Estrella de Fuego durmió del tirón y se despertó al amanecer
para ver que el cielo estaba cubierto por nubes. Soplaba una brisa
fresca y unas cuantas hojas caían danzando desde los arbustos de la
cima del risco. No faltaba mucho para la hoja caída. Tras acicalarse
rápidamente, intentó olvidar los miedos de la noche anterior. El
significado de la profecía de Guardián Celestial se ocultaba en las
lunas venideras. Ahora no podía hacer nada al respecto.
Cola de Trébol y sus crías se habían acomodado por fin en la
maternidad, lo que dejaba hueco a los nuevos guerreros del Clan del
Cielo para que compartieran la gran cueva con Estrella de Fuego y
Tormenta de Arena. Inquiero por hacer algo, Estrella de Fuego
atravesó la cueva y empujó a Garra Afilada con una pata.
– ¿Qué...?- el guerrero levantó la mirada, parpadeando.
– Es hora de que salga la patrulla del alba- anunció.
Garra Afilada se quejó y, luego, salió del lecho y se sacudió las
trozos de helecho y musgo del pelaje mientras Estrella de Fuego
despertaba a Motea Hojas.
– No llevaremos a Zarpa de Cereza y Zarpa de Gorrión y
patrullaremos las fronteras- explicó.
Motea Hojas se mostró confundida.
– Pero si no tenemos frontera.
– Vamos a crear algunas.
Les condujo por la senda hasta la cueva escogida para ser la
guarida de los aprendices, preguntándose cómo se las habrían
apañado Zarpa de Cereza y Zarpa de Gorrión en su primera noche
lejos de los Dos Patas. Se recordó acomodándolos la noche anterior,
ayudándoles a llevar musgo hasta la cueva junto al río y
preparándolo en lechos cómodos.
Los ojos de Zarpa de Gorrión se habían ensanchado de
nerviosismo mientras se ponía el sol y la noche se arrastraba por la
quebrada.
– Me pregunto cómo se sentirán nuestros amos- había
murmurado.
Zarpa de Cereza le dio un lametón apaciguador.
– Estarán bien, igual que nosotros. Ahora somos gatos de clan.
Pero Estrella de Fuego se había fijado en que la punta de su cola
se retorcía, y supo que no lo tenía tan claro como pretendía.
Cuando los otros guerreros y él llegaron a las afueras de la
cueva esa mañana, Zarpa de Cereza salió de golpe con el pelaje
apuntándole en todas direcciones.
– ¿Nos vamos de caza?- quiso saber- ¡Me muero de hambre!
– Los veteranos y las reinas comen primero- le recordó Garra
Afilada con una mirada a Estrella de Fuego.
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La Busqueda de Estrella de Fuego
FantasyPor fin hay paz entre los clanes guerreros y los cuatro prosperan bien. Es entonces cuando Estrella de Fuego, el legendario líder del Clan del Trueno, descubre un secreto impactante: el Clan Estelar, los ancestros guerreros que guían sus huellas, le...