CAP 37. Cambiaste Todo Eso

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Nós dirigimos por una carretera casi decierta. Contra más avanzaba el auto, más lejanos estabamos de la  ciudad.

Solo espero que Ethan sepa a donde nos dirigimos.

El auto se detuvo y nos vimos obligados a bajarnos de el con paso lento.

Dejé mis tacos en el asiento, siendo que debía caminar sobre la hierba fresa.

-Sígueme- susurró Ethan tirando mi mano y guiándome hacia la sima de lo que era una pequeña colina algo empinada.

El tomó asiento en el suelo, pero yo no podía concentrarme en algo más que no sea la hermosa vista de la ciudad desde allí.

El sol se estaba ocultando y dejaba a la vista las hermosas y destellantes luces de la ciudad, era hermoso. Jamás tuve la oportunidad de apreciar lo hermosa que era la ciudad como hoy lo había hecho.

Me coloqué a un costado de Ethan, sentada en la hierba. El tenía las rodillas pegadas a su pecho con su cabeza sobre ellas.

-Este es mi lugar favorito en esta ciudad...- susurró. -Siempre que quiero pensar aquí es a donde vengo. Varias veces vine aquí pensando en tí, cuando te metías en mi cabeza, y no salias de allí. Me hacías hacer cosas que jamás haría, sentía cosas que nunca había sentido y... Me era imposible ser yo mismo- yo me mantenía en silencio.

Hizo una pausa, sentía que se estaba arrepintiendo de contarme quien era aquella misteriosa chica que llegó esta mañana.

-¿Quién era ella?- mi voz sonó casi imposible de escuchar, pero el silencio nos inundaba, así que me había escuchando.

Sus piernas se estiraron y se acostó sobre la hierba fresca, yo hice lo mismo.

-Ella Megan, es quien rompió mi corazón en millones de pedazos hace años- Suspiró.

-¿Era tu novia?- el soltó una suave risa.

-Al menos, creo que en algún momento lo fue...- rio de él mismo.

-¿Que sucedió?- quería saber.

-Ella y yo fuimos novios, o al menos eso creía yo.- rodo los ojos -Tenía diecisiete años, ella también, ambos íbamos a la misma escuela, compartíamos varios gustos y... Bueno, sucedió. Ella se había encargado de enamorarme como un idiota, me había hecho dependiente de alguien más, me había hecho un ser débil, y de corazón frágil. Alguien enamorado es de esa forma. Fue pasando el tiempo y mis sentimientos hacia ella no habían cambiado en lo absoluto, seguía amándola como el primer día que la vi. En ese entonces, mi padre manejaba la empresa y yo no tenía dinero, más del que él me daba cada mes. Entonces ahorré seis meses de mi sueldo únicamente para comprarle un regalo al cumplir un año de relación. Había comprado una gargantilla de diamantes, una pieza frágil y delicada, digno de ella, pensaba yo. Ese día fui a la escuela, y la vi. Tomó a mi mejor amigo del rostro y lo beso frente a mis ojos, frente a toda la escuela. Rompiendome en un millón de pedazos.- Ahora entiendo porque el es tan frío y hostil, sabía que algo malo le había sucedido.

-Continúa por favor...- le susurré, tomé su mano entre la mía.

-El costoso regalo callo a suelo, rompiéndose. Pero eso era lo que menos me importaba; lo que más me dolía fue la traición de mi mejor amigo con mi novia. La escuela entera hablaba idioteces a cerca de por que había terminado así nuestra relación. Decían que yo no la satisfacía sexualmente, o que yo era gay, inclusive llegaron a decir que fui yo quien la había engañado primero. Tenía mucha ira retenida, ella se había pasado el amor que yo le tenía por el culo y jamás me había amado realmente. Me humilló, me utilizó, me enamoró y me desechó.- suspiró.

-Eso devio ser muy triste...- realmente no sabía que decirle.

