Memorias

22 3 0
                                    

Al llegar a su habitación de hotel lo primero que Maddie hizo fue ir a la ducha. No tenía mucho tiempo en ella cuando Niall quitó toda su ropa y se adentro en el baño. Caminó hasta el área donde estaba la chica. Ella estaba custodiada por paredes de cristal y una puerta del mismo material. No había notado que su novio estaba ahí hasta que escuchó la puerta de cristal abriéndose. Hizo que volteara enseguida.

-Niall estás loco. No debes estar aquí -ella estaba algo alterada y enfadada.

-¿Por qué no? Creí que necesitarías ayuda -el chico se divertía al ver el enojo en la cara de Maddie.

Él se acercó hasta estar frente a la chica, ahora el agua caliente caía también en su blanca piel.
Ella no retrocedió y Niall sujetó su cintura con una de sus manos mientras que con la otra acariciaba la mejilla de la chica.

-Me muero por besarte -dijo él observando sus labios.

Ella sonrió pero con lo siguiente esa sonrisa desapareció. Niall besaba el cuello de la chica haciéndola suspirar.

-Niall -ella ya sentía la erección del chico presionando su vientre- no sé si esto es seguro.

-Lo es -afirmó él separándose ligeramente de su cuello pero enseguida volvió a besarla.

Ella se dejó llevar. Sus manos sujetaron los brazos del chico.

-Niall espera -él sonrió, recordó su primera vez y todas las veces en la que la chica detenía a su novio- ¿y si pasa algo feo con mi herida? ¿y si los puntos se me caen?

-Cariño, le pregunté al doctor lo mismo que me preguntas mientras dormías, él dijo que no había problema -ella sonrió.

El chico se inclinó un poco, tomó las piernas de Maddie y con esto la cargó. Ella se sujetó del cuello de Niall. Este con su pene comenzó a buscar la entrada de su novia, esto la hacía gemir. Una vez que su pene estaba posicionado entró muy lento en su novia. Ella gimió enseguida. Él caminó hasta la pared para hacer que la chica tuviera su espalda pegada al muro. La pared estaba muy fría pero enseguida se fue calentando ese lugar. Entonces Niall comenzó a embestir muy lento mientras que ella gemía en su oído. Esto lograba calentar más al chico.

Después él comenzó a penetrarla más y más rápido. La chica comenzó a gemir más fuerte y gritar el nombre de su novio hasta que él finalmente se corrió dentro de ella y también gimió en el oído de la chica.

-Te amo Maddie -dijo con su respiración acelerada.

-Y yo a ti Niall.

[...]

Ambos estaban recostados en la cama. Tenían ropa cómoda y mantenían sus manos entrelazadas. Los dos observaban al techo.

-Maddie -habló él- encontré una carta tuya.

-¿Cómo? -preguntó extrañada observándolo.

-La traje conmigo -el chico se levantó y fue hasta su maleta, sacó el libro y la carta que guardó y volvió a la cama, estaba sentado, apoyado en la cabecera de la cama.

-Esta carta tú me la mandaste hace algunos años y hasta hace unos días la leí por primera vez. La leeré para ti.

Ella seguía recostada observando con atención el rostro de su novio y haciendo memoria mientras escuchaba la carta.
Una vez que él terminó observó a su novia. Ella estaba llorando. Maddie se levantó y abrazó a su novio.

-¿Por qué lloras cariño? -preguntó susurrando.

-Simplemente recordé al Niall de 16 años -ambos se alejaron un poco pero sus rostros seguían muy juntos- eras tan lindo, no entiendo como alguien pudo dañarte como ella lo hizo.

No Trates De Recordarme |Niall Horan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora