capitulo 22

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– ¡Estrella de Fuego, Estrella de Fuego!

Estrella de Fuego abrió los ojos y vio las figuras oscuras de dos

gatos recortados contra la luz de la entrada de la cueva.

– ¡Por el Clan Estelar!, ¿qué ocurre?- refunfuñó, levantándose.

Cuando los dos gatos entraron brincando a la cueva fue capaz de

verlos con mayor claridad: eran Cereza y Boris con las orejas

erectas y los ojos brillantes.

– ¡Queremos otra lección de caza!- anunció Cereza.

– Por favor- agregó su hermano, dándole a su hermana un

empellón.

Tormenta de Arena también estaba desperezándose, y sus ojos

verdes apenas eran unas rendijas. Abrió las fauces con un tremendo

bostezo.

– Pensaba que todos los mininos domésticos se quedaban

durmiendo hasta el mediodía- gruñó saliendo del lecho y

sacudiéndose.

– A veces si- maulló Boris- Pero ayer fue tan emocionante y...

– ¡Nos divertimos tanto!- interrumpió Cereza- Nos llevarás

contigo hoy, ¿verdad?

Su entusiasmo sorprendió a Estrella de Fuego, pero al menos

tiempo le complacía. Una inesperada punzada de nostalgia le golpeó

con fuerza: aquellos dos jóvenes gatos bien podían ser aprendices

del Clan del Trueno que empezaban a salir con las patrullas de caza.

– Podemos repartirlos- sugirió Tormenta de Arena con otro

bosteza- Nos separaremos; tantos gatos juntos asustarán a las presas.

– Cierto- coincidió Estrella de Fuego- Sobre todo aquí, con tan

poca cobertura. Tú llévate a Boris y yo me llevaré a Cereza.

La joven gata carey dio un pequeño brinco de nerviosismo.

– ¡Apuesto a que puedo coger más presas que tú!- alardeó ante

su hermano.

Con Boris a la zaga, Tormenta de Arena salió de la cueva y

cogió el sendero que llevaba hasta los matorrales de la cima del

risco.

Estrella de Fuego condujo a Cereza en la otra dirección, hacia el

río.

El sol se había alzado en un cielo azul salpicado de nubes

blancas.

La luz diurna resplandecía en la superficie del agua pero el día

seguía siendo fresco. Una brisa fría revolvía el pelaje de Estrella de

Fuego.

– ¿Vamos otra vez a donde cazamos ayer?- preguntó animada

Cereza.

Estrella de Fuego se detuvo a mitad de camino de la senda. Si es

cierto que encontraría muchas presas río abajo, pero no podía

La Busqueda de Estrella de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora