Omega Sigma

X. "Es una orden"

–¿Y e-eso que quiere decir?–trastabilleó horriblemente, sintiendo un balde de agua helada paralizándolo

–No te alteres...

–¿Yo..?¿M-mi custodia?

–Quiere decir que no nos necesitas más, que hemos sido destituidos y reasignados a otro caso. Al igual que John–susurró mientras apretaba el abrazo y ocultaba su rostro en el hombro del Omega para que no viese su rostro contenido.

–¿Qué?¿Q-qué has dicho? Ust-Ustedes no..

Miró desesperadamente al rostro de su tío E quien tenía una expresión impertérrita, con los labios convertidos en una dura línea recta. Sintió sus ojos aguarse rápidamente, pudo sentir él ardor inaguantable recorrer sus mejillas y apretarle el pecho. Jadeó como un animalito asustado.

–¡No pueden!¡No van a dejarme!–gritó separándose de golpe–¡No sé como le van a hacer pero no me van a dejar!

Los Alfas se miraron el uni al otro.

–No es nuestra decisión y si lo fuera creeme que nosotros...–comenzó a decir su tío E, dando un paso mas cerca de él pero Kuroko se revolvió furiosamente, con los ojos empapados.

–¡No pueden!¡No pueden!¡Y no van a dejarme, es una maldita orden!–dijo derrumbándose en él fresco pasto que acariciaba sus piernas.

"Ellos son tu cuerpo de seguridad, Kuroko"

"Ellos van a cuidarte y no se irán"

"Puedes ordenarles que se vayan si quieres o si tienes pesadillas, que se queden"

Los conocía desde que nació, los vió desde que era un bebé. Y cuando le dijeron, le explicaron aquello quedó grabado en fuego en su memoria.

Que no se irían, que no le dejarían, que se asegurarían de que estuviera sano y feliz. Que podía ordenarles que se quedasen.
Y ellos lo prometieron.

Y lo hizo muchas veces.
Cuando tenía pesadillas o cuando la soledad era demasiado cruel.

¿Por qué se irían ahora?

–¿Por qué Kuroko está gritando?¿Qué pasa?–inquiere su tío B muy agitado siendo seguido por sus demás tíos quienes tenían los ojos angustiados y el cuerpo alerta. Se quedaron congelados ante los cristales rotos que eran sus ojos ahora.

–¿V-van a dejarme?

Las miradas atónitas se clavaron en sus tíos A y E para luego posarse en él de nuevo. Muchos apartaron la mirada, incapaces de seguirlo viendo y otros simplemente bajaron la cabeza.

–Son ordenes.

–Pues las mías son que se queden conmigo–dijo suavemente.

–Si pudiéramos, si solo pudiésemos sacarte de aquí lo haríamos–dijo su tío G

–Te llevaría a ver él mar. ¿Recuerdas que querías ver él mar?–fue un desesperado intento de consolarlo pero de poco o nada sirvió.

Sollozó mas duro. El tío N era el que peor consolaba pero lo amaba aún así.

–Nos aseguraríamos de que fueras feliz.

–¿Y cuándo...?–jadeó, casi hiperventilando–¿Cuándo pensaban decirme?.

–Solo tenemos hoy, mañana les conceden permiso total a los Alfas para reemplazarnos–confesó su tío H quien tenía en sus manos él batido de vainilla con chispas de chocolate.

–Hoy es día de cuentos...¿Me iban a decir que se van después de contarme una historia donde me dicen que nunca se van a ir?–sollozó casi ininteligiblemente.

–No es así...No queríamos que lo vieras así, no queríamos arruinarte él día desde tan temprano.

Definitivamente le habían arruinado no solo él día. Su vida.

Ya en él próximo capitulo ya verán mas a los gatos esos de pelos de colores :V.

¿Van a extrañar a los tíos? Yo sí :'(