A.M.

76 9 5
                                    

De pronto ella, después de disfrutar los labios de Niall, se separó del beso en un movimiento rápido.

—No Niall ¿qué piensas? ¿crees que soy tú juguete? ¿piensas que puedes abandonarme y volver a tomarme cuando quieras? ¿no has tenido suficiente de mí? —dijo la chica derramando lágrimas—. No dejaré que vuelvas a abandonarme, deja de jugar con mis estúpidos sentimientos. Por favor —dijo estas dos últimas palabras susurrando.

El chico comenzó a sentirse mal por lo que había hecho.

—Maddie yo lo lamento —trató de acercarse de nuevo a la chica pero esta se apartó.

—¿Por qué Niall? ¿por qué siempre tienes que hacerme sentir de esta forma?

—Maddie, yo lo lamento pero...

La voz de Denise se escuchó desde la puerta.

—¡Chicos tienen que entrar! Cada vez está haciendo más frío y Niall no puede estar a tan bajas temperaturas.

Denise volvió a entrar a la casa. Maddie frotaba sus puños contra su rostro para limpiar sus lágrimas.

—¿Quieres entrar? —preguntó Niall.

—No, no quiero hacerlo.

La chica comenzó a caminar mientras que Niall iba detrás de ella, a pesar de todo.

Al llegar a la sala comenzaron a abrir los regalos que todos habían comprado para todos mientras dejaban intactos los regalos de Theo. Era la una de la mañana y la familia ya comenzaba a verse muy cansada, los chicos no volvieron a hablarse, pero si se dirigían unas miradas cargadas de tristeza.

—Así que yo dormiré aquí —decía Maura— Greg y Denise irán a su casa y Niall a la de él. Maddie me encantaría que te quedaras aquí pero sólo hay dos camas y la verdad no me gustaría que durmieras en el sofá, no sería justo. Oh puedes dormir aquí y yo voy con Niall, si estás muy cansada.

Maddie realmente quería ir con Niall pero no era lo correcto para ella.

—Está bien, no hay problema, iré con Niall.

Tal vez sería la oportunidad de hablar, no sabía de qué pero quería hacerlo. A Niall le sorprendió esa elección, y no dejo de alegrarse por eso.
El chico ayudó a Maddie a subir las maletas a su camioneta. Ese auto siempre lo dejaba en la casa de su padre, así que ahora lo usaría.
Se despidieron con la promesa de reunirse mañana de nuevo y cada quien tomó caminos distintos.

En camino a la casa de Niall nadie mencionó algo, y realmente el ambiente estaba muy tenso. Era mucho drama como para decir algo.
Al llegar Niall ayudó a la chica con su equipaje.

Tenía un tiempo en que el chico no entraba a su casa pero los empleados que iban cada semana se encargaban de que estuviera como nueva.
Cuando subieron a la segunda planta, Niall se encargó de dar a Maddie una de sus habitaciones.

—Puedes descansar aquí —dijo Niall. Eran las primeras palabras desde su discusión— si no te sientes cómoda puedes decirlo y también si necesitas algo.

—Gracias —contestó Maddie con una sonrisa triste.

El chico caminaba a la puerta para salir de ahí, pero a mitad del camino se detuvo y regresó a observar a Maddie.

—Escucha, sé que fue incómodo lo que sucedió en casa de mi padre...

—Niall, sólo duerme ¿de acuerdo? Ha sido un largo día y...

—No Maddie ¿cuándo dejarás que al fin yo pueda decir la forma en la que me siento? Tal vez yo tenía razón, tú me has olvidado, pero estaba tan completamente ciego que no podía verlo. Sólo lamento besarte, lamento decir lo que sentía aunque sea la verdad, lamento ser un estúpido que no valora a las personas que me rodean. Lo lamento. Yo sólo quería decirte la forma en la que me sentía porque no se si mañana estaré en este mundo, y jamás dije lo que sentía a las personas que más me importaban.

Niall caminó a la salida.

