piernas de él. Éste lo miró, intentando captar su mirada, lo cual no pasó.

Salió caminando como antes hacia su casa. Cada vez disfrutaba más de su soledad. Se había hecho fanático de la música. Muy a menudo escucha. Le ayudaba bastante. Lo hacía sentirse completo.

En una ocasión se desvió del camino por el hecho de que una calle por la que podía llegar más rápido a su casa estaba cerrada por reparaciones de drenaje. La rodeó. En el transcurso del recorrido, vio una pista de patinaje.

Ice Castle... —se dijo a sí mismo.

Entró.

Era bellísimo. La pista era bastante grande. Pidió unos patines. Se los puso con rapidez y nerviosismo. La pista estaba desierta. Entró. Ya llevaba tiempo intentando patinar una canción... Tomó su móvil y puso la canción.

«Can't help falling in love with you»

Sus pasos eran firmes pero suaves. Sus brazos se movían con pasión. Las recorría por su cuerpo. Varios trabajadores de ahí fueron a verlo porque, la verdad, patinaba de una manera preciosa. Una que otra vez se caía, pero se levantaba rápidamente para seguir.

Cuando la canción término, se posó sobre el hielo con una pose fantástica. Se escucharon unos aplausos. Yuri dio las gracias con unas sonrisas. Más tarde regresaría.

Poco a poco los trabajadores se fueron esparciendo. Yuri patinó hacia la salida. Justo antes de llegar, pudo ver al platinado con una sonrisa en los labios. Quedó frente a él.

—Patinas hermoso.

Yuri no respondió. Lo empujó para salir. Se puso sus zapatos rápidamente para poder salir de ahí.

¿Qué hacía él en ese lugar? Se enfureció. Pero... tenerlo tan cerca... sus labios... ¡No! ¿Qué estaba pensando? Se podía enamorar más. No. No debía.

El arte de la vida (Vikturi) •Mpreg•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora