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_____ Briefs.

Sentí cómo agarraban mi pie, levantándolo con intenciones de hacerme caer. Levanté la vista y era papá, sonrió de lado y me soltó, así que aproveché para sentarme bien.

—¿Cuántas veces te he dicho que no hagas eso porque te puedes caer? —me entrega mi espada.

—Han pasado casi 10 años y nunca me he caído... —La pongo en mi espalda.

—¿En qué piensas? —me pregunta sin mirarme, solo miraba al frente.

—Tengo unos pequeños e importantes problemas, después te cuento. Ahora solo importa matar a Black y encerrar a Zamazu.

—Ya lo creo. —susurra. —La máquina está lista. Vamos.

Todos nosotros fuimos abajo para entrar a la máquina del tiempo, mientras que otros solo miraban. Me metí de las primeras, me crucé de brazos, dándole la espalda a todos. A los minutos, el resto comenzó a entrar e iniciamos el viaje.

En silencio, por alguna razón tenía el presentimiento de que este sería el último viaje.

—¡Ah! —gritó Goku, irrumpiendo sorpresivamente en el silencio. —¡Olvidé la vasija en casa!

—¡¿Qué dices, Kakarotto!?

—¿Y ahora qué hacemos? —Trunks nos miró preocupado.

—No podré usar el Mafuba para encerrar a Zamazu. ¡¿Qué haremos!?

Rodeé los ojos y bajé de la máquina del tiempo, ya habíamos llegado cuando Goku dijo que olvidó el principal implemento. En primer lugar, esta vez fuimos al refugio, aunque yo simplemente fui al centro de la ciudad, quería comenzar.

Bills, durante la cena, me dijo que si no podía derrotarlos con el estado base o con el Mafuba de Goku, tendría que sacar un poco de poder. Él dijo que cuando perdí el control durante la fiesta de cumpleaños de mamá y cuando entrenaba con Vados, mi poder era mucho y lo suficiente para matar a este tipo.

—¡_____! ¿¡Qué haces aquí!? —grita papá llegando junto a los demás.

—Era feliz hasta que ustedes llegaron... —lo ignoré.

—¡Céntrate en la pelea con ese idiota!

Le iba a responder, pero el ki de Black me interrumpió. Este venía para acá.

—Hablando del rey de Roma... —puse mis manos en mis caderas.

—Black ya llegó.

Él aterriza en unos edificios delante de nosotros. Nos mira seriamente a todos y de la nada sonríe de lado para luego cerrar los ojos y aparecer enfrente de nosotros, o mejor dicho, enfrente de mí, un poco más alejado.

—Esta vez llegaron temprano. —se cruza de brazos.

—Lo siento, quería matarte antes del almuerzo.

—¿Matarme? Los humanos sí que son malos humoristas.

—Pues trágate este chiste. —Me convertí en Super Saiyajin y volé rápidamente hasta él; sin duda, cuando me transformo en Super Saiyajin, mi velocidad es lo que más aumenta. Le di una doble patada en la cara y cayó en unos edificios. Lamentablemente, aún no controlaba este estado, por lo que volví a la normalidad. Él desaparece y aparece enfrente de mí, esta vez en Super Saiyajin Rose.

____  Y Trunks Briefs | 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora