53. Distancia.

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JULIETTE.

Un mes.

Un mes ha pasado.

Cara me lo recordó esta mañana cuando me pregunto la fecha de hoy en clase de física. Hace un mes partimos de Santa Monica con la esperanza de ganar una competencia de porristas. Hace exactamente un mes que Hunter no me habla.

Tamborileo mis dedos en la mesa mientras mis ojos viajan hacia el reloj de par que hay justo arriba de la pizarra. Las agujas marcaban la 13:25. Cinco minutos y estoy libre hasta el próximo lunes.

¿Tenia planes para este fin de semana?

Realmente, no. Simplemente sería ir a buscar Acacia y pasar la tarde con Peter o alguno de los chicos.

Hoy también es el último día de Cas como miembro de el centro de Salud Mental Privado. Un mes de tratamientos son suficientes, mi hermana necesita volver con su familia.

Cuando menos lo espero, el profesor de biología se despide y la campana suena, indicando que es mi momento de largarme de aquí.

Tanner, quien estaba a mi lado es el primero en pararse.

—¿Quieres que te lleve? —pregunta amablemente mientras termina de guardar sus libros.

—Eh, sí —me alzo de hombros. Pensaba volverme en bus o pedirle a mamá que me venga a recoger. No traje mi auto —nunca lo uso—, Peter tiene entrenamiento y Cara se va con Derek y no quiero molestar a la pareja. Si, eso también sucedió hace un mes.

—Vamos —indica enseñándome las llaves de su auto. Los dos abandonamos el salón de clases y nos dirigimos junto a la masa de estudiantes desesperados por un fin de semana hacia la salida.

Una vez en el estacionamiento, me subo en el auto de Tanner. Espero a que él lo haga también ya que se entretuvo saludando a unas chicas del equipo de porristas, del cual no soy mas parte. Becky tampoco.

Ah, Becky. Que decir sobre ella. Nada, realmente. No la veo hace un mes. Por lo que me han contado, ha pedido una transferencia de escuela. No logro entender porque. Era la abeja reina aquí, ¿por qué irse y empezar de cero siendo una «don nadie» en otra escuela?

Tanner sube al auto y enciende el motor. En poco nos vemos yéndonos de la escuela.

El primer tramo del recorrido lo hacemos en silencio. Tanner maneja, mientras yo observo con aburrimiento las calles. Una suave melodía llena el ambiente.

—Puedes preguntarme sobre él, ¿sabes? —interrumpe nuestro silencio.

—No quiero saber nada sobre Hunter —digo sintiendo como despido acido de mi boca.

Hace un mes que no me habla. Ni siquiera me dirige la mirada, por mi puede irse a la mierda.

—Te diré de todas formas —habla. Claro, el mismo Tanner de siempre—. Esta muy mal, Julie.

—¿Y por qué?

—No me corresponde a mi decírtelo.

Suspiro y decido no volver a hablarle. Estaba harta de la misma respuesta. Estaba harta de Hunter.

No digo nada hasta que detiene el auto enfrente de mi casa. Me despido con un basto "Gracias" y me bajo, evitando girar y mirar hacia la casa de los Thompson.

La Tregua Perfecta (Completa) (BORRADOR)Where stories live. Discover now