—Horan —dijo ella con lágrimas en sus ojos que ya no podía ocultar— estoy perdida. A veces no sé que es lo que hago, no soy consciente de todo el daño que me hago o que hago a los demás —Niall se giró y observó a esa chica llorando— no sé que es lo que he estado haciendo. Desde que pusiste fin a esto he tratado de encontrarme. Lo que me hace falta eres tú. Eres el que me hace sentir bien y sin ti se siente como el infierno —el chico se acercó a ella— pero no quiero arriesgarme Niall, no podré saber que me has engañado de nuevo.

—¿Qué? —dijo el rubio confundido limpiando las lágrimas de la chica— ¿engañarte?

—Me lo dijo Gigi, Zayn se lo dijo.

—¿Qué? —seguía preguntando sin poder entender a lo que se refería.

—Tú salías con otras chicas, o al menos tenías sexo con ellas mientras tú y yo éramos pareja, no quiero que suceda algo así de nuevo.

—¿Gigi lo dijo? —Niall se levantó inmediatamente del lado de Maddie— yo jamás hice algo como eso. Maddie estoy enamorado de ti desde sexto grado de primaria y te sigo amando incluso con más pasión que antes. Maddison, yo considero que tú eres mi vida entera y sigo muy enamorado de ti. Yo jamás te engañé y jamás te engañaría. Yo te amo —el chico no podía creer eso. Estaba indignado, ¿En verdad Zayn le dijo esa gran mentira a Gigi? ¿Por qué Maddie le creyó a ella?

—¿Por qué me dejaste Niall? ¿por qué?

Sus palabras fueron como cuchillos para Niall.

—Maddie yo estaba enojado triste, débil. No podía permitir que te sucediera algo más. Yo tengo la obligación de cuidarte y no permitir que te hagan daño.

—Yo puedo cuidar de mí, sólo te quería a mi lado.

—Lo sé, tienes razón pero Maddie, ¿Has recibido alguna otra amenaza desde que terminamos?

La chica bajó el rostro y negó con la cabeza.

—Maddie, ven.

Niall extendió su mano y la chica la tomó. El chico la llevó hasta una habitación obscura y enseguida cerró la puerta dejando la habitación más obscura.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Maddie.

—Sólo siente.

El chico encendió las luces las cuales iluminaron en un color turquesa. La habitación no estaba completamente alumbrada, pero estaba lo suficiente como para observar los objetos al rededor.
Niall encendió su celular y comenzó a buscar algo en él. Lo que buscaba era una canción y una vez que la encontró la puso: A.M de One Direction.

Él seguía tomando la mano de Maddie y enseguida caminó con ella al centro de la habitación mientras los altavoces se encendían y hacían sonar aún más fuerte la canción.

El chico colocó las manos de Maddie detrás de su cuello y la chica no hizo nada por impedirlo. Niall colocó sus manos rodeando la cintura de la chica, y en esta acción sus cuerpos estaban a una distancia de tan sólo unos centímetros.

El chico comenzó a moverse de un lado al otro, bailando lento, Maddie seguía sus pasos. Cada uno estaba en sus pensamientos, pero todos eran acerca de ellos, todo se trataba de ellos.

Ella recargó su cabeza en el hombro del chico, mientras la canción continuaba sonando en los altavoces. Nadie decía nada. Preferían guardar lo que pensaban, a pesar de que los estaba asfixiando lo que no estaban diciendo.

Cuando la canción terminó algo les impedía que se separaran. Una nueva canción comenzó a reproducirse This Town de Niall. Ella levantó la mirada para encontrarse con esos ojos azules observandola.

Él parecía nervioso y es que realmente lo estaba. El tener al amor de su vida frente a él y no querer perderla de nuevo le aterraba.
Por otra parte, ella se encontraba insegura, no quería volver a pasar por lo mismo que hace tres años.

Él no lo dudo ni un poco cuando enseguida comenzó a besarla, mientras la canción que él le escribió a Maddie se reproducía. Era la escena más perfecta que jamás nadie sabrá describirla con las palabras exactas, o con cada detalle de los sentimientos que estaban a flor de piel esa madrugada de navidad.

No Trates De Recordarme |Niall Horan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora