A lo largo de la noche, Estrella de Fuego y Tormenta de Arena
caminaron lentamente río arriba bajo un fino gajo de luna. Dejaron
atrás la familiar extensión del río con el Poblado Dos Patas
alzándose tristemente en un mar de lodo, y el camino que conducía
allí. El río se encogió y fluyó con mayor velocidad, traqueteando
sobre las rocas; un seto espeso lo bordeaba, lo que dejaba tan solo
un pequeño sendero para que pasaran los gatos.
Estrella de Fuego no sentía la necesidad de conversar; era más
que suficiente el tener de vuelta a Tormenta de Arena que caminaba
a su lado. Por fin, los primeros rayos del amanecer aparecieron en el
horizonte.
El cielo adquirió un tono blanco como la leche y, uno a uno, los
guerreros del Clan Estelar parpadearon hasta desaparecer.
– ¿Crees que deberíamos comer ya?- sugirió Estrella de Fuego.
No quería que Tormenta de Arena pensara que tomaba él todas las
decisiones.- Y así podremos descansar un poco.
– ¿Qué?- los ojos verdes de Tormenta de Arena se ensancharon
de incredulidad.- ¿Descansar? ¿Comer? ¿Es que tienes cerebro de
ratón? Tenemos que seguir.
Estrella de Fuego se la quedó mirando.
– Bueno, si es lo que quieres...
Un brillo divertido se reflejó en los ojos de Tormenta de Arena y
emitió un bufido breve como risa.
– No, estúpida bola de pelo, solo bromeaba. Comer me parece
una idea fantástica y en cuanto a lo de descansar, ¡prácticamente me
duermo sobre las patas!
Tras golpearle la oreja con la punta de la cola, Estrella de Fuego
se detuvo y abrió bien las fauces para olfatear el aire. Había un
fuerte olor a campañol. Tormenta de Arena enderezó las orejas hacia
delante.
– Ahí- murmuró.
Estrella de Fuego atisbó a la criatura que emergía del agua a un
par de colas de distancia orilla arriba.
– Si no tenemos cuidado volverá directo al río.
– Quédate aquí- susurró Tormenta de Arena.
Escabulléndose por un lado del seto, pasó de largo al campañol
y comenzó a arrastrarse hacia él desde el lado opuesto. Cuando
estuvo cerca de él saltó hacia el río y el agua salpicó a todas partes
entre sus patas. Sorprendido, el campañol corrió como una
exhalación hacia la orilla, directo a las patas de Estrella de Fuego.
Lo mató con un rápido mordisco en el cuello.
– ¡Eso ha sido genial!- exclamó mientras Tormenta de Arena se
reunía con él sacudiéndose las patas mojadas.
KAMU SEDANG MEMBACA
La Busqueda de Estrella de Fuego
FantasiPor fin hay paz entre los clanes guerreros y los cuatro prosperan bien. Es entonces cuando Estrella de Fuego, el legendario líder del Clan del Trueno, descubre un secreto impactante: el Clan Estelar, los ancestros guerreros que guían sus huellas, le...