capitulo 29

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¿Cómo está Pie Parcheado?- preguntó Estrella de Fuego al

deslizarse en la guarida del curandero. Había caído la noche y la

media luna lanzaba su luz plateada sobre la quebrada. En el bosque,

los curanderos estarían de camino hacia las Rocas Altas para su

segundo encuentro. Estrella de Fuego deseó contar ahora con los

beneficios de la sabiduría de Carbonilla.

Tormenta de Arena levantó la mirada cuando entró, con los ojos

llenos de pesar.

– Está peor- maulló- Su herida se ha infectado... lo que me

temía.

– ¿Has intentado darle caléndula?- le preguntó Estrella de

Fuego, acercándose para mirara a Pie Parcheado. El guerrero blanco

y negro se agitaba, inquieto, en sueños y emitió un gemido de dolor.

Tormenta de Arena asintió.

– Pétalo y Pelaje Lluvioso me han traído mucha, pero no surte

efecto. Me gustaría que hubiese algo más fuerte para los mordiscos

de rata, pero si lo hay, Carbonilla no me lo comentó- azotó el aire

con la cola, frustrada.

– No puedes esperar haberlo aprendido todo en el tiempo que

tuvimos antes de irnos- le consoló Estrella de Fuego- Sé que lo estás

haciendo lo mejor que puedes.

– Pues bien poco será si Pie Parcheado muere.

Estrella de Fuego quiso tranquilizarla, pero sabía que las

palabras le parecerían huecas. Notaba el calor de la fiebre que

emanaba del cuerpo de Pie Parcheado. Sus patas se retorcieron

mientras lo observaba; abrió los ojos nublados por el dolor y soltó

otro gemido.

Tormenta de Arena apoyó la cola tiernamente sobre su cabeza;

los ojos del gato blanco y negro volvieron a cerrar y parecía

hundirse en un sueño más tranquila.

– No puede seguir así- murmuró Tormenta de Arena- Ningún

gato podría.

Estrella de Fuego le pasó la lengua por la oreja pero antes de

poder decir palabra para animarla, oyó unas pisadas suaves tras él.

Un olor dulce flotó a su alrededor y todo el pelo de su manto empezó

a cosquillearle. ¿Jaspeada?

Dándose media vuelta vio el pálido contorno de una gata carey

rodeada por el gélido resplandor del Clan Estelar. Dejó en el suelo

un puñado de hierbas y se acercó para acomodarse al lado de Pie

Parcheado, justo entre Estrella de Fuego y Tormenta de Arena.

¿Estoy soñando?, se preguntó Estrella de Fuego. ¿Cuándo me he

quedado dormido?

En ese momento las orejas de Tormenta de Arena se

La Busqueda de Estrella de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora