Gracias

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Después de regresar caminando a casa se habían puesto ropa muy cómoda. Niall había preparado café y ahora ambos estaban sentados en el sofá beis con forma de "U" de la sala. Justo frente a la chimenea sostenían sus tazas de café y bebían algunos tragos de vez en cuando. Los dos estaban en completo silencio.

Ambos estaban en sus pensamientos. Maddie observaba el fuego de la chimenea pensando en todo lo que debía hacer después de irse. Niall observaba a su novia y por alguna razón ese era un momento muy emotivo para él. Se sentía feliz pero triste.

—Maddie —él dejó su taza de café en la mesa de centro y puso su mano sobre la de ella que no sostenía la taza, ella levantó su mirada y se encontró con esos ojos zafiro— yo...yo realmente me pregunto qué fue lo que hice para tenerte. Eres asombrosa y yo —su voz se cortaba— yo siento que alguien como tú merece a alguien mejor. Yo no te merezco...

—Niall basta— ella dejó su taza en la mesita.

—Maddie —ahora él tomó las dos manos de la chica— yo necesito decirte lo que significas para mí, tú lo eres todo y creo que no tienes la consciencia de lo que es "todo" eres mi luz, mi oscuridad, mi felicidad, mi tristeza, mi angustia, mi tranquilidad. Te amo como jamás en mi vida he amado a nadie más. Yo pasaba por momentos difíciles, estaba perdido pero seguías ahí a pesar de que me alejé de ti. Siempre estuviste para mí sin importar nada. Ella acabó con todo lo que tenía, me alejó de las personas que más amaba, me quitó las ganas de vivir —Niall estaba llorando— espero que jamás te sientas de la forma en la que me sentí yo. Maddie cada noche siempre me voy a dormir agradeciendo todo lo que hiciste por mí pero ahora quiero decírtelo todo, decirte lo que no has escuchado y lo que siento cada día de mi existencia. Sin ti yo no sería nada, no tendría esta maravillosa casa, no hubiera viajado al rededor del mundo. Me arrepiento de tantas cosas que no hice, sobre todo de descuidarte. Sé que nunca hablamos de nuestro bebé —Maddie ahora comenzaba a llorar— yo lamento haberlo perdido, por mi culpa lo perdimos, siempre he cargado con esa culpa. Aún recuerdo lo aterrados que estábamos al saber que seríamos padres. Odio no haber podido estar contigo durante el embarazo. Recuerdo que cuando me fui tu vientre estaba tan plano como ahora pero cuando regrese ya era muy grande. Amaba ver tu sonrisa cada vez que le hablaba al pequeño. Aún no puedo dejar de odiar a Holly y Armando. Ellos son las peores personas que he conocido. Ahora sólo sigo siendo la misma mierda de antes pero con la mayor suerte del mundo. Te adoro y no sólo por lo que has hecho por mí, también por todo lo que haces por los demás sin que nadie te lo pida. Gracias por estar conmigo. Yo... yo —Niall no podía seguir hablando, el nudo en su garganta complicaba las cosas y su llanto le hacía imposible que siguiera expresando la forma en que se sentía.
Maddie con lágrimas en sus ojos, sujetó el rostro del chico y comenzó a besarlo de una manera muy tierna, ambos estaban entregándose a pesar de los sentimientos. Al separarse ella volvió a tomar las manos de su novio.

—Cariño, yo siempre estaré para ti cuando me necesites, lo que más me interesa es que te encuentres bien. Sabes que en el mismo momento en que estabas tan mal yo también lo estaba, pero yo jamás te dejaría sólo, yo sabía que estabas mal y sabía todo lo que ella te hacía y no lo iba a permitir. Yo haría cualquier cosa por ti. Niall tú no tienes la culpa de nada sobre lo que sucedió con el bebé, tal vez el destino era no tenerlo, debes de aprender a dejarlo ir. Claro que a veces me pregunto cómo sería nuestro hijo. Trato de imaginar si sus ojos hubieran sido azules o marrones, el color de su piel pero eso nunca solucionará nada. Los culpables de su muerte están en prisión, tú no eres culpable de eso cariño. Y no creo que seas una mierda, eres mi razón de ser, eres la persona de la que estoy enamorada y que no cambiaría por nada. Yo te adoro Niall. Yo también estoy tan agradecida porque tú decidiste compartir tu vida conmigo.

El chico la abrazó, él comenzaba a tranquilizarse.

—Te amo Maddie, te amo demasiado.

—Sabes que yo más.

Al separarse del abrazo ella limpió las lágrimas de su novio, ambos se sonrieron. La chica volvió a tomar su taza de café y volvió a beber de ella.

—Me siento un poco más liberado— él también se inclinó para tomar su taza y consumir de ella.

—Eso es muy bueno, sabes que puedes contar conmigo, yo siempre te escucharé.

—Gracias.

Ellos continuaron bebiendo mientras observaban el fuego de la chimenea que estaba justo frente al sofá.
No decían nada sólo trataban de relajarse en sus propios mundos.
Aún con la taza en sus manos y con un poco de café en ella, Maddie comenzó a cantar pero muy bajo.

—If the whole world was watching I still dance with you —Niall sonrió. La chica terminó su café y dejó la taza de nuevo en la mesita— Over and over the only truth, everything comes back to you —el chico soltó una pequeña risa y terminó su café también.

—Creo que alguien debe de escuchar más la canción porque esa persona se saltó una línea —Maddie sonrió.

—Sólo baja una guitarra y canta para mí —Niall se levantó, caminó a la pared donde estaba colgada una guitarra y la bajó, enseguida volvió a sentarse mientras se ponía cómodo.

—¡Oh! —dijo él— hice otra canción después de que me abandonaste en el hotel, en Los Ángeles —Maddie sonrió.

—Yo no te abandoné, tú tenías que irte —Niall también sonrió.

—Bueno, ambos tuvimos la culpa de que me hayas abandonado pero el punto es que tú, señorita Maddie, eres mi inspiración.

—¡Uhh! —ella frotó sus manos ansiosa— esperó escuchar esa canción señor Horan.

—Y yo me muero porque la escuches pero hoy no será la ocasión señora Horan —Maddie sonrió aún más— ahora procederé a cantar y a tocar sólo para ti —Niall guiñó su ojo antes de observar las cuerdas y poner sus dedos sobre ellas para tocarla y emitir el sonido. Tocaba This Town y no sólo estaba tocando la melodía, ahora también cantaba. Maddie no podía evitar sonreír y cuando Niall levantaba su vista observaba a su novia a los ojos. Una vez que terminó de cantar colocó la guitarra a un lado y la chica se abalanzó a él para besar al chico.
Las manos de Niall se colocaron en la cintura de su novia para atraer sus cuerpos, ella los colocó en los hombros de él mientras acariciaba lentamente esa parte.
Sus labios en total sincronía se besaban muy lento.

—Te amo —dijo la chica sobre los labios de él. Niall no pudo evitar sonreír.

—Yo también te amo —y de nuevo se unieron para besarse.

Era obvio lo tanto que se habían extrañado y lo tanto que se extrañarían.

No Trates De Recordarme |Niall Horan|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora