XVIII

2.3K 164 28
                                    

Al ver a la castaña de ojos azules, Red empezó a huir escaleras abajo. Se dirigía al sótano con Vee. Las tres chicas corrieron tras él, aún más enojadas, pues primero atacaba y luego huía.

–¡Vuelve aquí cobarde!– Gritó Blue saltándose varios escalones para alcanzarlo.

–¡Mega atrápalo!– Ordenó Crystal sacando a su Pokémon, Meganium y así facilitar las cosas.

Acto seguido, Meganium atrapó a Red quién había logrado llegar abajo. Blue se acercó con malicia y ¡Paf! Una dulce cachetada le cedió. Por un momento, los ojos de Red brillaron más de lo normal, cosa que Sapphire notó.

–¿Blue?– Preguntó Red confundido, a la vez que miraba a todos lados.

–¡Cállate!– Respondió Blue con autoridad que asustaba.

–¿Dónde...?– Red estaba perdido pero un pequeño destello hizo que regresara a su actitud de pelea.– ¡Psicorrayo!

–¿Bipolaridad?– Preguntó Crystal a la mayor mientras Cleffy utilizaba protección para proteger a las chicas.

–Yo creo que más bien es un idiota.– Respondió Blue rodando los ojos fastidiada.

–Chicas, sé que sonará extraño pero... creo que algo está controlando a Red-sempai, digo Red.– Mencionó Sapphire con Donphan listo para pelear.

Por su parte, Ruby ya se encontraba en el Encinar, buscando la casita del viajero del tiempo. Si bien, el lugar le traía recuerdos de la infancia, decidió concentrarse en cumplir rápidamente su labor.

–¡Aquí está!– Exclamó un tanto alegre pero luego pensativo.– ¿Qué se supone que deba hacer?

Un ruido entre los arbustos lo sacó de sus pensamientos, lo que hizo que volteara a ver. Una fuerte luz empezó a salir de la construcción de madera y dos cosas más. Una voló, y la otra, simplemente cayó sobre Ruby.

–¿Qué tal Ruby?– Saludó Gold en su forma natural, como si nada fuera de lo común hubiese pasado.

–¿Hola Gold?– Ruby ladeó un poco la cabeza para comprobar qué es lo que tenía encima.

–Gracias por ablandar la caída.– Agradeció Gold levantándose a la vez que elongaba sus extremidades.– Eso demuestra que no tienes músculos.

–Espera.– Lo detuvo Ruby mientras se levantaba, ignorando el insulto.– Estuviste atrapado en el vórtice del tiempo y ahora estás como si nada.

–En primer lugar, no estaba atrapado, yo quise hacerlo.– Contestó Gold corrigiendo a su amigo.– Segundo, vi todo lo que ocurrió así como lo que ocurrirá, por lo que es obvio que actúe así.

–¿Entonces sabes si Sapphire y y... digo, si acabaremos con el equipo NeoLyce?– Preguntó Ruby quitando rápidamente el sonrojo provocado por sus fantasías.

–Claro que si, chico cursi.– Respondió Gold golpeándose el pecho con orgullo.– Y te tengo unos avances sobre Sapphire...

–¡Gracias Gold!– Ruby se alegró bastante pues podría molestar a su amiga con ventaja.

–Dale las gracias a Celebi.– Indicó Gold como buen criador, siempre poniendo a los Pokémon por delante.

Pero Celebi ya había regresado a su transcurso de tiempo, pues la guarida estaba cerrada y todo adornado con normalidad. Por lo tanto, ambos chicos retomaron camino al monte Plateado para terminar de una vez con todo el jaleo.

Puños presionados, Weavile a su lado. Así era como Silver avanzaba a paso lento por los oscuros pasillos de la base del equipo cuyo nombre el chico no quería ni pensar. Su mente era un tornado de ideas confusas.

–¿Y si mi papá está detrás de todo esto?– Preguntó Silver a su Pokémon más fiel, el único que podía saber sus secretos.

El Pokémon negó. La astucia de Weavile era enorme, por lo que decidió creerle y seguir avanzando, sin rumbo alguno. Bueno, quería saber qué estaba haciendo su padre, pero a la vez, no tanto, pues no quería decepcionarse nuevamente.

Volviendo con las chicas, estas estaban metidas en un gran enigma tras la sospecha de Sapphire. Crystal, guiándose por la lógica científica decidió seguir la ley de acción-reacción.

–Mega, acércalo.– Pidió Crystal ya que Meganium seguía teniendo prisionera al joven problemático.

–¿Qué planeas hacer Chris?– Preguntó Blue curiosa y a la vez lista para atacar dependiendo de la reacción.

Crystal acercó lentamente su mano al brazo de Red. Al hacer el contacto directo, fue como si Red hubiese despertado de un sueño, ya que dio un pequeño salto. Sin embargo, al dejar de tocarlo, nuevamente se vio el pequeño destello y los ojos del chico se tornaron brillantes.

–¡Saur!– Otro Pokémon fue liberado por parte de Red, esta vez con la intención de dejar de jugar, y ponerse a ganar.

Por su lado, Green y Yellow estaban caminando en busca de Lance. Pareciera que no tenían apuro alguno, pues la conversación que mantenían era relajada y algo preocupada.

–Me siento terrible por Blue. Nunca fue mi intención hacerle daño.– Murmuró Yellow bastante apenada, cabizbaja.

–Mm...– Green estaba pensativo. No quería revelar que también se sentía así, pero tampoco sabía que decir.– Supongo que la culpa es de Red.

–Solo una parte.– Respondió Yellow mirándolo a los ojos.

–Sabes Yellow, las cosas ya fueron hechas. Si nos vamos a lamentar por algo que ya pasó, nada será mejor.– Green no soportaba la melancolía de su compañera ya que las emociones no eran lo suyo.– Ahora debemos concentrarnos en esto, y después veremos como compensar a Blue.

–S-Si.– Asintió Yellow poniéndose firme para no molestar a su amigo que en cierta forma tenía razón.

–Lance debe estar ahí dentro.– Green señaló una puerta justo en frente de ellos.

–¿Vamos a luchar contra él?– Preguntó Yellow no muy a gusto con esa idea. Si bien le había ganado hace varios años, fue gracias a Pika.

–No.– Negó Green con la cabeza.– Yo pienso averiguar su estúpido objetivo.

–Se supone que es separarnos.– Indicó Yellow recordando lo relatado por Ruby en su casa.– Eso es lo que descubrieron Ruby y Silver.

–Eso es muy vago, está claro que quieren hacer algo más.– Green extendió su mano para abrir la puerta, pero la perilla se movió antes de tocarla.

Por último, el chico de cabello rojo y ojos plateados se detuvo para encontrarse frente a frente con su padre. Lo primero que notó fue qué en su chaqueta, seguía la R roja, característica del equipo Rocket, por lo tanto, Weavile tenía razón.

–¿Ahora me darás respuestas?– Preguntó Silver de forma fría y decidida.

–¿Y tú me harás responder?– Giovanni respondió de forma retórica con otra pregunta, creando más tensión de la que había.

La transformación de Red.Where stories live. Discover now