Capitulo 14

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El rubio se paró en seco, haciendo que Sungjong también lo hiciera –Lo voy a esperar, no tengo porque seguir las ordenes de esa bruja-

-Ella no es una bruja, L.Joe- repuso Ricky

-Como sea, ese chico nos debe una explicación- el rubio se encontraba con los puños escondidos en las bolsas de su chaqueta –No esperare a que él nos busque...-

No se podía explicar a detalle lo que ocultaba uno bajo sus miradas; L.Joe estaba furioso, había encontrado la excusa perfecta para poder hacerles reclamos al pelinegro, en el caso de Sungjong, su mirada estaba tan desconectada; se sentía triste y enojado, se sentía una persona estúpida.

Había encontrado la respuesta a la pregunta que se hizo el día en que estaban dentro de la camioneta de Yeol. En su mente también vagaba esa opción de salvación que Myungsoo representaba, porque si él conocía el paradero de las otras piezas, no convendría complicar más las cosas.

Entendía perfectamente el enojo que sentía L.Joe; no podía culparlo. ShinEun, aquella mujer después de haber mencionado que Myungsoo sabia de las piezas les pidió dejar la cabaña; L.Joe reclamó, pero ella no se inmuto ante su decisión. Necesitaba el espacio para hablar a solas con Myungsoo.

La mujer alegó que el pelinegro buscaría a los otros dos a su debido tiempo; L.Joe no quería creerse semejante estupidez, ya lo había dicho antes, estaba harto. Pero Ricky detuvo al rubio a tiempo, él entendía que todo llevaba su paciencia y tenían que actuar con prudencia. El menor aprovechó de la confianza que tenía el rubio hacia él, logrando que ya no continuara reclamando y salir lo más tranquilo de aquella cabaña.

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Cuando los dos chicos cerraron la puerta y el hecho de que después de aquel momento Sungjong no le ofreciera una última mirada hizo que no solo hubiera oscuridad en la cabaña, sino que también en su mente.

-Tiene que ver con mi primo ¿cierto?- Myungsoo se sentía culpable, no sabía exactamente porqué, pero lo que si conocía era la decepción que había tornado en Sungjong. Le preocupaba mucho lo que el castaño pensara de él.

-Así es- ShinEun se acerco al pelinegro –El poder de esas piezas también pueden unir a dos personas sin que una esté enamorada de otra.... Todo conlleva un sacrificio-

-¿Y qué tengo que sacrificar?- se encontraba cabizbajo

-Eso tú lo decides- la fémina colocaba una mano sobre el hombro del pelinegro –Sacrificar tu relación familiar o sacrificar tu amor por Sungjong-

Al oír aquello, Myungsoo se tensó; sintiendo que en cualquier momento la tierra se abriría y lo dejaría caer...

-Entonces... ¿Para qué necesita Calvin esas piezas?-

-Eso no te lo puedo decir- la fémina retiro la mano del cuerpo contrario y se dirigió a la puerta –Si quieres saber, debes preguntárselo...-

Sin más, la mujer despidió con melancolía al pelinegro; sabiendo que era su deber juntarlos y ayudarlos a dar el primer paso para tomar el camino que los llevaría a la tranquilidad, le dolía ver aquel chico tan confundido y decaído. Sabía que él nunca se hubiera imaginado por todo el enigma que tenía que pasar al haber aceptado el favor por parte de su primo. Pero ella, ya no podía guiarlo. Todo dependía, de la decisión que él tomara.

Sentía como si cada ráfaga de aire significara una aguja de gran tamaño que quería pasar por su cuerpo. Experimentaba su cuerpo congelarse, como si cada parte de su complexión figurase un gran cubo de hielo; que en cualquier momento, un fuego fuerte y crucial lo terminaría derritiendo.

Hilo Rojo  (Myungjong)Место, где живут истории. Откройте их для себя