-Por eso juré una y otra vez jamás volver a enamorame. A partir de ese momento, las mujeres pasaron a ser un pasatiempo para mi, tenía sexo con ellas y luego las desechaba, como ella había hecho con mi amor. Aprendí a no amar a la gente, a no encariñarme, a no sentir nada. Pero... Todo eso se fue a la mierda el primer día que te vi...- volteó su vista, observándome a los ojos.

-¿Qué quieres decir?-

-Que tu cambiaste todo eso...tú y tu particular forma de ser... Tu niñes, tus manías, tus sonrisas sin sentido...- sonrió -Me hicieron creer una vez más...- volteó su vista hacia el cielo.

Ambos quedamos viendo la noche estrellada sobre nosotros. Realmente este era un buen lugar para pensar.

-Me agrada este lugar...- comenté.

-A mi también Megan...- concluyó.

(...)

Fingí estar dormida en el viaje de vuelta a casa, no quería tener que caminar hasta mi cama.

Ethan me levantó con sus fuertes brazos y me dirigío hacia mi cama, arropandome y dando un tierno beso en la frente.

-¿Qué rayos me hiciste pequeña?- lo oí susurrar justo antes de cerrar la puerta detrás de sí.

¿Qué significará eso de me hiciste creer una vez más? Será que al fin se estará dando cuenta de que me ama... O quizás, solo sea mi imaginación queriendo que así fuera.

De todos modos, ahora ya se porque Ethan es tan frío, ahora se porque no quiere enamorarse... Y lo entiendo, si mi mejor amiga me hubiese hecho algo como eso, me sentiría de la misma manera.

El solo era un pobre chico enamorado, en busca de nuevos sentimientos, la primera vez nunca es perfecta, pero todos soñamos con ese final feliz.

Fue muy malo de parte de la chica hacer algo como eso... Y pensar que parecía tan inocente en el momento en que entró por mi oficina.

Creí que era una chica en busca de un empleo o algo parecido... ahora tengo otra pregunta ¿qué habrá querido hacer allí?

Después de todo, Ethan la hecho de allí y no dejó que ella explicara que era lo que necesitaba. Aunque conociendo su prontuario, es mas que sabido que no quería nada bueno.

Voltee y quedé de costado en mi cama. Mi habitación era calida, pero no lo suficiente... Decidí pasar por la habitación de Ethan y verlo dormir, no me resisto a tener tal perfección bajo el mismo techo y tenerlo tan alejado de mi.

Salí de mi habitación y caminé con los pies descalzos por el piso de madera, hasta dar con la puerta de la habiatcion de Ethan.

La abrí lentamente e introducí mi cabeza haciendo el menor ruido posible. Lo observé, estaba tendido plácidamente sobre su cama, su respiración resonaba por todo el ambiente y solo dormía con un short.

Sus brazos fuertes y tatuados estaban extendidos y pensé ¿Qué se siente dormir entre ellos?

Quería hacerlo... Quería dormir junto a él, pero solo eso, dormir.

Caminé unos cuantos pasos más hasta llegar al borde, desde este punto se podía apreciar mucho mejor su inusual belleza, cabello desordenado, ojos magestulsamente azules cerrados,  y sus definidos labios, algo entreabiertos.

Me arrodillé junto a él, y apolle mi cabeza sobre su hombro, una de mis manos sobre su pecho y una pierna se enredó con la de el.

El suspiró, pero no abrió los ojos, en cambio, colocó su mano sobre mi cintura y la otra sobre la mano que rozaba su pecho.

Respiraba lentamente, pausado y tranquilo. Estaba completamente dormido. Y no me costo mucho tiempo hacer lo mismo a mi también.

-Gracias por ser sincero...- dije antes de cerrar los ojos y hundirme en el infinito sueño.

Bueno bueno, aquí se termina nuestra maratón!!

Muchas gracias por haber leido y espero que sigan la lectura.

¿Qué les pareció la confeción de Ethan?

Heladito 😘

Mi Chico Ideal ♡Where stories live. Discover now