capitulo 11

520 22 9
                                    

Unos graznidos estridentes resonaron en las orejas de Estrella de

Fuego. Se levantó de un salto al tiempo que miraba afanosamente

alrededor hasta ver a un pato en el agua, junto a un lecho de juncos.

Mientras lo observaba, el animal despegó acelerando casi a ras del

río con un zumbido de alas. En ese mismo instante, Estrella de Fuego

sintió como se agitaba la tierra a causa de las fuertes pisadas de

unos pies Dos Patas.

Tormenta de Arena levantó la mirada.

– ¿Qué...?

Estrella de Fuego le abofeteó la boca con la punta de la cola.

– ¡Chist! Dos Patas.

Se asomó por entre los juncos y vio a tres Dos Patas machos que

caminaban por la rivera en su dirección. Todos llevaban aquellas

varas largas y finas que usaban para sostener sobre el agua y

capturar peces. Para su inmenso alivio no vio ni rastro de perros.

Estrella de Fuego se quedó muy quieto mientras los Dos Patas

pasaban de largo su escondrijo y desaparecían rio abajo. Luego,

llamó con la cola a Tormenta de Arena.

– Salgamos de aquí.

Con su pareja en los talones, corrió rápidamente por la orilla a

la sombra de los juncos hasta que dejó atrás el olor a Dos Patas.

Solo entonces se detuvo para recuperar el aliento al tiempo que

analizaba el cielo con nerviosismo. Aún lo cubrían unas nubes

gruesas, de un gris amarillento que parecían tan bajas que rozaban

las copas de los árboles. El aire era más caliente que la noche

anterior y estaba completamente inmóvil.

– Se acerca una tormenta- maulló Tormenta de Arena- Caerá

antes del anochecer.

Estrella de Fuego asintió.

– Será mejor que nos pongamos en marcha, pues y tan rápido

como podamos.

Así lo hicieron, lado a lado, manteniendo un paso regular y con

grandes zancadas. A pesar de lo que había dicho acerca de la

necesidad de darse prisa, en cuanto pensó en lo que podría estar

pasando en el bosque, todo el valor de Estrella de Fuego pareció

disiparse de sus patas y le resultaba cada vez más difícil no darse la

vuelta y regresar corriendo a su clan. ¿Y si había vuelto el tejón?

¿Cómo reaccionarían los otros clanes en cuanto supieran que se

había ido?

Tan solo unas lunas antes todos se habían unido contra el Clan de

la Sangre pero, ¿cuánto tiempo sobreviviría aquella alianza?

Estrella Leopardina no duraría en robar de nuevo las Rocas

La Busqueda de Estrella de FuegoWhere stories live. Discover now