27. Tom salva el día.

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27. Tom salva el día.

Tom continuó, por unos minutos, absorto, observando aquel papel que no sólo podía llevar a la cárcel a Eleanor, sino que también podía entregarle la libertad tanto él como a ________. Sacudió la cabeza, recordando que el tiempo no estaba a su favor y debía actuar lo más rápido que pudiese.

Salió disparado de la oficina y apenas tomó el ascensor, sacó su teléfono celular. Luego de marcar un número, lo pegó a su oído.

Su pie derecho zapateaba contra el suelo, producto de la impaciencia y nervio que toda la situación le estaba causando. Pero, tuvo que calmarse, cuando escuchó una voz al otro lado de la línea.

-Hey, Tom–Contestó el padre de ________, casi instantáneamente-¿Cómo estás para este gran día, campeón?–Preguntó con alegría.

-Bien, bien–Respondió, con una risilla nerviosa escapándosele de los labios. Vamos Tom, se dijo, actúa normal. Aclaró la garganta, después de salir del edificio, y mientras se subía a su auto-Acabo de llegar a tu oficina, pero no estás. Necesito que firmes unos papeles que faltan, ¿crees que puedas venir para acá?

-Oh–Cuestionó el hombre, con evidente pereza en su voz–¿Es importante?

El auto partió y Tom le hizo, como pudo, señas a su chofer para que lo llevara al departamento de ________.

-Sí–Explicó el británico-, digo, es urgente. ¿Estás muy ocupado?

-Íbamos al departamento, a ver a ________ y a arreglarnos, pero, podemos volver a firmar los papeles, aún tenemos un poco de tiempo.

-Excelente, los esperaré acá en la oficina. Nos vemos.

Cortó y sonrió. Debía llegar con ________ antes de que ellos pudieran hacerlo y esa excusa era perfecta para ganar unos minutos a su favor. Mientras Tom avanzaba, ellos se devolvían.

Para su suerte, y como si todo estuviera de su lado, el trayecto fue tan rápido y expedito que, en un parpadear de ojos, ya se encontraba saludando al Señor Evans y entrando al elevador.

Entró al pent-house, con el cual ya estaba familiarizado, y encontró a su prometida sentada frente a un espejo, con el hermoso vestido de novia ya puesto, siendo maquillada y peinada.

-¡Tom! Es de mala suerte que me veas–Susurró ________, de manera sarcástica, apenas lo vio a través del reflejo del espejo-Espera, ¿qué haces acá?–Preguntó la joven, medio confundida.

-Créeme, esta vez la suerte esta de nuestro lado, cariño–Sonrió el londinense, sacudiendo la carpeta que traía consigo de manera efusiva-Por favor–Le habló a las mujeres que arreglaban a ________-, necesito que nos dejen a solas.

***

________ leía el contenido de la carpeta una y otra vez, tan impresionada como Tom lo había estado en su momento. El británico caminaba de un lado a otro por la habitación, con entusiasmo.

-Entonces–Balbuceó la chica, con la voz tiritona-, to-todo fue una....

-Mentira–Completó el hombre, asintiendo.

Parpadeó un par de veces, intentando asimilar la compleja situación que su abuela le había hecho vivir y los ojos se le cristalizaron, anunciándole que se encontraba pronta a llorar. Iba a llorar y las lágrimas no serían de tristeza, pero sí de rabia, de furia e impotencia. Eleanor y su padre la habían manipulado cual títere y ella había confiado a ojos cerrados en ambos.

Tom colocó una mano en su hombro, intentando darle esa calma que tanto necesitaba y suspiró. Limpió algunas lágrimas de sus mejillas y se puso de pie.

-Debemos salir de acá, ________, ahora. He logrado distraerlos por unos minutos, pero, en este momento ellos deben venir para acá–Explicó el muchacho, luego de revisar las miles de llamadas perdidas que tenía de su, ahora, ex suegro.

Ella lo abrazó, fuerte, con la sonrisa más grande que había dado en meses. Y, es que, quizás Tom no lo entendía del todo, pero él acababa de salvarla.

-Mu-muchas gracias, Tom–Musitó-No sabes cuánto, cuánto...

-Lo sé, lo entiendo–Él la interrumpió, gentil, separándose de ella-Pero debemos irnos de acá, ahora ya. No sé qué cosa son capaz de hacernos si se enteran de que sabemos sobre el gran fraude que han encubierto durante todo este tiempo.

-Necesito cambiarme–Balbuceó ________, pero Tom negó.

-No tenemos tiempo–La tomó de la mano y la jaló-¡Vamos, vamos!

Bajaron hasta la recepción y evitaron las raras miradas que el portero del edificio les dio. Salieron al exterior y Tom le pasó su chaqueta a ________, al ver que la joven moría de frio.

-Iré hasta la iglesia, a avisar que todo se ha cancelado–Él habló, comenzando a decir adiós-Lo que pase con esto–Susurró, entregándole la carpeta, con toda esa valiosa información a ella-, lo dejaré a tu decisión. Yo te apoyaré si deseas entregarlos, a Eleanor y tu padre, a la Comisión y también lo haré si deseas no delatarlos. Sólo piénsalo bien–________ asintió y él le dio una mirada llena de cariño-Por favor, cuídate–Finalizó en un suspiro.

Ella nunca pensó que despedirse de Tom sería triste, pero lo fue. Lo abrazó fuerte, sin dejar de agradecerle ni por un segundo y le siguió haciendo señas con los brazos hasta que vio partir su auto. Recién después de eso, fue capaz de subirse al suyo.

-No iremos a la iglesia, John–________ le informó a su chofer, más feliz que nunca–, no sé a dónde iremos... así que sólo maneja por la ciudad.

John le sonrió a través del espejo retrovisor y ella suspiró, con el corazón aun latiéndole fuerte.

No había pensado en nada todavía. Y es que, estaba tan perdida en asimilar lo sucedido, una y otra vez, que aún no se preguntaba qué pasaría ahora, ni a dónde iría o si buscaría a Norman. Ninguna de esas incógnitas recorría su cabeza aún, ni siquiera aquella decisión tan importante que debía tomar. Sólo se encargó de sentir cómo el alivio recobraba su cuerpo, de una vez por todas.

Tal y como cuando despiertas de una pesadilla y te das cuenta de que todo ha terminado, así era. Aquella pesadilla que le había estado atormentando por tanto tiempo había llegado a su fin.

Era libre.


_______________

Quiero su opinión respecto al futuro de Eleanor y el padre de ________, ¿qué creen que debería pasar?

¡Las quiero!

The Exception - Norman ReedusWhere stories live. Discover now