A prueba de fuego

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—Harry —George se paró frente al chico junto con Marco— Soy George y él es Marco, guardaespaldas de Maddie.

—Hola —él se levantó y estrechó su mano con la de los dos sujetos— mucho gusto ¿cómo sigue ella?

—No nos han dicho mucho, antes de someterla a la cirugía le hicieron unos estudios. Estamos muy preocupados. No sabemos cuanto tiempo más puede tardar esa cirugía.

—¿Pero es algo delicado? —Harry estaba muy preocupado.

—Al parecer si Harry —contestó George— No nos queda nada más que esperar.

Y así fue, esperaron por otro par de horas hasta que el doctor finalmente apareció diciendo en voz alta el nombre de Maddie. Los tres se levantaron para escuchar las noticias.

—Disculpen la tardanza pero durante la operación se nos complicaron algunas cosas —el hombre de 40 años aproximadamente estaba serio y recto.

—¿Cómo? —preguntó Harry— ¿ella está bien?

—Si, así es, todo ha salido muy bien a pesar de los inconvenientes que tuvimos. Ella está descansando después de toda la anestesia. Esperaremos a que despierte para poder combatir sus vómitos y su dolor de cabeza. Pero con el tiempo se irá recuperando —todos sonrieron como nunca, se sintieron muy aliviados.

—Gracias doctor —contestó Harry.

—Debo decir que si hubieran tardado más, las cosas se hubieran complicado a un grado mayor y no hubiéramos podido salvarla ¿quieren entrar a verla y hablar sobre su situación?

—Claro —dijo Marco sin pensarlo más. Estaba muy feliz.

Los cuatro caminaron a la habitación. En el camino en doctor hablaba.

—Espero que ya esté en la habitación. Pedí que la bajaran hace un momento.

Y al abrir la puerta ahí estaba Maddie con máquinas que sonaban y agujas en sus venas que llevaban líquidos a su cuerpo. La observaron por algunos segundos.

—Como les decía, cuando su víscera se perforó comenzó a desangrarse internamente. La perforación no fue muy grande por lo que tuvo mucha suerte. Ella estará bien.

—¿Por qué pasó esto? —preguntó George.

—Ella ayer consumió un medicamento sin haber comido. El organismo de cada persona es distinto pero en este caso el ácido de su estómago necesitaba algo que consumir pero al no haber algo comenzó a lastimar a Maddie y por esa razón pudo perforar. Sin mencionar que a mi parecer ella estaba muy estresada.
Como ella es una súper estrella le recomiendo que cuando despierte no la abrume ni le informe nada sobre el trabajo, necesitamos que se relaje.

—Entiendo —dijo George.

—Bueno chicos, debo irme, si despierta se lo informan a alguna enfermera para poder curar lo que nos falta. Cuídenla mucho —el hombre iba a salir después de regalar una sonrisa pero al escuchar la voz de George se detuvo.

—Por favor no diga que ella está aquí.

—No se preocupe, es parte de mi trabajo no revelar quienes son mis pacientes y menos cuando tengo pacientes tan famosos. Si desean que los recepcionistas no den información a alguien pueden pedírselo. Que pasen buen día caballeros.

—Gracias, igualmente —contestó Harry.

El doctor salió.

—Iré a hablar con los recepcionistas —dijo George saliendo de la habitación.

—Yo le avisaré a Niall sobre esto —dijo Marco llamando la atención de Harry mientras se quitaba los molestos lentes de sol.

—¿Niall? ¿Maddie y él regresaron? —Harry estaba sorprendido.

No Trates De Recordarme |Niall Horan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora