- ¿Carmen? Hola, soy Lázaro. ¿Está tu hermano?
- No, quillo. Ha salido con Marta.
- Ah,vale.
- ¿Le digo algo?
- No, da igual. Ya hablaré con él. Venga... Bueno, dile que es un mariquita de mi parte. Hasta luego.
-Adiós.
Lázaro colgó el teléfono mirando a Josan y a Laura.
- ¿Y bien? – preguntó Josan.
-Tato tampoco. Descartada también Marta -. Lázaro se rascó la cabeza -. ¿Para qué vale esto?
- Es un signo de que tu mundo se va alejando de ti – respondió Laura.
- Aún no has llamado a Isabel – recordó Josan.
- Sí, lo sé.
- No tengas miedo – dijo Laura.
Lázaro iba a decir algo, pero Laura le interrumpió.
- Aunque comprendo que lo tengas.
Laura miró al muchacho, que se derrumbaba en el sofá.
-¿Pero cómo puede estar pasando esto? Todo era tan bonito... hasta que llegasteis vosotros... bueno – señaló a Josan -, tú.
- No me culpes por lo que está pasando – contestó Josan -, porque no está pasando.
- Sí, claro – respondió Lázaro con una risa de ironía -, yo no existo.
- Sí existes – respondió Laura -, es sólo que no aquí.
- ¡Y dónde carajo existo!
- No nos crees – afirmó Josan.
-No, no os puedo creer.
-Pero crees que una chica como Laura podría salir con un tío como Pablo – dijo Josan.
Laura lanzó a Josan una mirada cargada de ternura y complicidad a partes iguales.
- ¿Y qué tiene eso que ver? – preguntó Lázaro sin hacer demasiado caso -. Hace ya tiempo que elaboramos una teoría acerca de eso.
-Pablo y yo no estamos juntos – dijo Laura.
Lázaro se sorprendió a sí mismo con un brillo de alegría en sus ojos.
-¿Desde cuando?
-Desde nunca.
Lázaro pensaba que debería estar confuso, pero ya se había acostumbrado a escuchar cosas raras. Muchas cosas se le pasaron por la cabeza.Muchas preguntas, muchos cabos sueltos. Sólo se le ocurrió decir una cosa.
-Explícame eso.
- Yo existo aquí igual que tú.
-¿Cómo?
-Lázaro – intervino Josan -. Lo que Laura intenta decirte es que...
Se quedó sin palabras.
-¿Qué?
- Que sabemos cómo sacarte de aquí.
-¿Cómo?
- No lo sabemos.
Una nueva pregunta pasó por la cabeza de Lázaro.
"¿Porqué no he largado ya todavía a estos dos?"
- La clave está en los tatuajes – dijo Josan.
- Sí– respondió Lázaro -. Algo así imaginaba.
YOU ARE READING
Senda de perdición
ParanormalLázaro ha vuelto al mundo de los vivos. Tras un coma que le tuvo varios años postrado en una cama, despierta con la extraña sensación de que algo no es como debería ser. No es sólo que su cuerpo no se haya degradado tras largos años de inactividad...