Capítulo 12: Ángel guerrero.

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Cayó en los brazos de los chicos y todos aplaudieron; hasta yo, que estaba con el alma a los pies.

Con una enorme sonrisa les dio las gracias a los chicos e hizo una reverencia a su público.

Se volvió hacia mí y me guiñó un ojo.

Me sentí como la peor amiga del mundo, no sólo por no apoyarla, si no por ocultarle todo lo que me estaba ocurriendo.

–Vamos a Hope's a celebrarlo – dijo.

Sabía que ella no le daba importancia a mi actitud, porque ella se daba cuenta que yo trataba de cuidarla, de protegerla.

****

–Quiero seis cupcakes y una caja de donuts.

Rodé los ojos. Esta celebración era algo habitual, porque siempre Ángela ordenaba cosas muy variadas. Ella era una de esas chicas que comían excesivamente y no engordaban.

Nos sentamos en una mesa afuera del local.

–¿Has visto cuando hice esa voltereta a mitad de la música? Fue alucinante. Creo que vine a este mundo para eso –suspiró– Liam y Todd estuvieron geniales, también.

–Uhum– tenía la boca llena, no podía responder con claridad.

–¿Algo que quieras contarme?

Tragué.

–El doctor Smith viajó y ya no tendré esas estúpidas sesiones por un mes.

–Me alegro por ti. ¿Te ha sucedido "cosas" últimamente?

Después de pensarlo decidí ser sincera. –Hoy, en el instituto hubo algo...– ella estaba muy concentrada en lo que decía, siempre le importaba las cosas que me pasaba cuando ella no estaba alrededor–, no lo sé, es una locura, no lo entenderías.

Ángela me miró con una expresión dolida.

–¿Crees que no quiero escucharte?

–No, no es eso. Es que cuando estaba en el baño, algo ocurrió, no lo sé, no sé cómo explicar, es absurdo –tomé una bocanada de aire– algo me habló, creo que solo fue mi cabeza.

–¿Qué fue lo que ese "algo" te dijo?

Fruncí el ceño, recordando.

–Dijo algo de un libro, que ella me hará daño y que...

–¿Y qué? –preguntó impaciente.

– Y que los ángeles no estarán para protegerme.

Con eso último una tensión se instaló en su cuerpo y dejó de llevarse una dona a la boca a mitad de camino.

–¿Te sonó conocido ese libro?

Pensé en algún libro de gran importancia y negué. Los únicos libros de los que estaba al tanto eran los que estaban en la habitación de mis padres y los del desván. Libros que de pequeña me leían.

–Pero no viene al caso, mi mente está, de nuevo, jugando conmigo.

–Anna, yo creo que es algo...

–¡HEY! Bonito salto Sky. –Gritó la voz de un chico detrás de mí.

Angie sólo gruñó algo ininteligible.

Usualmente batea las pestañas y agradece por un cumplido, pero ahora hay algo diferente en ella, algo que no logro descifrar. Definitivamente está muy intrigada con lo que me está sucediendo.

Disparar A Un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora