24. Propuestas y... Dejarlos ir.

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Miro a Hunter con confusión. Él tiene la misma expresión que yo, está sorprendido y muy confundido.

Paso mis manos por mi cabello y me dejo caer en el sofá de la sala de juegos de mi casa.

—Déjenme ver si entiendo... —digo elevando mi mirada a la parejita del millón—. ¿No han terminado?

Mi hermana niega con la cabeza y Cameron le da un suave apretón en la mano.

—Esto debe ser una broma —masculla Hunter tan frustrado como yo—. Has encontrado ropa interior de otra chica en su cuarto y descubierto que eres una apuesta. Nada me huele bien aquí.

—Esperaba que dijeras eso —lo miro con compresión—. Deberías ducharte.

—Siempre graciosa, Galleta —suelta sarcástico.

Lo ignoro, no podíamos pelearnos justo ahora que estamos confrontando a nuestros hermanos.

—Esto no será para... ¿Juntarnos a mi a Hunter? —murmuro algo asustada. El pensamiento acaba de aparecer en mi cabeza. ¿Y si están juntos porque planean juntarme a mi y a Hunter?

Espero que Hunter suelte alguna burla acida, pero en vez de eso, se queda mirando a Cam y Cas, esperando una respuesta al igual que yo. Muerdo mi labio al ver que se demoran en contestar.

—No, no es. El mundo no gira alrededor de ustedes. Sorprendente, ¿verdad? —habla Cameron.

Miro a mi hermana, puedo saber cuándo miente. Cuando lo hace, mueve sus piernas con nervios y se muerde el labio inferior. No hace nada de esas cosas. No está mintiendo.

Dejo escapar un suspiro de alivio. Al menos no es eso.

—¿Entonces qué? —inquiere de brazos cruzados.

—Acacia no es ninguna apuesta, Juliette —Cameron se dirige a mi—. No sé qué escuchaste, pero escuchaste mal. Acacia es mi todo —se gira para mirarla y le sonríe. ¿Será esa sonrisa verdadera o actúa?—. Nunca le haría daño y creo que ustedes deberían aceptarlo.

—La ropa interior —recuerda Hunter.

—Oh, eso —mi hermana da un paso hacia adelante, soltándose del agarre que su novio tenía en su cintura, por un segundo creo que va a dejarlo—. ¿Cómo sabían ustedes?

Trago saliva.

—Exacto —dice a juzgar nuestras expresiones con una sonrisa triunfante—. Ustedes la pusieron ahí. Quizá deberías devolverle toda esa ropa a Diena Ross, Hunter —pasa de mirarme a mí, a mi enemigo, el cual queda sorprendido.

Bravo —digo con sarcasmo mientras aplaudo dos veces sin ganas.

No quiero seguir discutiendo, pero algo no cuadra.

Al principio, Cas no sabía que nosotros habíamos puesto esos sostenes y tangas en la habitación, pero aún así ella dijo que eran de ella. O quizá ya sabía sobre el plan, nos vio a mí y a Hunter o nos oyó... Rayos, deberíamos pensar en estas cosas más.

Y de todas formas... ¡Cameron estaba actuando! Aunque... Bueno... Quizá... En lo más profundo de lo que me gustaría, creo que él tiene razón. Que lo que escuche ese día en la casa de mi papá y Kate era cualquier otra cosa. Y que de verdad ama a Cas y que... debo dejarlos ir.

***

Una vez en mi habitación, cierro la puerta y me acuesto en un costado de la cama, con la mirada fija en el techo.

Tengo que pensar en muchas cosas... ¿En serio dejaré esto ir? ¿Dejaré la tregua ir?

Digamos que Cameron y Acacia se aman. ¿Cuál es el problema? Se aman... ¿Se aman, verdad?

La Tregua Perfecta (Completa) (BORRADOR)Where stories live. Discover now