~Y...Que haría yo sin ti...~

Primera Salida

Todos estaban contentos por ellos dos, pero era hora de volver al trabajo. Había que planear la salida a Woodbury.

-Entonces quienes vienen? -pregunto Rick.

-Yo, Glenn, Maggie, Daryl y tu. -respondió Michonne. Rick asintió.

-Yo quiero ir.- dijo Sarah. Estaba cansada de estar en la prisión, hacia mucho que no salía de allí.

- ¿Estas loca? Es peligroso. No puedes ir. -dijo Daryl.

-Quiero ir. Estoy harta de estar aquí. Además yo ya estuve en Woodbury... conozco los puntos débiles del gobernador.

-Sarah...

-Ey -Rick le puso la mano en el hombro a Daryl- es fuerte y parece estar segura de lo que dice. Déjala ir. No pasará nada. Daryl suspiró, no le gustaba mucho la idea de que Sarah fuera.

-Esta bien, vamos.

Despues todos salieron afuera. Rick, Glenn, Maggie y Michonne iban en coche, mientras Sarah iba con Daryl en la moto. En unos 20 - 30 minutos ya estaban en Woodbury. Un tal Morales les abrió la puerta y de dirijieron a la casa del gobernador. Este les estaba esperando en la puerta dispuesto a negociar.

-¡¡Hombre!! Pero si es Rick y Glenn, el... ¿coreano? Seh, y Maggie, y ¡¡hola Michonne!! -miro a Sarah- y vaya vaya...¡¡ pero si es Sarah!! ¡Cuanto tiempo! -se acercó a ella y la agarró de la cintura.

-Déjala en paz. -se cabreo Daryl.

-Nah, es mi chica -la besó. Sarah enseguida se apartó del beso.

-Escúchame bien hijo de puta, no vuelvas a acercarte a ella. Y no es tuya, no es un objeto, no es propiedad de nadie.

-Creo que te equivocas Daryl Dixon. Además, si te viera con novia... Huh, que pensaría Merle? -dijo el gobernador. Sarah no entendía nada. ¿Daryl tenía un hermano? Que tío más misterioso, aunque eso la gustaba.

-Deja a mi hermano en paz, y he dicho, que te alejes de ella. -seguidamente, cogió a Sarah de la mano y se puso delante de ella, para que el gobernador no la hiciera nada.

-Que panda de idiotas. Enserio Sarah, no me puedo creer que te escaparas de aquí, donde podrías haber tenido de todo conmigo, para irte con este grupo de gilipollas.

Rick se cabreó mucho. Lo mismo con los demás. Daryl no aguantaba más, así que dio un paso al frente y le dio un fuerte empujón al gobernador tirándole al suelo. Glenn, Maggie y Rick apuntaron sus armas a su cabeza, y Michonne desenfundo su katana.

El gobernador se rió sarcasticamente, como si le diera igual. Los demás estaban confusos pero le superaban en número y sabían que iban a ganar. Aunque, segundos después, aparecieron alrededor de 40 hombres que les rodearon, no tenían escapatoria alguna...