Capitulo 6: ¿Y que hay de mi?

449 26 7
                                    

Sin más que hacer acepte lo que me había dicho, los segundos se convirtieron en horas, las horas en días, esos días en semanas, las semanas en meses, hasta que, por fin pude controlar mi vuelo, eso hizo que Ethan como lo había prometido me regreso a la Tierra en la cual lo primero que hice al llegar a casa fue pensar en cuanto tiempo había pasado, aun no me acoplaba a estar completamente con humanos así que Ethan me acompañaba a donde fuera, quien diría que yo era una chica que necesitaba mucha ayuda para dejar de tratar de salvar el pasado y concentrarme en el futuro... aunque lo que más recuerdo es como me comportaba con un imbécil, ¿cómo se llamaba? ¿Nicolás?, bueno, si me lo encuentro ya no será lo mismo, no dejare que él se aproveche de mí por querer "arreglar" las cosas.

-- Lunita lunera, ¿estás bien? Llevas rato mirando a la nada y caminando, puedes chocar contra al—el chico no pudo decir nada ya que el mismo choco contra un chico de ojos verdes grisáceos, tez blanca, cabello negro con algunos mechones azules, Ethan trato de disculparse como el ángel que es, pero, aquel desconocido solo lo ignoro levantándose y viéndome con unos ojos fríos y desvergonzados, mi ángel protector al notar eso decidió interponerse. –Disculpa, ¿se te perdió algo?

-- Oye chica, necesitas cortar tu cabello, alguien lo está pisando. —Voltee un poco y logre notar como la gente pasaba arriba de él, así que le mire suspirando un poco—si tu novio me deja te llevare a una estética muy buena, tu ropa también esta pasada de moda.

-- ¿Puedo ir? –Mire al ángel con los ojos más tiernos que jamás hubiera puesto, este chico asentó un poco molesto mientras se cruzaba de brazos.

-- Iré a comprar los víveres para tu casa—le sonreí con victoria mientras tomaba mi cabello largo y comenzaba a juntarlo, no era tan largo pero las personas que pasaban detrás de mi si lo pisaban.

Cuando su acompañante se marchaba el chico de mirada desinteresada comenzó a caminar, ¡estúpido niño!, comenzar a caminar dejando a una chica sola, ¿quién se cree este?, camine tras él hasta que se adentró en un local, yo entre después de él mientras las trabajadoras me veían impresionadas, el largo cabello que traía unas dos empleadas se me acercaron.

--Disculpe señorita, ¿que hará con todo ese cabello?—dijo una chica de por lo menos 25 años, rubia y con un maquillaje extravagante en su rostro.

--¿Lo donara?¿gusta que lo tiremos?—pregunto una señora de por lo menos 40 años de edad, su cabello era castaño con algunas canas en su cabellera.

--Me gustaría que por favor lo donen.

--Hasta donde quiere que lo cortemos.

--Lo quisiera un centímetro arriba de mis hombros.

--Claro cariño, lo haremos por la quería amiga de Daniel –la mire un tanto confusa mientras el chico suspiro al escuchar a la señora amable hablar.

--Madre, para por favor—la señora rio mientras tomaba mi mano con gentileza llevándome a sentar en la silla.

La señora comenzó a cortar mi cabello mientras yo conversaba con ella, aquella señora de forma gentil me hablaba sobe mi cabello y algo de su vida, haciendo que en ocasiones el chico frente a nosotras se sonroje, al acabar el chico llamado Daniel me paso un espejo dejando ver mi nuevo corte, me remarcaba un poco mi rostro.

--Señorita, ¿usted se había pintado el cabello de blanco?—pregunto algo inocente a lo que yo reí con ternura.

--Nací con ese color de cabello, es lindo—La señora asintió mientras sonreía de forma dulce—Disculpe las molestias pero ha llegado la hora de irme, debo buscar a alguien, cuanto le debo

--A ti querida, te haré un precio especia, serán 15 dólares

--Muchas gracias, usted es un amor—le di un billete de 20 mientras caminaba fuera del local dirigiéndome en donde me había separado de Ethan, solo lo esperare y cuando llegue iré a casa, pasaron los minutos y sentí como alguien me miraba fijamente al lado izquierdo de mí, al voltear sobre mi hombro logre distinguir una figura un tanto conocida, solo estaba parado, me veía sorprendido y un poco confuso mientras yo le miraba de la misma forma, su cabello negro, su camisa un tanto pegada que lograba marcar un poco su cuerpo con musculatura no tan exagerada, sus jeans grises un tanto rasgados, sus ojos los cuales jamás olvidaría.

--Negros... sus ojos son negros... --fue lo último que dije mientras Ethan tomaba mi mano y me llevaba sonriendo cargando con su brazo los víveres.

¿ Y que hay de mi? fueron las palabras que logre notar cuando movió sus labios lentamente, quise verlos solo un poco mas pero ya no lograba distinguirlo entre la gente.

Entre Ángeles Y Demonios. (ABANDONADO)Where stories live. Discover now