Hilo Rojo (Myungjong)

Capitulo 18

La sostuvo entre sus brazos y la llevó a su habitación, con mucho cuidado la dejó en su cama.

Tomó las llaves del consultorio que se encontraban en su bolso y se dispuso a ir inmediatamente.

-Joven Myungsoo, ¿de nuevo usted?-

-Sí- el pelinegro trataba de sonar lo más neutro posible- a Jiyeon se le olvidó un reporte que le tiene que entregar a mi primo... no lo ha terminado y él le llamó diciendo que lo necesitaba en cuanto antes-

-¡Ay, ya veo!- tal parecía que el vigilante se había creído todo lo escuchado- Usted como buen caballero se ofreció a venir, muy bien, pase entonces...-

Myungsoo pasó sin ningún inconveniente. Cuando entró se dijo así mismo que no podía hacer ningún alboroto y buscó sigilosamente aquellas piezas. Dejó las llaves del consultorio en el escritorio de su primo.

A pesar de ser una persona ordenada, Calvin sabía bien ocultar las cosas. El pelinegro empezaba a desesperarse, no tenía mucho tiempo. Recordaba que solo iba por un simple reporte.

De la nada escuchó algo caer, sin duda lo asustó, se trataba de un bolígrafo, cuando lo tomó para recogerlo se detuvo por unos segundos; con una ayuda inesperada su rostro se dirigió hacia la dirección que apuntaba el bolígrafo.

Apuntaba hacia un mueble lleno de varios cajones, pero era extraño, ese mueble ya lo había revisado. Algo daba un "click" en su mente....él no había abierto el ultimo cajón, ¿Por qué no lo hizo? No podía recordar nada y no era posible, no podía recordar con seguridad porqué no lo hizo. Con cuidado se acercó al mueble, cuando intentó abrir no pudo hacerlo, tenía que utilizar una llave.

"Lo que me faltaba" pensó frustrado.

Se escuchó un golpe en la ventana, Myungsoo volteó hacia ella algo asustado, ¿Qué había sido? Dejó su lugar para ir hacia ella. Pero por mas que le buscaba no encontraba señal de haber sido tocada, al menos no por alguien. La ventana daba la vista hacia los edificios de enfrente, todos se encontraban apagados.

Su visión por aquellos edificios cesó cuando volvió a escuchar otro golpe, se había caído las llaves, pero curiosamente no eran las llaves de Jiyeon, "¿De dónde salieron?" y de nuevo un bolígrafo cayó junto a ellas.

Empezó a entender todo. Algo lo ayudaba, pero algo más lo quería fuera de ahí.

Tomó las llaves y una por una empezó a introdúcirlos en la cerradura del cajón. Por fin logró abrirlo, adentro encontró otra caja pero de cristal negro, con mucho cuidado la abrió y ahí se hallaban las piezas.

Sonrió al verlos; sin embargo, su sonrisa cesó cuando la ventana se abrió sin motivo aparente. Algo no estaba bien en ese lugar, para su seguridad sabía que ya no podía seguir ahí.

Tomó las piezas con cuidado, enrolló con cuidado con unas frazadas, y las colocó dentro de la pequeña mochila que llevaba consigo. Cerró el cajón con sumo cuidado.

De inmediato se dispuso a cerrar la venta y recoger algunos papeles que se dispersaron por el aire ocasionando. Recogió un folder cualquiera del escritorio de Jiyeon para hacer creer al vigilante que tenía con ello el reporte.

Sin nada extraño durante su trayectoria hacia el departamento de Jiyeon, pudo respirar un poco más tranquilo. Llegó y sólo dejó una nota a la fémina: "No sé qué te pasó, caíste desmayada, espero mejores. Gracias por la velada. Atte.: Myungsoo"; algo muy simplista, pero al menos el pelinegro no quería y no tenía que dar más explicaciones. También no estaba en sus planes volver a verla.