Hilo Rojo (Myungjong)

Capitulo 20

Jiae tenía razón, no podía creer que alguna vez llegó a dudar de ella. jiae tenía razón, aquella vez le advirtió que Calvin no era una buena persona, acertó, ahora ese chico estaba detrás de él.

Tal vez fueron pocos días en que conoció a Calvin, pero no imaginaba tanta maldad que podía haber en el. Pero bien dicen, "las apariencias engañan".

En apariencia, el camino hacia el local era corto, pero la intranquilidad de Sungjong conmocionaba al punto de exagerar con la distancian y sentir el camino demasiado largo. Quería acabar con todo esto de una vez por todas. No solo una tranquilidad para él, quería una tranquilidad digna de merecer a Jiae, a Myungsoo, a Ricky y al L.Joe.

-Por favor, quédate aquí, ahorita vuelvo- Myungsoo asintió con el rostro. Aunque tuviera tantas preguntas por hacer, y que bien el castaño podía responder, no quería presionar más al menor, porque estaba seguro que aquel chico estaba más nervioso e intranquilo que el. Necesitaba mantenerse sereno.

De inmediato corrió hacia su habitación en busca de la pieza. Aquel objeto que ha sido el causante de toda una preocupación, un terror que ha esa edad no debería de vivirse. Sin embargo, los azares del destino se lo plantea uno mismo.

Pero ya no sentía miedo, estaba harto...

-Necesito tu compresión- Yeol se había percatado de la agitación de su amigo al entrar al local. Le siguió para obtener una explicación.- Voy por mi amiga.... Y necesito que no te preocupes-

-¿Cómo me puedes pedir eso?- el chico alto se encontraba atónito- ¿A dónde vas?-

-Voy por L.Joe, Myungsoo me acompañara.- el castaño se acercó a abrazar a su amigo –Iremos al bosque... todo estará bien-

-¿Y por qué lloras?- Sungjong no se había dado cuenta, en un par de segundos estaba con los ojos cubiertos de lágrimas. Una sensación de decirle todo pero una protección que pedía para su amigo se lo impedía. Porque eso era lo que estaba haciendo, lo estaba protegiendo.

Sungjong no podía darle más explicaciones, tomó las llaves de la camioneta de su amigo y al dirigirse a la salida le dedicó una última mirada a su amigo. No, no era un adiós... y ambos lo sabían.

Myungsoo seguía esperando en el lugar donde lo había dejado antes de entrar al local. Ambos se dirigieron hacia la camioneta. Al ver que el castaño andaba muy nervioso, el pelinegro le pidió conducir, no quería que ambos sufrieran un accidente por una imprudencia.

-Dime dónde vive-

El sol comenzaba a ocultarse, solo unos pequeños rayos alcanzaban a alumbrar el rostro de aquellos dos jóvenes enamorados. En algún momento que Myungsoo se detuvo porque el semáforo se lo pidió, el castaño colocó su mano izquierda sobre la derecha del pelinegro que se encontraba tomada del volante. La alzo y le depositó un suave beso.

-Gracias-

-Estamos juntos en esto-

Diez minutos mas y ya se encontraban a las afueras de la casa de L.Joe

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-¿Pasa algo?- ByungHun dejó su lectura a un lado para prestar atención al semblante de Ricky. Desde hace horas que el menor se mantenía cerca de la ventana observando hacia el exterior, no había dicho una palabra hasta entonces, y por alguna razón, esto empezaba a preocupar al rubio.

Después de la charla con su hermano, L.Joe se sentía mejor al otro día. Ya no podía seguirse engañando por un amor que no le pertenecía; decidió dedicar su tiempo a hallar la solución para ayudar a su amigo. Pero bien sabia que tarde o temprano tenía que volver a ver a Sungjong, el pueblo era muy pequeño y sinceramente no estaba dispuesto a huir de él.