Justin es un chico increíble en todos los aspectos, de esa misma forma puede pensar y ver más allá que un hombre normal, sabe que a la chica que ama puede transfórmala con su amor hasta lograr la mujer que él desea.
Pero a pesar de todo, tiene un...
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Dos semanas han pasado del casi beso con Justin y las cosas se han puesto más intentas y confusas de lo normal. Él está al lado mío siempre pero desde el encontrón con Jason, ya ni puedo ir al baño tranquila. Por otro lado Jason me tira besos y guiños haciendo que me sonrojar cada vez que lo veía.
Nunca pensé estar en esta situación, verme involucrada por parte de dos chicos, hace seis meses era una nerd, friki, rara, rata o lo que sea y la llegada de Justin puso todos patas arriba.
Me había levantado demasiado tarde, había hecho mi habitación y me había duchado para después vestirme. Mi madre me había llamado hace varios minutos para ir a comer el desayuno y no había ido por el ruido que hacían mis primos, pero al final baje por hambre y me lleve una sorpresa al ver a mi madre, mis primos, sus novias, Justin, su madre y Jazzy.
—Hola —dije mirándolo extrañamente a todos.
—Dormilona —dice Martin pasando con los platos al estante para guárdalos.
—Son las tres de la tarde —dice mi madre y capte las miradas de todos—. No debes quedarte dormida tan tarde.
—Estaba cansada —respondí.
—Creo que todos lo notamos —dijo Nicolas mirándome.
—Si me quedo claro que dormí hasta tarde —dije algo molesta.
De pronto algunos se rieron y madre me sonrío negando.
—Nada de tecnologías en la noche —dice mi madre.
—Ahmm. —me queje y mi madre resopló.
—Ve a ver tu comida, está en el microondas —me ordena mi madre..
Al final todos se habían ido a la sala mientras tanto yo comía en un rincón del comedor. Comí tranquilamente mientras miraba a Justin mientras hablaba con algunos de mis primos, las novias de mis primos jugaban con Jazzy y Patty y mi madre conversaban
Después de lavar el plato y lavar mis dientes, me había fijado que todas chicas habían subido.
—¿Qué pasa? —pregunte a David y él se encogió los hombros.
Con los chicos nos dirigimos a mi habitación, menos mal que la había ordenado y hecho. Mi madre al verme saco unas grandes bolsas y cajas
—¿Qué estas pasando aquí? —pregunte mirándolas.
—Son unos hermosos vestidos —dice Ana con una sonrisa.
—¿Vestidos? ¿Para la cena? —pregunto incrédula.
—Pattie y yo querida, empezamos un negocio con vestidos para toda ocasión, estos son los primeros vestidos y tú serás la primera en probar uno, ya que nuestro vecino seria nuestro socio y hay que impresionar —mi madre juega con su codo en mi brazo sonriendo.
