Mi Chico Ideal ♡

CAP 5. La Cena «Mejorado»

(...)

El restaurante italiano era hermoso, cortinas color morado adornaban los gigantescos ventanales y las mesas con manteles blancos y morados a juego hacían contrastar el ambiente con la tenue luz que iluminaba el lugar.

Un agradable mozo nós guió hasta nuestra mesa, creí que sería en el salón, pero no fue así, este nós guió a una mesa un poco retirada de las demás, en un balcón con vista a la iluminada ciudad, era de noche por lo que hacía que esta se viera aún más brillante que de costumbre.

— ¿Qué te parece? — Tomó mi mano y la besó tiernamente.

— Me encanta, es el mejor lugar que eh visitado — Fui sincera, nunca había ido a un lugar como este.

— Espera que te lleve a Paris algún día y veras a la torre Eiffel, ese si es el mejor lugar que puedas conocer. — Sonreí por su comentario. Un chico vino con la carta.

— Traenos la especialidad del día y la botella de vino blanco más costosa que tengan. — Dijo Ethan rechazando los libros con el menú escritos. Éste asintió y se retiró sonríendo cordialmente.

— ¿Beberé vino? — Le dije entusiasmada, aunque ya casi era mayor de edad, no acostumbraba a beber.

— Sólo un poco, no quiero lidiar con una Megan ebria por todos lados. — Se burló de mi.

— Que gracioso eres — Le saqué mi lengua muy maduramente y él, solo negó con la cabeza sonriendo tiernamente.

— Me puse muy feliz cuando aceptaste salir conmigo. — Mis nervios me traicionaron y me ahogue con mi propia saliva. — ¿Estás bien? — Dijo un poco alarmado, asentí y me recline en la silla, tomé aire y pude responderle.

— Ethan, ¿Cómo conseguiste mi numero? —Pregunte algo brusca. El abrió los ojos y su vista se perdió en la ciudad.

— Yo.. Yo... Quizás.. Tome tu celular y marque mi número, me llame a mi mismo y luego borre esa llamada de tu móvil para que no te dieras cuenta, o no sé, no lo recuerdo muy bien... — Rascó su nuca y yo reí. Lo había confesado.

— ¿Y como sabías de mi pijama de ovejas? -Frunci el seño.

— ¿Me estas interrogando? -sonrió.

— Sip. — Apolle mis codos en la mesa y lo miré fijamente.

— Bien, te espie durante un tiempo, no mucho, quizás unos meses, cuando descubrí que existias... -solto una risa.

— Auch, eso dolió. — Sobe mi pecho simulando dolor — Yo te conozco hace más de cuatro años, bueno desde que te mudaste para ser exacta.

— ¿En serio? Eso explica mucho — Colocó sus dedos en su barbilla y la masajeo mientras pensaba.

— ¿Qué cosas?

— Bueno, quizás una niña rubia persiguiéndome y ocultándose como un ninja en cada lugar al que iba.

— Oh, claro... — El iba a continuar hablando pero el chico volvió con la comida, pronunció su difícil nombre y le dio de probar a Ethan el costoso vino. Este le dio un asentimiento por lo que me sirvió en la copa y se retiró. Miré el plato fijamente, parecía pollo con una salsa rara y algo verde encima. Yo podría hacer lo mismo y no habríamos gastado ni la mitad de lo que salía aquí. Maldita gente rica, si que desperdician su dinero.

— ¿Qué pasa? — Pregunto Ethan y yo aparte la mirada extraña de la comida y le sonreí.

— Nada ¿Por qué?

—No, no, por nada, solo ¿Comamos si?- Asentí y comimos en silencio, hasta que Ethan volvió a hablar.

— ¿Me has visto desnudo? — Me atragante con un bocado del delicioso pollo y el río un poco mientras recobraba la compostura.