Entre Ángeles Y Demonios. (ABANDONADO)

Capítulo 16: Dos días.

Eran las tres de la mañana, sabia exactamente que día era hoy pero no sabia cuanto duraría mi felicidad al tener a un bastardo en la casa. Estaba dormida soñaba constantemente que me asesinaban en lugar de que yo asesinara como la última vez, iba a llorar después de levantarme asustada de aquella pesadilla, traté de buscar alivio al inspeccionar mi cuerpo verificando si no tenía algún daño como en mi sueño, por fortuna no tengo nada. Volteé de forma rápida la cabeza para asegurarme de que Celeste este bien, cuando mire a los chicos Dani dormía de forma profunda en cambio Nikolai me veía angustiado, traté sin duda de comportarme como de costumbre pero lo único que pude hacer fue levantarme de mi cama cuidadosamente y salir de la habitación, caminé de forma rápida a la estancia, me senté en el sofá comenzando a sollozar por mi sueño, todo lo tenia en la cabeza no hay ninguna duda respecto a ello.

Unos segundos pasaron antes de que pudiera sentir como alguien se sentaba a mi lado, se que es Nikolai, pero, ¿por qué esta aquí?, ¿por qué se preocupa tanto por mi?, ¿de verdad siente algo hacia mi?. Suave. Fue lo que sentí en mi frente. Cálido. Todo mi cuerpo recibía la calidez del suyo como si ya hubiera pasado, Nikolai a pesar de ser un egocéntrico y pervertido, tenía su lado tierno y torpe. Él besaba repetidamente mi frente hasta que me armé de valor para poderlo ver a la cara, tenía la nariz roja al igual que mis mejillas, los ojos algo hinchados además de mi cabello desordenado. El chico frente mio sonrió un poco a lo cual le mire curiosa.

—Te apuesto todo lo que quieras a que el ángel imbécil no te ha secado las lágrimas tal y como lo hago contigo. —Rodeo los ojos riendo por la actitud sínica de mi acompañante mientras él acariciaba con dulzura mi mentón.

Me abrazó nuevamente comenzando a acariciar mi ahora corto cabello.

—Te veías linda con el cabello largo, pero ahora te vez sexy con el cabello corto. — Refunfuñe un poco alejándome de el y golpeándolo no tan fuerte en el brazo ya que no quería que gritará y despertará a todos.

Tenía muy en claro que él es un degenerado, siempre termina diciendo lo primero que se le venga a la cabeza pero a pesar de eso me vuelvo acercar a el para abrazarlo.
El chico de cabellos negros continuaba dándoles suaves caricias a mi cabello haciendo que mis párpados se volvieran cada vez mas pesados, la vista que tenia de la estancia comenzaba a volverse de color negro, todo estaba negro. Pero. Lo negro comenzó a palidecer  dejando todo con una luz clara, frente de mi estaba el demonio que tengo como pretendiente, a su lado estaba la silueta de algo mas no distinguía exactamente que es lo que era, fije mi vista en donde me encontraba, analizaba cada centímetro del lugar hasta que lo deduje.

—Nuestro parque secreto. —Aquel lugar lleno de vida estaba nuevamente frente mio, el pasto verde los grandes y frondosos arboles, las pequeñas aves que cantaban de una forma tan angelical. Todo era justo como lo recordaba, pero, ¿por qué ellos están ahí?.

Me decidí a preguntarle a el murciélago pervertido, a cada paso que daba la silueta extraña se acercaba, antes de poder tocar a Nikolai logré distinguir a un ángel, era hombre, casi todo de él era blanco. Lastimosamente todo volvió a ser oscuro, las preguntas surgieron de forma rápida en mi cabeza. ¿Quien era él?. Esa era la pregunta que resonaba mas que las demás en mi subconsciente, me hubiera encantado descubrirlo solo que cuando abrí mis ojos mi padre estaba susurrándole molesto a mi madre, tallé mis ojos quitando las lagañas que se formaron al dormir sin lavar mi rostro antes de hacerlo. Me aparte del demonio estirándome al mismo tiempo que Les, Dani, mi padre y mi madre sonreían como si nada de lo anterior hubiese pasado. Mamá tenia una tarta de bizcocho de chocolate cubierto con betún de vainilla, el idiota despertó pasando su mano derecha por su cabello, las cuatro personas frente de nosotros gritaron sonrientes un "Feliz cumpleaños" mientras que a su vez  el engendro del mal sonreía de lado susurrándome lo mismo que las personas de frente.

Sonreía emocionada olvidando por completo el sueño que tuve antes de ir a la sala de lo que era la casa de mis padres, el día paso muy lento, Les hablaba a todo momento con mi familia al mismo tiempo que lo hacia con Dani quien simplemente reía en susurros por las anécdotas que contaba de nosotras dos, mi padre veía resignado al plato de galletas al saber que había crecido, mi hermano y mi madre estaban igual que Les. Ellos parecían una gran familia, hubieran adoptado a Les en mi lugar, ella nunca les ha ría traído problemas como yo lo he hecho. Parece que alguien leyó mis pensamientos ya que esta jode, jode, jode y jode. Así es. Nilolai ataca con su terquedad, pero parece que lo hizo por mi bien ya que en ese instante tenían el pastel en manos comenzando a bajarlo para dejarlo frente a mi en el pequeño comedor. Todos estaban sentados al mismo tiempo que me cantaban una canción, miraba alegre al pastel que mi madre me hizo, como era de esperarse todos querían postre así que terminando de cantar partí el pastel comienza do a repartirlo entre mis amigos y mi familia, todo paso tranquilo, cenamos para después abrir los dos únicos regalos que me habían obsequiado uno era de Les y obviamente el ultimo era de Nikolai.

Tome el obsequio que estaba envuenlto por un papel para regalo de tonos pasteles, lo abría con cuidado pero llego un momento en el que me desespere y arranque la envoltura, era un pequeño cofre con una credencial dentro. Ella se acerco a mi abrazándome mientras sonreía.

—Esta credencial es para que vayamos mañana a comprar todos los materiales de dibujo que quieras. Te lo mereces Lunera. -- Grite emocionada al mismo tiempo que daba pequeños saltitos con ella.

Les se aparto de mi al mismo tiempo que se sentaba en un sofá, al girar un poco mi cabeza me encontré con Nikolai, su sonrisa era burlona al mismo tiempo que tierna, en sus manos se encontraba una caja de buen tamaño color negra con un sencillo listón celeste, al abrirlo se encontraba una scketchbook, personalizada con un pequeño dibujo de Les, Dani, mi familia, al voltearlo estaba un dibujo un tanto "provocativo" de el imbécil que me lo regalo, mis mejillas ardían al igual que mis orejas me daban ganas de arrojarlo lejos aunque lo que pude hacer fue guardarlo nuevamente en la caja, pero al hacerlo note plumas, plumas, plumas y mas plumas. mire molesta a el demonio que me dio el regalo.

-- La broma de la sketchbook fue buena, pero, que me estés regalando esto es lo mas dulce de tu parte, pensé que te quedarías con mis memorias del cielo.

-- Soy un idiota, pero no demasiado, linda.

--Muy bien, acabemos antes de que tu padre se ponga mas celoso de perder a su niñita.-- Dijo con una pequeña sonrisa Daniel quien estaba sentado comiendo algo de pastel.

Una celebración sin igual a mi parecer, mucha diversión, pero un ángel que no recuerdo muy bien quien es, posiblemente mi padre aunque no estoy muy segura de ello.

Lamento la tardanza, pero, ¿que creen que pase al solo faltar dos días?, ¿que opinan de Luna?, ¿que esperan de su decisión?