capitulo 4

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La Asamblea se había acabado. Estrella de Fuego flexionó los

músculos para saltar al claro. Al buscar un lugar donde caer se

quedó paralizado, aferrándose a la superficie de la roca con las

garras. De pronto, la hondonada parecía más llena de lo habitual.

Formas de luz estelar y delgadas se mezclaban con tanta proximidad

entre los gatos monteses que sus pelajes se rozaban. Los gatos

monteses pasaban a su lado sin prestarles atención y llamaban a sus

compañeros para prepararse e irse. Los otros tres líderes saltaron

justo al centro de los desconocidos igual que un topillo se lanzaba a

un estanque. Estrella Leopardina estuvo a punto de caer sobre un

titilante guerrero blanco y se alejó al trote sin siquiera retorcer los

bigotes.

Estrella de Fuego se estremeció. ¡Ninguno de ellos podía verlos!

Si mirada se vio atraída por un solo gato de entre la multitud de

figuras estrelladas, el gato blanco y gris que ya había visto en dos

ocasiones. Miraba fijamente a Estrella de Fuego con las fauces

abiertas en una súplica muda, pero Enlodado, del Clan del Viento,

pasó por delante antes de que el gato rojizo pudiera decirle nada, y

el gato gris y blanco se desvaneció.

Estrella de Fuego supo que aquellos eran los mismos gatos que

había visto saltando al río, los mismos gatos que se le habían

aparecido indistintamente entre las nieblas de sus sueños. ¿Quiénes

eran? ¿Y qué hacían allí?

-¡Eh, Estrella de Fuego!- le llamó Látigo Gris desde el pie de la

Gran Roca- ¿Es que vas a quedarte ahí toda la noche?

Estrella de Fuego se sacudió de arriba abajo. No podía seguir

así.

Esos gatos le habían acechado en sus sueños y, ahora, también le

perseguían en el mundo de los despiertos. Tenía que averiguar el por

qué, y aunque Carbonilla no podía ayudarle había otros gatos que sí.

Saltó hasta donde le esperaba Látigo Gris junto a Tormenta de

Arena, Zarzoso y el resto de los guerreros del Clan del Trueno.

. Quiero que tú y Tormenta de Arena llevéis al clan al

campamento, Látigo Gris.

– ¿Por qué? ¿A dónde vas?

Estrella de Fuego cogió aire.

– Debo ir a la Roca Lunar. Tengo que compartir lenguas con el

Clan Estelar.

Látigo Gris se sorprendió, pero la mirada verde de Tormenta de

Arena se cruzó con la de Estrella de Fuego, llena de comprensión.

– Ya sabía yo que te preocupaba algo.- maulló en voz baja al

tiempo que restregaba el pelaje contra el del macho- Puede que

La Busqueda de Estrella de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora